Sin manos no se puede combatir, así que protégelas con unos buenos guantes, como los nuevos modelos de Mechanix Wear.
A principios de noviembre de 2013, la popular marca de todo tipo de guantes de trabajo (trabajo táctico incluido) Mechanix Wear anunció el lanzamiento de tres nuevos modelos de guantes tácticos, que pudieron verse a principios de 2014 en la feria SHOT Show: Multicam® FastFit®, Multicam® Original®, y Multicam® M-Pact®.
Estos ─entonces nuevos─ modelos se basan en sus modelos hermanos del mismo apellido, pero se diferencian en el nombre, Multicam®, que hace referencia a los colores que se utilizan para cubrir el dorso de la mano. Con estos modelos Mechanix Wear vino a cubrir un espacio, antes vacío, que permite que el soldado se vista de pies a cabeza con el patrón de camuflaje Multicam®. Ahora las manos también visten al unísono, confundiéndose con cualquier entorno gracias al patrón Multicam®, cuya eficacia se debe al funcionamiento del ojo humano y cómo el cerebro percibe formas, volúmenes y colores.
Aunque inicialmente iban a estar disponibles en abril de 2014, el lanzamiento al mercado se retrasó hasta el mes de julio de ese mismo año. Tras varios años en el mercado se pueden adquirir en casi cualquier parte y se han podido ver en manos de muchos soldados. Nosotros pudimos disponer antes de su lanzamiento oficial de los que quizás fueron los primeros guantes tácticos Multicam® FastFit® en nuestro país, gracias a una muestra para prueba y evaluación que nos facilitó Francesco Berlese, entonces director de operaciones de Mechanix Wear Europe. ¡Mille grazie, Francesco!
Además del exclusivo patrón de camuflaje (pocos guantes existen en Multicam®), la principal característica diferenciadora del modelo Multicam® FastFit® respecto a otras marcas y modelos de guantes tácticos, es la ausencia de una solapa de cierre ─normalmente con Velcro─ en la muñeca.
En mi caso, que en el campo de tiro no hacía más que ponerme y quitarme continuamente los guantes, para parchear los impactos y anotar los resultados en mi libro de registro cada vez que terminaba un ejercicio de tiro, suponía un auténtico engorro tener que lidiar con la dichosa solapa con Velcro. Así que esta sencilla característica, por la que los Multicam® FastFit® se ciñen a la muñeca con una simple banda elástica, hace que ponerse y quitarse los guantes sea muy cómodo y rápido. A la larga, siempre que la banda elástica dure, puede que la ausencia de Velcro sea una ventaja, porque con el uso acaba desgastándose y perdiendo sus propiedades, como le sucedió a mis guantes de combate T.A.G., que solo muestran el desgaste por el uso en el Velcro.
No obstante, los que prefieran el cierre de solapa con Velcro en la muñeca, tienen disponible el modelo Multicam® Original®, con un diseño y propiedades similares a las del modelo Multicam® FastFit®, con la palma de una sola pieza de tejido sin costuras, o el modelo Multicam® M-Pact®, que también utiliza un cierre de solapa con Velcro.
En lo que se refiere a protección frente a la climatología, los guantes Multicam® FastFit® no son los mejores en nada, aunque parecen buenos para todo. Se adaptan bastante bien tanto al frío como al calor, aunque para climas extremos tendrías que optar por unos guantes más específicos.
Los FastFit® se ajustan y se adaptan a las manos tan bien que te permiten conservar el tacto suficiente para manipular el arma con soltura. Con estos guantes dispones de sensibilidad en los dedos al mismo tiempo que los proteges de abrasiones y rozaduras, así como posibles cortes y pinchazos al contacto (no son resistentes a cortes y pinchazos). Tienen todo lo que cabría esperar de unos guantes tácticos genéricos, que sirven para todo. Para cuestiones más específicas hay guantes más específicos.
Si lo que quieres es mayor protección frente a golpes y rozaduras puedes decantarte por el modelo Multicam® M-Pact®. En este modelo, a lo largo de la cara exterior de los dedos y sobre los nudillos, existe una protección adicional a base de un material plástico-goma (Thermal Plastic Rubber), salvo sobre el dedo índice, que queda libre para permitir una mayor movilidad y suavidad al acceder al guardamontes y al disparador del arma. La base de la palma de la mano está cubierta con un acolchado especial PORON® XRD®, que absorbe la energía de los golpes e impactos. Además, el pulgar, el índice y la parte delantera de la palma de la mano están cubiertos por un material de textura gomosa que mejora el control y resulta más resistente a la abrasión.
En los FastFit® la palma de la mano está formada por dos piezas, de tejido duradero de cuero sintético de color marrón, cortadas y cosidas de forma anatómica para evitar que el tejido se amontone al cerrar la mano. Este diseño anatómico facilita el agarre de cualquier objeto, incluido el pistolete o la empuñadura de un arma.
En todos los modelos de la línea de guantes tácticos Multicam® el dorso de la mano lo envuelve tejido transpirable TrekDry® estampado con el patrón de camuflaje MultiCam®. El TrekDry® es un tejido amoldable de la empresa taiwanesa Tiong Liong, que une la tecnología absorbe-humedad del bambú con la tecnología minus-ion, para facilitar la circulación del aire, y lograr una absorción de la humedad 9 veces más rápida que tejidos normales. De esta forma, el tejido absorbe rápidamente la humedad, la dispersa, y elimina el mal olor asociado.
Gracias a los tejidos utilizados, todos los modelos de guantes tácticos Multicam® se pueden meter directamente en la lavadora y tenerlos siempre «limpitos».
Otra característica específica de la línea de guantes tácticos Multicam® (FastFit®, Original®, M-Pact®) de Mechanix Wear, que resulta muy útil, es la gaza de cordón de nylon, estratégicamente cosida bajo la muñeca, que permite unir los guantes al equipo individual con un mosquetón, por ejemplo, para tenerlos siempre a mano y no perderlos por dejarlos apoyados en cualquier parte.
Tras varios años de uso del modelo FastFit®, y haberlos sustituido por desgaste un par de veces, nuestras primeras muy buenas impresiones se vieron confirmadas. Estamos convencidos que los tres modelos estarán a la misma altura en calidad y funcionalidad. A la larga sufren el desgaste por el uso y requerirán su sustitución, algo que no duele tanto con ese precio. A pesar de su sencillez los FastFit® hacen bien su trabajo. Protegen las manos y los dedos sin restarles movilidad. Y al carecer de la dichosa solapa de cierre con Velcro en la muñeca, tanto mejor para ponérselos y quitárselos rápidamente.
Por último, y quizás su mayor atractivo, el precio de estos tres modelos, que los hace asequibles para todos los bolsillos. Según Mechanix Wear, el modelo FastFit® tiene un precio recomendado de venta al público de 18€, el modelo Original® 24,90€, y el modelo M-Pact® 34,90€. Puedes comprarlos directamente en Amazon.
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Guantes con Kevlar o Nomex hay, creo que también de Mechanix Wear, pero no es este el caso ni son exactamente lo que todo el mundo necesita.
Las dotaciones de vehículos y dotaciones de aeronaves no sólo debieran contar con guantes de ese tipo sino con uniformes completos, como suele pasar.
Cada tejido tiene unas propiedades y supongo que según de lo que se trate interesa una cosa u otra. Cada usuario tendrá que valorar lo que necesita. .
Ah! Y muchas gracias por la noticia, Jorge……
Desde el día en que durante un ejercicio nocturno hace ya la torta de años, planté la palma de la mano sobre una planta llena de microscópicas espinas al hacer un cuerpo a tierra, no voy a ningún sitio sin guantes; en un tiempo en que ni los de salto de dotación estaban de moda, la gente me miraba como a un marciano. Pasé por enfermería n veces y estuve cerca de dos meses a base de corticoides para evitar la infección provocada por los minúsculos pelillos que no me pudieron extraer. Una chorrada como ésta me dejó casi inoperante durante todo ese tiempo; el mero hecho de empuñar cualquier arma se convirtió en un suplicio. En otra, recién llegados los Marte, al tomar agarrando las bandas a la altura de las orejas, me borré literalmente los nudillos de ambas manos contra la lija basta que es la arena con la que se pintan los cascos; aún conservo las cicatrices de aquellas feas heridas. Unos guantes como los modelos que comentas me hubieran salvado del disgusto, peeeero…… me temo que para algo más serio se necesita otra cosa. los Mechanix son unos guantes comodísimos, las versiones más «blindadas» lo suficientemente duras y resistentes, pero en mi humilde opinón, no sé si por razones de precio y mercado, adolecen de un gran defecto y éste el exagerado uso de materiales inflamables en su confección, en especial, los plásticos y «nylones» no piro retardantes y la ausencia total de tejidos inífugos. El problema no está ya en que ardan como una tea, es que estos materiales agravan severamente las quemaduras. Una gota de goma fungente actúa como la sangre del «Alien»; es capaz de abrasar la piel y el músculo, y llegar hasta el hueso en cuestión de segundos fundiéndose con éste. Debido a la fina capa de tejido que recubre esta región anatómica, lo que pudiera ser una quemadura de bajo grado por exposición a altas temperaturas, se convierte indefectiblemente en una muchísimo más grave que implica destrucción de tejidos. Se me ponen los pelos como escarpias cuando veo imágenes de dotaciones de vehículos o aeronaves vestidos con este tipo de guantes, no sé si por desconocimiento, moda, o yo que sé qué.
En mi modesta opinión, Mechanix debería lanzar sin tardanza al mercado una línea mucho más profesional en la que la piel, el kevlar y sobretodo el «Nomex», fueran los protagonistas. Una inversión de pocos euros más en un par de guantes inífugos y fiables aunque sean de la misma marca, no parece grave si de lo que se trata es de poder seguir utilizando las manos. Como dato anecdótico, existen estudios de psicología elaborados para las fuerzas armadas de los Estados Unidos, en los que se demuestra que la atención al trauma de esta rama en los heridos en manos, es muchísimo más complejo que la de aquellos combatientes que sufrieron graves quemaduras en el rostro. la razón es que las manos las utilizamos para cualquier cosa, hasta en los actos y movimientos involuntarios y además, permanecen siempre, a menos que las cubras, a la vista del herido. Con la faz, mientras no te mires en un espejo, todo va bien.
Tomense esto los señores de Mechanix como una crítica constructiva en aras de mejorar el producto, o complementarlo con una gama destinada al cliente más exigente.