Existe un eterno debate sobre si ha de activarse o no el seguro manual o de aleta en las recargas (cambios de cargador), transiciones (fusil a pistola) o resolución de interrupciones. Yo activo la aleta del seguro (seguro manual del arma) cada vez que desencaro el fusil, sin que ello me suponga ninguna penalización en tiempo. En eso radica mi punto de vista y la metodología que hay detrás de ello.
La aleta del seguro (seguro manual del arma) constituye una parte esencial del fusil y no estoy para nada de acuerdo cuando no se activa por mera conveniencia. Dicho esto, existe un sencillo método para aprender a activarla y desactivarla que se basa en una simple metodología que consiste en lo siguiente:
INICIAS EL MOVIMIENTO MÁS GRANDE DE DESENCARAR EL FUSIL CON EL MOVIMIENTO MÁS PEQUEÑO Y MÁS DECISIVO DE INICIAR EL MOVIMIENTO DEL PULGAR PARA ACTIVAR LA ALETA DEL SEGURO (observa las dos imágenes siguientes, como puedes ver desbloqueo la muñeca para activar la aleta del seguro antes de que haya desencarado el fusil y mientras la vaina todavía está en el aire).
Una vez desbloqueo la muñeca y engancho la aleta del seguro con el pulgar, el trabajo está hecho. Empiezo la secuencia completa poniendo el fusil en seguro y todo sucede casi simultáneamente y de forma continua.
Empiezo a desencarar el fusil iniciando primero el movimiento del pulgar hacia la aleta del seguro. Al hacer esto me aseguro que no olvido poner el fusil en seguro en el caso de que se produzca cualquier interrupción en la continuidad de la recarga (cambio de cargador), como pudiera ser el tener que sacar un cargador de un bolsillo portacargador cerrado por una solapa, o si algo atrae mi atención, como pudiera ser en el caso de que alguien me hable o en cualquier otra circunstancia que llame mi atención aunque solo sea por un momento. Me he habituado a hacer esto al manipular un arma de tal forma que cuando al desencarar pongo el fusil en seguro no soy consciente de ello. Se trata de una reacción automática así que sucede de forma transparente durante la recarga (cambio de cargador). Por otra parte, me he habituado tan bien a hacerlo así que si no atino con la aleta del seguro al desencarar el fusil me siento raro e inmediatamente me doy cuenta de ello. Llegado a ese punto, si decido activarla o no depende de la situación, pero al menos soy consciente del estado en el que se encuentra mi fusil.
La razón por la que muchos dicen que no deberías activar la aleta del seguro es o bien porque no saben cómo enseñar a hacerlo o bien no están dispuestos a realizar el trabajo necesario para ser verdaderamente competentes. No hay nadie que no pueda aprender a hacerlo de la forma en que no sólo yo lo enseño, sino también en la forma que lo enseña mi apreciado amigo y antiguo compañero en el Joint Special Operations Command (JSOC) [Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE)] Pat McNamara. Has de entender el «por qué» y el «cómo» y entonces ESTAR DISPUESTO A ENTRENARLO. Yo puedo hacerlo, Mac puede hacerlo y cada tirador que he conocido que ha querido aprenderlo ha sido capaz de adquirir esa destreza y de este modo mejorar su seguridad en general al llevar a cabo cualquier acción dinámica de tiro que incluya recargas (cambios de cargador) sin que ello suponga sacrificar velocidad.
Mike Pannone
Cutting edge solutions for a dangerous world.
COMENTARIO DEL TEXTO: ¡Que levante la mano aquel al que le hayan enseñado y/o haya aprendido y/o entrene habitualmente la manipulación de la aleta del seguro (seguro manual) de las armas que tiene de dotación!
En el vídeo del artículo se puede apreciar cómo Mike Pannone activa y desactiva el seguro continuamente, cada vez que desencara el fusil, tal y como explica en el artículo.
Y ahora que continúe el debate de si se tiene que activar o no el seguro como dice este hombre y otros hombres como él, de esos que si es por experiencia, incluso real en combate, no les va a faltar.
Merece la pena acostumbrarse a activar y desactivar el seguro, en lugar de buscar excusas.
Mike Pannone abandonó la primera fuerza de asalto del Ejército de Tierra estadounidense, Primer Destacamento Operativo de Fuerzas Especiales DELTA [1st Special Forces Operational Detachment-Delta (1st SFOD-D)], tras resultar herido durante una apertura de brecha con explosivos. Un año después de su salida los EE.UU. fueron atacados el 11S y volvió a la acción para colaborar en el servicio a su país como principal instructor de tiro del curso de formación del Cuerpo Nacional de Agentes de Seguridad Aérea[Federal Air Marshal Service (FAMS] y posteriormente se trasladó a Seattle para la creación del centro del FAMS allí. En 2003 abandonó el FAMS para trabajar como miembro de un equipo de protección(PSD) y acto seguido como jefe de un equipo para el Departamento de Estado de los EE.UU. en 2003 y 2004 en Baghdad y Tikrit.
En 2005 trabajó como asesor de combate en tierra [ground combat advisor] de la Fuerza Operativa Conjunta Contra Artefactos Explosivos Improvisados [Joint Counter IED Task Force] y participó en operaciones de combate con varias unidades en la provincia de Al Anbar (Afganistán). A su regreso a los EE.UU. impartió algunas conferencias sobre concienciación frente a artefactos explosivos improvisados (IEDs) a unidades que partían hacia su despliegue y antes del incremento de tropas en Irak [the surge] colaboró con el Grupo de Guerra Asimétrica [Asymmetric Warfare Group] como principal instructor en la creación de un curso de tiro con fusil como principal instructor.
Con toda esa experiencia de la que echar mano -así como toda una carrera dedicada al servicio en unidades de operaciones especiales tales como la Fuerza de Reconocimiento del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE.UU. [US Marine Corps Force Reconnaissance], Fuerzas Especiales del Ejército de Tierra de los EE.UU. y el Mando Conjunto de Operaciones Especiales de los EE.UU. [Joint Special Operations Command (JSOC)]– Mike se pasó al sector privado para enseñar planeamiento, liderazgo, tiro y táctica además de ser autor y coautor de varios libros tales como M16/M4 Handbook, AK Handbook AK47/AKM/AK74: An Operational Guide to the AK Series Rifles y Tactical Pistol Shooting: Your Guide to Tactics & Techniques that Work.
Mike también asesora a varios importantes fabricantes de armas y accesorios para ayudarles a poner el mejor equipo posible en las manos de combatientes, policías y usuarios civiles. Se le considera un experto en la plataforma AR-15 de Eugene Stoner en todas sus variantes.
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego consiste en una breve reseña semanal para SoldierSystems. Cada semana un maestro te dedica unas palabras de sabiduría para tu consideración. Este artículo fue publicado el 2 de mayo de 2015. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de reseñas.
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Sinceramente, está claro que no te convence eso de poner el seguro y da igual lo que se diga. Lo bueno que esto es como las lentejas, si las quieras las tomas y si no las dejas. Pero no hace falta que le busques los tres pies al gato.
En este sentido, a tu pregunta, da igual que la recarga sea táctica o rápida. Se trata de algo irrelevante para esta cuestión, puesto que de lo que se trata es de explicar el por qué utilizar siempre el seguro. Si ya con la recarga rápida abogan por el uso del seguro, ni te cuento con la recarga táctica. En este caso creo entender que se refiere a una recarga táctica, porque lo llama «a magazine change», que yo he traducido como «un cambio de cargador», y quizás tenga más sentido con lo que quiere dar a entender, aunque creo que daría lo mismo, porque en una recarga rápida también se introduce un cartucho en recámara al liberar el cierre y a mi no me gustaría que eso sucediera a mi lado como lo explica Pat McNamara.
En cuanto a lo del dedo, con eso ya cuentan, igual que cuentan con todo lo demás. No te vayas a creer que esto del seguro anula las cuatro normas de seguridad con las armas de fuego. Esto es un añadido, especialmente indicado para eso de la posibilidad de que algo se meta en el guardamontes y presione el disparador.
Y que los llame vagos creo que está bien, porque creo que él se refiere a los que al final no hacen más que poner excusas por no querer acostumbrarse a utilizar el seguro de aleta sabiendo que repercute en una mayor seguridad y que eso no va a determinar el resultado final (por 0’1 segundos, que es menos que el tiempo que tarda en llegar la información al cerebro siquiera, no va a morir nadie, aunque podría perder en tiro deportivo).
¿Qué sabemos nosotros que no sepa Pat McNamara y otros? ¿Qué saben Pat McNamara y otros que nosotros no sepamos? A lo mejor ahí está otro posible argumento.
Tienes razón en que hay muchas modas y tendencias pasajeras. No siempre es fácil llegar a diferenciar una cosa de la otra. Pero afortunadamente hoy día gracias a Internet se puede llegar a mucha información y entonces sacar conclusiones. No creo que en este caso se trate de una moda o tendencia pasajera. A mi me sirven los argumentos y por eso voy a intentar, como ya estoy haciendo, aplicar esto de utilizar el seguro siempre o casi siempre. No es porque lo digan estos señores que tanto saben y tanta experiencia tienen, sino porque me parece lógico y razonable lo que cuentan y me han convencido.
En este sentido te vas a entrar dos escuelas, la de los que siempre activan el seguro de aleta cuando el fusil no está en el hombro, y la de los que siempre activan el seguro de aleta cuando los elementos de puntería no están sobre el blanco. No obstante, comparten el mismo argumento para justificarlo: la seguridad. Y parece que algunos casos se han dado de disparos que se podrían haber evitado simplemente con activar la aleta del seguro.
Por ahondar más en el tema, otra de las razones por las que hacerlo siempre, o casi siempre, según se prefiera, es precisamente para que cuando sea necesario el seguro esté puesto. Como no sabes cuándo va a ser necesario pues se pone siempre, o casi siempre, el seguro, y asunto arreglado. Como con el cinturón de seguridad, que no te lo pones cuando sabes que vas a tener un accidente, sino siempre, y da igual que sea un desplazamiento largo o corto. Se trata de generar una asociación habitual de forma que la activación del seguro se realice automáticamente de forma subconsciente. Y también acostumbrarse a quitarlo para llegado el caso no se nos olvide.
En cuanto a la pistola, si tiene un seguro ergonómico, como en el caso de la 1911 o la MP, hay quien lo utiliza también habitualmente y hay quien sólo lo utiliza cuando el arma va a la funda. Parece que la cuestión es que con la pistola no existen los mismos problemas de que algo se introduzca en el guardamonte y presione el disparador como sucede con el fusil, salvo cuando el arma va a la funda.
Le podemos seguir dando vueltas al asunto, pero no creo que vayan a cambiar las cosas. Creo que ya está casi todo dicho.
Ayer me enteré que en el número de MAY15 de la revista SWAT hay un artículo de Pat Rogers sobre este asunto. Lo he leído y no hace más que insistir en lo mismo, aunque si no me equivoco él no es de los que ponga el seguro en las recargas.