Lo que habitualmente se llama erróneamente poder de parada [stopping power] representa uno de los eternos temas de discusión, que parece no pasar de moda. A lo largo de los años se ha dicho y escrito mucho sobre este tema, que viene a ser más un mito que una realidad. Existen datos que justifican que se trata de un mito. Esos datos, que proceden de enfrentamientos armados reales, generan estadísticas a partir de las cuales se pueden extraer conclusiones, en algunos casos condicionadas por la propia interpretación personal de cada autor.
Entre los varios estudios de esos datos disponibles podemos encontrar el siguiente artículo, titulado An Alternate Look at Handgun Stopping Power [una visión alternativa del poder de parada de una pistola], escrito por Greg Ellifritz y publicado con fecha 8 de julio de 2011 en la página web Buckeye Firearms Association, que reproducimos a continuación con autorización de Clint Lake, responsable de esa página web.
Este artículo no descubre nada nuevo que no fuera ya conocido. Sin embargo, si que aporta un punto de vista diferente sobre los datos recopilados personalmente por su autor a partir de enfrentamientos armados reales. Queda claro que lo más importante al tratar de incapacitar inmediatamente a una persona radica en la colocación de los impactos y que las diferencias entre calibres como el 9 Luger, el .40 S&W o el .45 ACP no resultan tan relevantes como alguno piensa. Juzga por ti mismo tras leer este artículo y si después todavía tienes dudas sigue el consejo del autor y lleva a cabo tu propio estudio.
Una visión alternativa del poder de parada [Stopping Power] de una pistola
8 de julio de 2011
Por Greg Ellifritz
Hace mucho tiempo que me interesa la cuestión del poder de parada [stopping power] de un arma de fuego. Recuerdo leer sobre este tema en la revista Handguns allá por finales de los años 1980 cuando Evan Marshall escribía artículos sobre sus estudios del poder de parada. Cuando en 1992 salió a la venta el primer libro de Marshall me lo compré inmediatamente a pesar del hecho de ser un estudiante universitario que realmente no podía permitirse los $39 que marcaba su etiqueta del precio. A lo largo de los años me compré todos los demás libros de Marshall así como cualquier otra cosa que pudiera encontrar sobre este tema. Incluso tengo un ejemplar de la primera edición del libro Gunshot Injuries [Heridas de Bala], de Louis Lagarde, publicado en 1915.
Cada fuente que leo recoge apreciaciones diferentes. Algunas fuentes afirman que los datos aportados por Marshall son brillantes. Otras sugieren que son estadísticamente imposibles. Unos abogan por balas grandes y pesadas. Otros se decantan por balas más ligeras y más rápidas. No hay ningún consenso. Cuanto más leo más confundido me encuentro.
Una cosa que recuerdo haber leído que me pareció muy lógica fue en un artículo de Massad Ayoob, en el que hizo públicos sus propios datos sobre el poder de parada, más o menos cuando Marshall publicaba su libro Handgun Stopping Power [poder de parada de una pistola]. En ese artículo Ayoob aceptaba las críticas y sugería que quien no creyera sus datos debería obtener los suyos propios y sacar sus propias conclusiones. Me pareció algo coherente así que eso fue exactamente lo que hice. Siempre tuve un ligero reparo con la metodología del trabajo de Marshall y Sanow. Por motivos de coherencia SOLO consideraron impactos sobre el torso y SOLO consideraron los casos en los que la persona recibiera un único impacto. Los casos de impactos múltiples desmontaban sus conclusiones, así que los excluyeron. Esto condujo a un porcentaje de poder de parada tan alto que no resultaba realista, porque no se tuvieron en cuenta muchos de los casos en los que no se paró a la persona. Tenía que considerar los impactos en cualquier parte del cuerpo de forma que obtuviera una visión realista del verdadero poder de parada sin importar cuántos impactos llevara conseguir parar a la persona. Así que empecé a recopilar datos.
Durante un periodo de 10 años estuve tomando nota de los resultados sobre el poder de parada de todo tiroteo que pude encontrarme. Hablé con los participantes en algún tiroteo, me leí los informes policiales, asistí a las autopsias y escudriñé los periódicos, las revistas e Internet en busca de cualquier dato fiable sobre lo que le sucedía al cuerpo humano cuando recibía un disparo.
Recopilé todos los datos que pude, anotando el calibre, el tipo de proyectil (si se sabía), dónde impactaba el proyectil y si la persona era incapacitada o no. También analicé los datos sobre víctimas mortales, tomando nota de qué proyectiles eran más propensos de producir la muerte y cuáles no. Fue un trabajo exhaustivo pero estoy contento de haberlo hecho y me alegra presentarte a continuación los resultados de mi estudio.
Antes de entrar en los detalles tengo que advertirte que no tengo ningún interés en esta guerra. No me dedico a vender munición. No recibo compensación alguna de ningún fabricante de armas o munición. Llevo muchas pistolas diferentes para defensa personal. A lo largo de las dos últimas semanas he portado una pistola calibre .22 Magnum, otra .380 Auto, un revólver .38 SPL, tres pistolas 9mm diferentes y una .45 Auto. No pretendo convencerte de nada. Si estás contento con tu 9mm me alegro por ti. Si crees que todo el mundo debería tener un .45 (porque no hay un .46) también me alegro por ti. Yo me limito a presentarte los datos. Si no te gustan, sigue el consejo del Sr. Ayoob y realiza tu propio estudio.
Algunas aclaraciones sobre terminología empleada
Puesto que se trataba de mi estudio tuve que determinar las variables a tener en cuenta y sus definiciones. Aquí tienes las variables que analicé:
- Número de personas a las que se disparó.
- Número de disparos que impactaron.
- Cuántos impactos necesitó de media una persona para cesar su acción violenta o resultar incapacitado. Para este número consideré los impactos en cualquier parte del cuerpo. Para considerarse incapacitación inmediata utilicé un criterio similar al de Marshall. Si el agresor estaba golpeando o disparando a su víctima el impacto tenía que detener inmediatamente el ataque sin que se lanzara otro golpe o se realizara otro disparo. Si la persona sobre la que se disparó se encontraba realizando la acción de correr (tanto alejándose del tirador como acercándose a él) habría de haber caído al suelo antes de recorrer 1,5m.
- Excluí también todos los casos de disparos accidentales o suicidios. Cada disparo analizado en este estudio se realizó durante un combate militar o un enfrentamiento con un delincuente.
- Porcentaje de enfrentamientos armados en los que se produjeron víctimas mortales. Para ello consideré únicamente impactos sobre la cabeza o el torso.
- Porcentaje de personas que no resultaron incapacitadas sin importar cuántos impactos recibieron.
- Precisión. Porcentaje de impactos sobre la cabeza o el torso. Analicé este factor para comprobar si las variaciones podrían afectar al poder de parada. Por ejemplo, si con un calibre hubiera un enorme porcentaje de impactos sobre los brazos podemos esperar que el poder de parada de ese cartucho no parecería tan bueno como el de un calibre con el que la mayoría de los impactos fueran sobre la cabeza.
- Porcentaje de incapacitaciones producidas con cada impacto calculadas a partir de dividir el número de incapacitaciones entre el número de impactos. Como en los datos de Marshall únicamente consideré los impactos sobre el torso o la cabeza para este cálculo.
- Porcentaje de personas que fueron incapacitadas inmediatamente por un solo impacto sobre la cabeza o el torso.
Aquí están los resultados
Discusión
Realmente me hubiera gustado desglosar los datos individualmente según el tipo de proyectil pero no disponía de los datos suficientes como para llegar a un nivel de significado estadístico. Recopilar los datos puntuales sobre casi 1.800 enfrentamientos armados fue un trabajo duro. No podría imaginar desglosarlos más allá de lo que lo hice aquí. Asimismo creo que los datos relativos a los calibres .25, .32 y .44 Magnum han de considerarse con recelo. Sencillamente no dispongo de los datos suficientes (en comparación a los otros calibres) como para realizar una comparativa rigurosa. Incluí en mi estudio los datos de los que dispongo, pero, en realidad, ¡no creo que un .32 ACP incapacite a una persona en mayor medida que el .45 ACP!
Otra cuestión a tener en cuenta son los datos sobre el 9mm. En un gran número (más de la mitad) de los enfrentamientos armados con pistolas calibre 9mm, se utilizó munición blindada. Creo que eso desvirtuó negativamente los resultados del estudio. Resulta razonable esperar que la munición blindada (FMJ) no pare tan bien como un proyectil expansivo (JHP) moderno. Personalmente, creo que el 9 mm constituye un mejor parador de lo que aquí indican los números, pero puedes sacar tus propias conclusiones a partir de los datos que se presentan.
Algunos descubrimientos interesantes
Creo que la estadística más interesante es el porcentaje de personas que fueron incapacitadas inmediatamente por un solo impacto sobre la cabeza o el torso. No existía mucha diferencia entre calibres. Entre los calibres de defensa más comunes (.38, 9mm, .40 y .45) había una dispersión de tan sólo ocho puntos porcentuales. No importa el calibre con el que dispares, sólo puedes esperar que poco más de la mitad de las personas a las que dispares acaben incapacitadas inmediatamente con el primer impacto.
La media de impactos hasta la incapacitación también resultó notablemente similar entre calibres. Todos los calibres de defensa más comunes requirieron aproximadamente 2 impactos de media para incapacitar. Otra cuestión a la que prestar atención aquí es lo que se refiere a la cadencia a la que se puede disparar con cada pistola.
Probablemente el .38 SPL tenga la cadencia de fuego más lenta (largo recorrido del disparador de la doble acción del revólver y un fuerte retroceso en los revólver pequeños) y el menor número de impactos hasta incapacitar (1,87). En cambio, entre los calibres más comunes, probablemente sea el 9mm el calibre con el que se puede disparar más rápido y fue con el que se necesitaron más impactos hasta incapacitar (2,45). El .40 (2,36) y el .45 (2,08) se reparten el resto.
En mi opinión, no existe mucha diferencia entre cada uno de estos calibres. El hecho que con algunas pistolas se pueda disparar más rápido que con otras es lo único que produce la diferencia percibida en poder de parada. Si a una persona le lleva una media de 5 segundos pararse tras recibir un impacto, el defensor que dispare una pistola con un retroceso más ligero puede lograr más impactos en ese mismo periodo de tiempo. Podría ser que con menos impactos se hubiera parado igualmente al agresor (dado el tiempo suficiente), pero la capacidad para disparar más rápido desembocó en la colocación de más impactos sobre el agresor. Puede que no tenga nada que ver con el poder de parada del proyectil.
Otro dato que me lleva a pensar que la mayoría de proyectiles comúnmente utilizados para defensa tienen un poder de parada similar es el hecho por el que los cuatro tienen índices de no incapacitación muy similares. Si te fijas en el porcentaje de enfrentamientos armados que no conllevaron la incapacitación del individuo los números son prácticamente idénticos. El .38, el 9mm, el .40 y el .45 obtuvieron todos unos índices de no incapacitación entre el 13% y el 17%.
Habrá quien a la vista de los datos crea «¡nos está diciendo que todos tenemos que llevar pistolas en calibre .22!», pero eso no es cierto. Aunque este estudio demuestra que los porcentajes de incapacitaciones inmediatas por un solo impacto resultan similares entre casi todos los cartuchos de pistola hay mucho más que decir. Fíjate en dos números: el porcentaje de personas no incapacitadas (sin importar cuántos impactos recibieron) y el porcentaje de incapacitaciones por cada impacto. Los proyectiles de calibres más pequeños (.22, .25, .32) obtuvieron un índice de no incapacitación casi el doble que en el caso de los proyectiles de calibres más grandes. Generalmente el porcentaje de incapacitaciones por cada impacto (para lo que consideré todos los impactos en cualquier parte del cuerpo) tiende a ser más alto a medida que el cartucho resulta más poderoso. Esto nos dice un par de cosas.
En un cierto (bastante alto) porcentaje de enfrentamientos las personas cesan sus acciones agresivas tras recibir un impacto, independientemente del calibre o la colocación del impacto. Probablemente estas personas NO resultan incapacitadas fisiológicamente por el proyectil sino que simplemente no quieren recibir otro impacto y abandonan. Llámalo incapacitación psicológica si quieres. Seguramente cualquier combinación de calibre y proyectil arrojará resultados similares en tales casos. Afortunadamente para nosotros se producen muchas de tales «incapacitaciones psicológicas».
El problema lo tenemos cuando no logremos una incapacitación psicológica. Si nuestro agresor lucha contra el dolor y continúa victimizándonos podríamos necesitar un proyectil que produzca el mayor daño posible. En esencia vamos a confiar más en una «incapacitación fisiológica» que no en una «psicológica». Para obligar físicamente a alguien a cesar en sus acciones violentas tenemos que darle en el Sistema Nervioso Central (cerebro o parte superior de la médula espinal) o provocarle una hemorragia lo suficientemente severa como para que caiga inconsciente. En eso parecen mejores los calibres más poderosos.
Otra cuestión a tener en cuenta es que la mayoría de estos enfrentamientos NO supusieron disparar a través de barreras intermedias, cubiertas/parapetos o ropa gruesa. Si en tu vida prevés tener que hacerlo (esto es, eres policía y puede que tengas que disparar a alguien en un coche), una vez más, me inclinaría hacia los calibres más grandes y poderosos.
Lo que creo que demuestran mis datos es que en la mayoría de los enfrentamientos armados la persona sobre la que se dispara simplemente abandona sin una auténtica incapacitación por el impacto. En tal caso, casi cualquier proyectil responderá satisfactoriamente. Si quieres estar preparado para poder hacer frente a una persona que no abandone tan fácilmente, o quieres disponer de un buen rendimiento incluso tras disparar a través de una barrera intermedia, yo escaparía de «pistolillas» en calibres .22, .25 y .32.
Ahora compara las cifras para los calibres de pistola con las cifras generadas por fusiles y escopetas. Para mi realmente no existe un debate sobre el poder de parada. ¡Todas las pistolas son caca! Si quieres incapacitar a alguien, ¡usa un fusil o una escopeta!
Lo que resulta más importante incluso que el calibre es la colocación de los impactos. Para todos los calibres, si desglosas las incapacitaciones en función de dónde impactó el proyectil, descubrirás cierta información de utilidad.
Impactos en la cabeza = 75% de incapacitación inmediata
Impactos en el torso = 41% de incapacitación inmediata
Impactos en las extremidades (brazos y piernas) = 14% de incapacitación inmediata
No importa el calibre que utilices, ¡tienes que impactar sobre algo importante para incapacitar a alguien!
Conclusión
Terminar este estudio me llevó mucho tiempo y esfuerzo. A pesar del trabajo que requirió estoy contento de haberlo hecho.
Los resultados que obtuve de este estudio me llevan a creer que realmente no existe tanta diferencia entre los proyectiles y calibres de pistola más defensivos. Ninguno constituye un rayo de la muerte, pero la mayoría funcionan adecuadamente, incluso el modesto .22.
He dejado de preocuparme por intentar encontrar el proyectil «definitivo». No existe.
Y he dejado de sentir la necesidad de aferrarme a mi .45 cada vez que salgo de casa por miedo a que mi 9mm no tenga suficiente poder de parada [stopping power].
¡Señoras y señores, porten lo que gusten! El calibre no resulta realmente tan importante.
Echa un vistazo a los datos. Espero que te ayuden a decidir qué arma portar. No importa la pistola que elijas. Escoge una que sea fiable y adiéstrate con ella hasta que puedas conseguir impactos certeros y rápidos. ¡Además de eso realmente nada importa!
Greg Ellifritz es el instructor en tácticas defensivas y armas de fuego de una policía local de Ohio. Está certificado como instructor o maestro instructor en más de 75 sistemas de armas diferentes, programas formativos en tácticas defensivas y especialidades policiales. Greg tiene un máster en Gestión y Política Pública [Public Policy and Management] y es instructor tanto para la Academia de Policía de Ohio [Ohio Peace Officer’s Training Academy] como para el Tactical Defense Institute. Para mayor información o contactar con Greg visita la web de su centro de formación Active Response Training.
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Buf, llego un poco tarde a responderte, pero es que no me había dado cuenta hasta ahora que me he puesto a buscar cuándo y dónde había salido lo de las pruebas de Estrasburgo.
Sinceramente, te agradezco todos tus comentarios y los considero muy enriquecedores, aunque realmente no suela compartirlos, especialmente cuando no veo el fundamento.
En cuanto a los dichosos calibres exóticos, como el 4’6 o el 5’7, no tengo nada que decir salvo repetir lo que han dicho otros que conocen el tema e incluso los han utilizado contra alguien, como se recoge en el enlace anteriormente citasa. El hecho de que sean militares o policías los que den su opinión no creo que desvirtúe los hechos, aunque sí que dan su opinión militares en el enlace citado, para empezar Gary K. Roberts, e incluye la opinión de un suboficial de operaciones especiales. Lo siento pero por lo que parece el 4’6 o el 5’7 no dejan de ser calibres exóticos con un pobre rendimiento terminal, que es lo que principalmente parece haberlos mantenido alejados de un uso más extensivo. No te voy a negar que tendrán su aplicación en determinadas situaciones puntuales, pero no acabo de verles demasiadas ventajas, ni siquiera las que comentas, y supongo que estos calibres estarían más extendidos y no aparentemente tan denostados si realmente se le vieran más pros que contras.
En cuanto a si 9 Luger, .45 o .22 creo que si relees el artículo tendrás la respuesta.
Empiezo diciendo que «parece quedar claro que lo más importante al tratar de incapacitar inmediatamente a una persona radica en la colocación de los impactos y que las diferencias entre calibres como el 9 Luger, el .40 S&W o el .45 ACP no resultan tan relevantes como algunos afirman», lo que no quiere decir que vayamos a elegir una pistola en .22 LR.
Y el autor del artículo traducido dice «Otro dato que me lleva a pensar que la mayoría de proyectiles comúnmente utilizados para defensa tienen un poder de parada similar es el hecho por el que los cuatro tienen índices de no incapacitación muy similares. Si te fijas en el porcentaje de enfrentamientos armados que no conllevaron la incapacitación del individuo los números son prácticamente idénticos. El .38, el 9 mm., el .40 y el .45 obtuvieron todos unos índices de no incapacitación entre el 13 % y el 17 %.
Habrá quien a la vista de los datos crea “¡nos está diciendo que todos tenemos que llevar pistolas en calibre .22!”, pero eso no es cierto. Aunque este estudio demuestra que los porcentajes de incapacitaciones inmediatas por un solo impacto resultan similares entre casi todos los cartuchos de pistola hay mucho más que decir. Fíjate en dos números: el porcentaje de personas no incapacitadas (sin importar cuántos impactos recibieron) y el porcentaje de incapacitaciones por cada impacto. Los proyectiles de calibres más pequeños (.22, .25, .32) obtuvieron un índice de no incapacitación casi el doble que en el caso de los proyectiles de calibres más grandes. Generalmente el porcentaje de incapacitaciones por cada impacto (para lo que consideré todos los impactos en cualquier parte del cuerpo) tiende a ser más alto a medida que el cartucho resulta más poderoso. Esto nos dice un par de cosas. […]»
Por otra parte, hay cosas de tu comentario que no llego a entender, como lo del latín «argumentum ad verecundiam». Sinceramente, no recuerdo cuándo y dónde doy «por hecho que cierto equipo o armamento es mejor porque lo llevan ciertas unidades yankees», aunque no voy negar que errónea o equivocadamente pueda haberlo dicho o dado a entender, porque tengo claro que en tal caso estoy un tanto equivocado. Supongo que en algún momento lo he dado a entender.
Creo que la realidad es que ciertas unidades yankees, que parecen estar consideradas como, sino las mejores, de las mejores del mundo, tratan de disponer del mejor armamento y equipo disponible. No siempre será así, y no todo aquello de lo que dispongan será lo mejor sólo porque lo utilicen dichas unidades, pero sí que intentan que así sea y en muchas ocasiones creo que lo consiguen. De ahí que no sean pocas las marcas que se fijen en esas unidades o incluso pregunten qué necesitan para darles lo mejor. Se puede decir que las marcas buscan darle lo mejor a esas unidades. No sé si me explico.
De esto se deriva que si algún elemento de armamento y material resulta realmente bueno, lo mejor, posiblemente lo acaben utilizando o lo utilicen desde un primer momento en tales unidades. Sí que es cierto que hay que tener cuidado porque no siempre es así e incluso los propios miembros de esas unidades a veces se buscan la vida por si mismos para disponer de lo que les va mejor.
Y ya por último, lo de la prohibición esa de la que hablas no tengo ni idea. Creo que en EE.UU. puedes disponer prácticamente de cualquier marca y modelo de fusil del mundo y no es raro que las propias marcas tengan allí su fábrica sólo para servir al mercado estadounidense. No sé si lo hacen por saltarse la prohibición esa, que desconozco. Así que no parece que esa prohibición sea impedimento alguno para que si un fusil es bueno tenga su cuota de mercado. Y si hablamos de militares, teniendo en cuenta que HK y FN, por ejemplo, no son originalmente estadounidenses y ambas marcas cuentan con el beneplácito de las FAS estadounidenses como ganadoras de algún que otro contrato para el suministro de armas a sus fuerzas, no acabo de ver la repercusión de esa prohibición, que no sé hasta dónde alcanza ni qué implica a día de hoy.
No creo que la prohibición esa sea la razón por la que en EE.UU. predominan los clones de AR-15. Supongo que quizás tenga más que ver la abundancia de marcas y modelos de AR-15, que creo que es un diseño de dominio público y por eso lo puede fabricar cualquiera, aunque no tengo claro si realmente se paga algún tipo de copyright. Además, no se le puede negar la excelente ergonomía al AR-15, la variedad y abundancia de piezas y accesorios, e incluso la fiabilidad cuando se trata de marcas y modelos de calidad. Pero no empecemos un debate sobre la fiabilidad del AR-15 porque no estoy en disposición de llevarlo a cabo, ya que no utilizo ni he utilizado un fusil de ese tipo. Ese debate se lo dejo a los usuarios de esas armas y los que prueban realmente su fiabilidad.
Un saludo.
Evidentemente tu tono era irónico, eso estaba claro. No se que pasa pero parece que lees muy rápido y analizas poco. Se ve claramente cuando te responde el tal doctor Grao (si no recuerdo mal) en el artículo de Dunning-Krugger, o cuando respondes a ciertos comentarios.
Supongo que es porque tienes un cerebro en constante ebullición, y no me malinterpretes, lo digo porque me parece admirable la cantidad y la frecuencia de artículos que escribes. Por lo poco que he podido hablar contigo, parece que tienes las neuronas en ebullición, que eres de esas personas que tiene ansia por aprender e insisto, no lo digo como algo malo, yo creo que también soy así, pero desde luego no dispongo de tu capacidad de trabajo para poder plasmarlo por escrito.
Dicho esto, en el caso de lo de Dunning-Krugger lo único que te quería hacer entender dicho doctor, es que ese efecto sucede cuando una persona realiza una sobreestimación de sus propios conocimientos muy exagerada. El hecho de sobreestimar tus conocimientos sobre un tema no es padecer de Dunning-Krugger, al igual que, que te de asco/miedo/»repelús» una araña no significa que padezcas aracnofobia. Por tanto, en el hipotético caso de que un campeón de España de IPSC nos instruyese y nos enseñase alguna táctica bastante cuestionable, no podríamos decir que «padeciese» de Dunning-krugger. Simplemente estaría sobreestimando un poco (o un mucho) parte de sus conocimientos. Escribo toda esta «chapa» por poner un ejemplo de cosas en las que digamos… «se te va la olla».
En el artículo de Gary K. Roberts parece que te olvidas de cuando dice «es de todos conocido el asombroso potencial incapacitante del proyectil M882 (proyectil blindado de 9 mm.) de la M9 (pistola Beretta 92FS)… [ironía]». Básicamente, ese artículo también habla de que es mucho mejor un .45 ACP que un 9x19mm, cosa que pareces obviar en otros artículos en los que pones de relieve las ventajas del 9mm ante ciertos calibres mayores, incluido este artículo que nos ocupa.
Parece también que olvidas el apartado de CONCLUSIÓN de este mismo artículo que nos ocupa. Si, los dos últimos párrafos. Parece que olvidas cuando en los comentarios del artículo que compara el AR15 con el AK47, y también sale a colación el G36, dejas a un lado la fiabilidad de las armas en cuestión (una locura mires por donde lo mires), para poner de relieve que arma es mejor en cosas como colocación de impactos, cosa en la que estos pequeños calibres superan a los grandes ampliamente. Si, es así, si quieres colocar muchos impactos rápidamente sobre un blanco es mucho mejor un 5.7×28, un 4.6×30, o un .22LR que cualquier 9mm o superior. Hablas también en otros artículos (en el de «Características no deseables para un arma corta» y otros, si no recuerdo mal) de las ventajas que tiene el 9mm sobre calibres mayores por la colocación de impactos.
No detectas que el artículo de Gary K. Roberts está muy orientado a la policía, pero militarmente no se habla de esos cartuchos, que son MUY ÚTILES para las unidades de operaciones especiales. Los militares no dan su opinión, solo policías (Pat Rogers no ha usado esos calibres siendo militar). Y las situaciones militares pueden ser muy diferentes a las policiales. ¿Quieres que te diga para que vienen bien armas del estilo P90, MP7 o Five seveN a los miembros de una unidad de operaciones especiales? Como armas secundarias. Un operador en la mayoría de los casos no va a sacar su pistola más que cuando ya no pueda usar su arma principal. Cuando llevas 50kg de equipo, que quieres que te diga, es mejor llevar una pistola del 5.7 o del 4.6 que una de 9mm o calibres mayores, y digo una pistola, porque quizá la Five seven no sea la más adecuada. Una Five seven cargada con 20 cartuchos pesa menos que una Glock17 vacía. Podrías llevar la pistola con 60 cartuchos encima para autodefensa y que pese poco. Un tirador que lleve un fusil del 12.7×99 o del .338 podría llevar una P90 o una MP7 durante la infiltración y exfiltración para su autodefensa, sin tener que llevar un peso extra en algunos casos inadmisible que significaría en muchas ocasiones llevar un FUSA del 5.56 o superior con una importante cantidad de munición.
Estarás de acuerdo conmigo en que dos impactos de 5.7 o 4.6 en el pecho descubierto o blindado con un nivel NIJ IIIA le quitan a cualquiera las ganas de luchar o perseguirte en menos de 30 segundos. En el SNC no cabe duda. Si a esto le unes un buen parapeto o simplemente distancia de por medio, estos calibres de arma corta son ideales (entre otros calibres de arma corta) para hacer una rotura de contacto, y son ideales por varias cosas. Su gran capacidad perforante (puede que un 9mm perforante tenga una capacidad muy similar), su trayectoria tensa (de lejos muy superior a la de un 9mm, y por tanto ayuda a tener precisión a largas distancias) y la capacidad del cargador (en el mismo volumen muy superior al 9mm). Cambiar cargadores no es lo mejor cuando te están disparando.
Te contradices también, aunque quizá sin saberlo, cuando en ciertos comentarios de tus artículos, das por hecho que cierto equipo o armamento es mejor porque lo llevan ciertas unidades yankees, cosa que por cierto es una falacia lógica, en concreto es un «argumentum ad verecundiam». Me explico: Como bien sabes, la «creme de la creme» de los SEALs, son el DEVGRU o Seal Team Six. También sabrás que en el DEVGRU se hizo una selección de personal entre los equipos que lo formaban para elegir al personal que participaría en «Lanza de Neptuno» para cazar a OBL (si, esos chicos que «dicen» que llevaban el HK 416). Pues esos chicos, la «creme de la creme» ya no de los SEALs, si no del DEVGRU, también usaban el MP7, no digo en esa operación en concreto, pero desde luego en otras (y por lo que se no disponían de MP5 en Afganistán). Hay informaciones por ahí que parece que demuestran que lo siguen usando http://www.thefirearmblog.com/blog/2013/10/07/seal-team-6-leaves-magpul-pmag-garmin-foretrex-401/. Este argumento para mi no sirve de mucho, pero si tu defiendes tu falacia lógica de creer que lo que llevan «los mejores» es «mejor», creo que tendrías que reescribir tus artículos.
Ah, y otra cosa, eso de que «los operadores eligen lo que quieren llevar» es cierto solo hasta cierto punto, es más, es mentira. Que exista cierta capacidad de elección, no es que puedan elegir lo que quieran. Que puedan elegir entre el M4 de colt y diferentes clones de otras marcas, el HK 416 y el SCAR-L, solo en ciertas ocasiones, no quiere decir que puedan elegir lo que quieran, porque no pueden, ni los yankees ni por lo que yo sé ninguna unidad de operaciones especiales del mundo. Todo queda siempre bajo la voluntad de algún «gran jefe» y limitado en menor o mayor medida.
Ya que estamos, una cosa que me repatea y me parece bastante mal si pretendes hacer un blog serio es, que para defender tus argumentos saques a la luz mil enlaces que apoyen tu teoría pero no investigues nada sobre un argumento contrario al tuyo. Por ejemplo, no saber que Bush prohibió importar armas de asalto semiautomáticas extranjeras en 1989 es algo bastante importante para entender porqué a día de hoy en el mercado yankee predominan los clones de AR15 y no otro armamento. En el siguiente enlace de abril del 2014 hablan de esa ley aprobada en 1989 y te remiten a un artículo del NY TIMES de ese año. http://www.ar15.com/archive/topic.html?b=1&f=5&t=1612104
Bueno… al final me he liado, demasiado. Te tendría que haber respondido con sus enlaces correspondientes en todas las discusiones que hemos tenido previamente, pero desgraciadamente no dispongo de tiempo, ni de buena conexión, ni de tu capacidad para escribir. El día que tenga tiempo y ganas podré argumentarte todas mis respuestas con sus fuentes correspondientes. Solo decirte que estás desvirtuando mucho este blog con tu propia opinión, hasta el punto que tú mismo te tendrías que acusar de «ser un Dunning-Krugger», (que evidentemente, no eres, aunque TU HUBIESES PENSADO QUE SI).
P.D: Discúlpame por esta tremenda chapa.
No sé a qué te refieres. Lo de que te fijes en lo buenos que son esos cartuchos lo decía irónicamente. Esos son sencillamente una mierda en cuanto a balística terminal, tal y como pone de manifiesto ese artículo de Gary Roberts.
Lo único que dices respondiendo esto, son dos cosas. 1º No lees los artículos que tu mismo publicas, y 2º que no analizas los artículos que publicas. Contradecirse entre artículos, lo veo hasta lógico, pero cobtradecirse dentro del mismo artículo me parece bastante grave. Me parece que el que te tienes que fijar más eres tú.
Gracias por la información. No tenía ni idea sobre las pruebas de Strasbourg, así que me he puesto a investigar un poco y preguntar. Todo parece indicar que tanto las pruebas como sus conclusiones son un fraude.
El Dr. Gary K. Roberts me comenta lo siguiente sobre este asunto:
Si recuerdo bien, el 28-30 de junio de 1993, el Comité de Balística de Heridas del FBI [FBI Wound Ballistics Committee] investigó «Las Pruebas de Strasbourg» y declaró un fraude los supuestos experimentos. Las múltiples incongruencias, absurdas desde varios puntos de vista (estadística, recogida de datos, protocolo experimental, anatomía), acreditaron acertadamente que «Las Pruebas de Strasbourg» violaban los principios científicos y constituían sin lugar a dudas una hipérbole. Desde un punto de vista legal, los experimentos que consisten en disparar sobre animales vivos sin anestesiar están prohibidos, no sólo en Estados Unidos, sino también en Francia. Las investigaciones llevadas a cabo por los expertos en balística de heridas de la policías y las Fuerzas Armadas francesas no lograron encontrar evidencias de que las pruebas se hubieran llevado a cabo y llegaron a conclusiones similares a las de los estadounidenses: que las pruebas eran un fraude.
IIRC, on 28-30 June 1993, the FBI Wound Ballistics Committee investigated “The Strasbourg Tests” and declared the purported experiments a hoax. Multiple absurd incongruities from an anatomic, experimental protocol, data reporting, and statistical standpoint, aptly illustrated that “The Strasbourg Tests” violated scientific principles and were without question hyperbole. From a legal perspective, the experimental shooting of live, un-anesthetized animals is prohibited not only in the United States, but also France. Investigations by French law enforcement and military wound ballistic researchers failed to find any evidence that the tests were actually conducted and reached similar conclusions to U.S. researchers–that the tests were fraudulent.
Si no recuerdo mal fue la prueba de Strasbourg:
Se realizó en 1991, sobre cabras alpinas debido a similitudes de estos animales a los humanos en capacidad pulmonar, desidad de los huesos, ec). Sacrificandose más de 600 machos adultos.
para identificar el mecanismo físico que causa una rápida incapacitación
A cada cabrío se le colocarón eléctrodos para ir monitoriando a través de un electroencefalógrafo (EEG), la actividad de las ondas cerebrales. Los investigadores observarón la disminución consecuente de la actividad de las ondas cerebrales después del impacto de la bala. También a cada cabrío se le colocó un pequeño transductor pero muy sensible en una arteria del cuello, así los investigadores observarón la presión sanguínea, sí incrementaba o disminuía con el impacto de la bala.
Las Pruebas de Strasbourg comprometierón los calibres : la .380ACP, .38 Special +P, 9mm Parabellum, .357 Magnun, .40 S&W, 10mm y la .45 ACP. También, éstas pruebas involucrarón a todos los últimos diseños de balas usados en defensa (black talón, etc).
Durante la prueba, se disparó una bala de lado hacia el centro de los dos pulmónes desde una distancia de 3.048 metros (diez (10) pies). Todos los órganos mayores y los vasos sanguíneos de estos fueron evitados. Durante la autopsia, sí se viera que la bala o un fragmento de esta tocase el corazón, el bazo, el hígado o los vasos sanguíneos mayores, el resultado de la autopsia de ese animal no era tomado en cuenta.
Se escogió un pulmón para que se le realizace un disparo, esto debido a la alta probabilidad de que se puede afectar otro órgano cuando recibe el impacto de bala de un policía prescindiendo del ángulo de este.
El recorrido de la bala fue entre 29,21 a 30.48 centimetros (111/2 a 12 pulgadas) través del pelo, piél, músculo, costillas, pulmón, pulmón, costillas, músculos, piél y pelo. Cada estilo de bala en cada prueba de calibre fue disparada 5 veces. En algunos casos, el pelo actuó como una verdadera ropa pesada e hizo ver la efectividad de la cavidad de una hollow point.
Los investigadores encontrarón un vínculo entre la «intensividad» de la presión sanguínea y la capacidad de colapsar instantánemente a Cabríos de 160 libras con un solo dísparo justo a los pulmónes.
Los Cabríos que rápidamente colapsarón presentaban una tensión arterial mayor, 12 veces más elevada que la presión arterial de los Cabríos que no sufrierón un colapso rápido. Este pico de la presión arterial fue de una duración extremadamente corta pero con una extremada amplitud. Cuando estos picos distintivos ocurrían, el EEG (electroencefalograma) inmediatamente lo declinava o marcaba una línea recta.
Basados en los picos de la presión arterial que causaron el colapso rápido, los investigadores de la prueba de Strasbourg definierón la incapacitación inmediata como » la interrupción relativa de la presión en una actividad electro-química normal».
El primer grupo de alzas (picos) de tensión es causado por la presión que es generada por el impacto de bala. El segundo grupo de picos de tensión es causado por un acto radial lento de la presión que es generada por los lados de la bala. Esta es la cavidad temporal estrecha. Juntos, representan una serie de grupos de alzas (picos) de la tension arterial, dando como resultado que se mantenga un sistema de tensión elevado. Estos picos de tensión arterial estan en investigación y estan casi seguros de que aféctan al cerebro, aunque solamente se mezcle y haga subir la presión arterial la sangre de los pulmónes y éstos sean los únicos órganos afectados por la bala.
El grupo investigador cree que una hendidúra (cavidad) temporal puede ser tan importante en causar una incapacitación, como el primer grupo de picos de presión arterial que ocurre por el impacto de bala. Desde que ambos picos de presión ocurren juntos casi al mismo tiempo, los investigadores creen que es apropiado tratar los primeros dos grupos de picos de tensión como una simple súbida de tensión arterial.
¡Fíjate si son buenos los cartuchos 5’7 y 4’6!
http://tirotactico.net/2012/01/16/balistica-terminal-armas-de-defensa-personal-pdw-de-pequeno-calibre-fn-57-mm-y-hk-46-mm-por-dr-gary-k-roberts/
Y este artículo, como muchos otros en internet o comentarios de foros viene a decir lo de siempre. «SOLO LOS IMPACTOS CUENTAN». Y especialmente en el caso de las armas cortas estoy de acuerdo en que la colocación y penetración es más importante que cosas como el poder de parada. Justamente por estos motivos, el 5.7×28 y el 4.6×30 son cartuchos MUY BUENOS para armas cortas defensivas. Quizá no los usarían para ir a neutralizar a alguien, pero ofrecen mejor capacidad de penetración muy alta, una trayectoría muy tensa hasta unos 200m, una capacidad de penetración y una capacidad de cargador que los cartuchos convencionales no pueden igualar en conjunto. Y el autor de este blog, aunque no se atreva a admitirlo ( ;D ) está de acuerdo conmigo, puesto que si para el M4 es importante el «encadenamiento de impactos», para una pistola también lo debiera ser, y si el HK416 es bueno porque lo usa el una «selección exclusiva de operadores del SEAL TEAM 6», para cazar a OBL, tambien lo será la MP7 que han usado estos mismos hombres, ¿no?.
¿Puedes darnos algún dato más sobre ese estudio? ¿dónde se llevó a cabo? ¿quiénes? ¿cuándo? ¿cómo se titula?
Los datos son muy interesantes, porque lo son sobre los hechos reales incluidos todos los «elementos de distorsión» que se dan en un enfrentamiento. Como un brazo interpuesto en la trayectoria de la bala.
Sin embargo, adolece de fallos importantes. para empezar no incluye los datos según el tipo de bala usada, siendo este un factor de gran importancia.
En un estudio hecho en Suiza sobre animales con una capacidad pulmonar similar a los humanos, y por tanto no condicionados psicológicamente ante un disparo (no saben si que es eso), ni por estress previo, ni otros factores, evitando el corazón y otras zonas. Los resultados fueron muy similares a los de Marshall & Sanow.
En estos los animales recibian un seguimiento de sus constantes vitales antes, durante y después de se sacrificados. Y el resultado parece tener que ver con los picos de y la alteración de la presión sanguinea que afectaban al riego cerebral, algo similar supongo al efecto en una persona de una bajada o subida de tensión repentina de toda la vida.
Al parecer, la capacidad temporal de las armas cortas tiene pues más efecto en el poder de detención de lo que su falta de lesividad permanente parece indicar.
El tamaño no importa, pero con matices importantes… NO ES LO MISMO DISPARAR A UNOS 7 METROS DE DISTANCIA ALCANZANDO A UNA PERSONA POR UN FLANCO DONDE POR CIRCUSTANCIAS SE INTERPONE UN BRAZO ANTES DE LLEGAR AL TORSO PARA LLEGAR A ZONAS VITALES (MOVIMIENTO), con un 22 LR de 40grains y a unos 280ms, que alcanzar el mismo blanco con un 9mmP de 124grains a unos 340ms.
habrá que colocar primero pero luego hay que llegar hasta esa zona orgánica para que el disparo sea efectivo. Por lo tanto, reitero lo dicho, hay que colocar porsupuesto, pero tambien llegar… Y aunque es cierto que todos los calibres de pistola pueden matar, el factor velocidad, peso influye mucho en este cometido puesto que las armas de mano comparadas con las armas largas, no alcanzan velocidades significativas. Saludos
¡Ahí le has dado!
Creo que solo habrá tenido en cuenta enfrentamientos armados del ámbito civil estadounidense, porque será a lo que ha tenido acceso.
En el ámbito militar creo que pocos datos, sobre los efectos de calibres de pistola, podría sacar porque me imagino que gran parte de los enfrentamientos son con fusil de asalto y, por tanto, normalmente en el mismo calibre, el reglamentario.
El autor dice que tomó en consideración combates militares y enfrentamientos con delincuentes.¿Sería posible saber de este estudio si hay alguna diferencia entre lo militar y lo policial?. Es decir, ¿ se obtienen las mismas estadísticas si sólo se considera lo militar o lo policial?
En conclusión , el tamaño no importa (demasiado).
Creo que al final en lo que todo el mundo está deacuerdo es en la colocación de los impactos, pero creo que este artículo deja un poco liado al final del mismo en cuanto a que calibre portar. Estoy deacuerdo que a muy corta distancia un 22 colocado en el craneo o un 9mm Luger tendrá como resultado una incapacitacion muy alta, con prácticamente poca diferencia en cuanto a efectividad, pero yo personalmente me quedaría con «uno para todo». EL 9MM ES EL QUE ELIJO. Controlable, alta capacidad en el cargador con lo que si se entrena habra más posibilidades de colocación… Poder de penetración. Muy poca diferencia en cuanto a producir cavidades permanentes utilizando puntas especiales, si lo comparamos con la «competencia», 40 S&W y 45 ACP, más accesible y económico. En fin solo insistir en que estoy totalmente deacuerdo en éste magnífico artículo menos en lo de que da igual el arma-calibre que elijas. También quiero dejar claro que esto es muy personal y desde luego puedo estar equivocado, pero mi lógica en éste punto me dice lo contrario. Saludos.
Muy interesante, mucha información que procesar y digerir.
Gracias por hacernos llegar estos artículos.
Un saludo!
Juan Pedro
Gran articulo si señor y ahora tiempo para pensar toda la información.