Los 10 mandamientos del Guerrero
I. Aplasta totalmente a tu enemigo.
No dejes lugar a dudas. Mátalos una vez, a continuación mátalos otra vez para estar seguro, entonces compruébalo y asegúrate que están muertos. Aplasta a tu enemigo. No los dejes ir, no cobres la recompensa de 200 pavos. Esto no es una película de James Bond en la que tu enemigo desparrama sus intestinos y acto seguido escapa corriendo. No malgastes ni una palabra. Mátalos y asegúrate que están muertos. Si no están muertos buscarán venganza. Aplástalos no sólo en cuerpo y alma, arrebátales también su voluntad de combatir. Esto incluye especialmente a los guerreros sin honor.
II. Predica con el ejemplo.
Si llega el momento de matar, entonces empieza tú primero. Si tienes que abrirte paso entre los disparos, hazlo tú primero. Si tú marcas el camino les estás diciendo a los otros guerreros que si quieren matar a alguien hoy «¡ya puedes superarme!». Eso le dice a tus soldados que si quieren demostrarse a sí mismos lo guerreros que son, tienen que estar en el «Juego» simplemente para combatir a tu lado.
III. Trata a todo el mundo por igual.
Como guerrero no olvides quién te ha llevado al baile. Ese vehículo no se repara él solito. Ese arma funciona gracias al maestro armero. Pasa algo de tiempo con aquellos que te rodean. Llega a conocerlos personalmente. Eso te garantizará que en cualquier situación todos aquellos que te rodean se entregarán personalmente al 110%.
IV. No
Excelente articulo felicidades cuando pueden aser un articulo referente a proteccion a funcionarios en el tema de tiro urbano seria muy interesante hay muy poca informacion buena como la de sus articulos saludos atte mario
Este no es de los que mete el dedo en la llaga, ¡él mete los diez dedos dentro!
Muchas gracias por tu comentario, Andrés.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero quizás hoy más que nunca sea cuando los códigos de honor parecen haber quedado en ocasiones denostados. Puede que sea momento de reforzar e imponer el cumplimiento de estrictos códigos de honor.
En todas las civilizaciones, en todas las culturas, ser guerrero ha implicado seguir un código de honor, y vulnerarlo ha sido equivalente a deshonrarse uno mismo. Hoy en día sigue siendo así, y ser fiel a principios y valores nos convierte en hombres de honor.
Diez verdades como puños Sr. McPhee.
Gracias Jorge