La relación existente entre tu dedo del disparador (dedo índice) y el disparador constituye un elemento fundamental al operar un arma de fuego. Supone una cuestión de seguridad primordial. El único momento en el que tu dedo tiene que encontrarse sobre el disparador es cuando los elementos de puntería están sobre el blanco y tú estás preparado y dispuesto a disparar. Colocar el dedo sobre el disparador en el momento oportuno también resulta una parte importante de la precisión. El problema que nos encontramos con muchos tiradores es la coordinación del momento. ¿Cuándo colocas el dedo sobre el disparador? ¿y cuándo tiene que retirarlo del disparador?
A medida que extraes la pistola de su funda o levantas el fusil o la pistola desde una posición de en guardia [ready position] el momento para colocar tu dedo sobre el disparador es justo antes que los elementos de puntería intercepten tu línea de visión. La boca de fuego y los elementos de puntería están sobre el blanco aunque todavía no tienes una imagen de los elementos de puntería. El dedo se coloca sobre el disparador de forma que cuando adquieras la necesaria imagen de los elementos de puntería estés listo para empezar a presionar. (La excepción viene al disparar desde una posición de retención, en cuyo caso aunque los elementos de puntería se encuentren sobre el blanco no tienes realmente una imagen de los elementos de puntería.)
Sólo porque tu dedo se encuentre sobre el disparador no quiere decir que tengas que presionarlo. Pero está ahí listo para presionar. Un error común consiste en esperar hasta que se tiene una imagen perfecta de los elementos de puntería para llevar el dedo sobre el disparador. Esto presenta un par de problemas. En primer lugar, al adquirir una imagen de los elementos de puntería y acto seguido colocar el dedo sobre el disparador pierdes tiempo. En un combate una fracción de segundo es crítica. Puedes realizar ambas acciones al mismo tiempo.
En segundo lugar, el acto de colocar tu dedo sobre el disparador, especialmente en una pistola, va a desplazar los elementos de puntería. Aquí tienes una sencilla prueba que realizar. Lleva tu pistola al blanco con el dedo del disparador recto. Obtén una imagen de los elementos de puntería. Concéntrate en el punto de mira y coloca tu dedo sobre el disparador. Retíralo del disparador. Haz esto mismo varias veces, concentrándote en el punto de mira, colocando y retirando tu dedo del disparador. Los elementos de puntería se moverán, a veces mucho.
Otra de las ventajas de colocar el dedo sobre el disparador justo antes de adquirir una imagen de los elementos de puntería es que bajo estrés no tienes que apresurarte al alcanzar el disparador para realizar el disparo, sacudiendo o golpeando el disparador. El dedo ya está sobre el disparador y otra vez en cuanto tengas una imagen de los elementos de puntería está listo para empezar a presionar.
Colocar el dedo sobre el disparador demasiado pronto resulta peligroso. No te hace más rápido al realizar un disparo y aumenta la posibilidad de una descarga negligente. El dedo también tiene que estar fuera del disparador durante todas las manipulaciones.
Una vez terminan los disparos «fuera del disparador y fuera del blanco». El dedo abandona el disparador y despeja el guardamontes, siendo necesaria una decisión consciente y una acción física volver a llevarlo sobre el disparador. La boca de fuego se aparta del blanco en una posición de en guardia baja [low ready position] de forma que puedas ver lo que tienes que ver, tal como el tipo en el suelo o la esquina que está doblando.
El acto del dedo y el disparador puede parecer una tontería pero supone un importante elemento del manejo de un arma. Trabaja en ello constantemente para garantizar una operación segura y eficiente del arma bajo estrés.
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Mantener el dedo alejado del disparador hasta el momento oportuno no resulta nada fácil salvo que se haya practicado lo suficiente. No se trata de una cuestión que no se haya tratado en repetidas ocasiones por diferentes maestros pero no por ello pierde su gran importancia. Resulta fundamental poder garantizar que el dedo jamás irá sobre el disparador salvo cuando se pretenda disparar. Se trata de una medida de seguridad más para intentar evitar una descarga accidental.
Ron Avery también abordaba este tema hace unos meses en uno de sus vídeos, aunque lamentablemente sólo está disponible en inglés. Sus explicaciones resultan esclarecedoras y de gran ayuda, a la par que sus demostraciones.
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The Tactical Wire es un boletín electrónico de noticias sobre el mundo de las armas de fuego que generalmente se publica, únicamente online, los martes y los jueves. Dicho boletín incluye habitualmente un artículo de Tiger Mckee con el título Skill Set, o Conjunto de Habilidades, que versa sobre diferentes cuestiones relativas al combate con armas de fuego. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de artículos.
Tiger McKee es el Director de Shootrite Firearms Academy, situada en el norte de Alabama, autor del libro “The Book of Two Guns” (El Libro de Dos Armas), colabora con varias publicaciones tácticas/sobre armas de fuego, instructor adjunto para el FBI y diseñador de la carabina Shootrite “Katana”.
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Es estupendo, como siempre, la verdadera pena es no poder entender las explicaciones los que por desgracia no sabemos inglés. Parece mentira que con la tecnología de hoy eso no se pueda solucionar. Saludos
Buen artículo y muy buen recordatorio en pro de la seguridad de cualquier arma de fuego, ya sea en el ambito, deportivo,cienegético y como no, el que nos atañe a nosotros; táctico. No olvidemos que el «dedo» junto con la mente , es nuestro seguro más preciado.Seguimos aprendiendo. Saludos.