Las Fuerzas Terrestres Rusas acaban de recibir el primer lote de morteros autopropulsados 2C4 Tulip de 240 milímetros modernizados. La modernización de estas armas de la década de 1960 incluye enlace de datos, equipos de comunicaciones y sistema de control de fuegos nuevos. Con el tiempo Rusia pretende modernizar todos los vehículos ─500─ que tiene almacenados.
«Con esta profunda modernización se instalan equipos de control y comunicaciones modernos en los vehículos de combate», se puede leer en una declaración del Ministerio de Defensa ruso.
«Antes de ser entregados a las unidades, se revisaron todos los ejemplares bajo la supervisión de oficiales militares».
Aunque en el pasado el 2C4 tuvo una misión nuclear, constituye principalmente un arma de apoyo de infantería. «Tuvo una misión nuclear, pero en realidad es un mortero pesado para destruir posiciones fijas», decía Mike Kofman, un científico investigador del Center for Naval Analyses [Centro de Análisis Navales] especializado en cuestiones militares rusas, al medio The National Interest.
«Su principal ventaja es que puede introducir en combate un proyectil de mortero de muy alto explosivo desde un ángulo de ataque claramente ventajoso».
Mortero autopropulsado 2C4 Tulip. Foto de Wikimedia En la cabecera, foto de Vitaly V. Kuzmin.
Modernizar un arma ya existente resulta mucho más barato que fabricar un vehículo totalmente nuevo para realizar el mismo cometido.
«Rusia está modernizando estos morteros pesados y probablemente sacándolos de la reserva para ponerlos en servicio activo», decía Vasily Kashin, principal investigador del Center for Comprehensive European and International Studies [Centro de Estudios Integrales Europeos e Internacionales] de la Higher School of Economics [Escuela Superior de Economía] de Moscú, al medio The National Interest.
«Se trata de un arma muy potente y efectiva que puede disparar municiones guiadas ─ya las utilizó en el pasado─. Creo que ya no tenemos munición nuclear para mortero».
Kofman duda de que actualmente haya municiones guiadas disponibles para el 2C4. «En la década de 1980 se invirtió en el desarrollo de municiones guiadas para estos morteros», decía Kofman.
«Soy escéptico en cuanto a que queden reservas de PGM (Precision Guided Munitions [municiones guiadas de precisión]) para este sistema de mortero».
Aunque puede que tras el colapso de la Unión Soviética hayan disminuido las reservas de PGM para el mortero de 240 milímetros 2C4, el nuevo sistema de control de fuegos de estos vehículos les permitirá utilizar una munición más nueva y mejor. «Ahora se ha modernizado el sistema de control de fuegos», decía Kashin.
Mortero autopropulsado de 240mm 2B8.
«Lo cual le proporcionará una mayor precisión a más largo alcance, y esto lo convierte en uno de los sistemas de artillería de campaña más potentes ─aunque con un alcance relativamente corto─».
Aunque el mortero autopropulsado 2C4 se desarrolló inicialmente como arma con capacidad nuclear, resulta muy poco probable que el Kremlin vuelva a utilizar tal capacidad alguna vez. En la era moderna existen formas mucho mejores de lanzar un arma nuclear que no estaban disponibles en la década de 1960 cuando se desarrolló el Tulip.
«Dudo que quede alguna cabeza nuclear asignada operativamente a este sistema, o que la dotación aún tenga entrenamiento para lanzar armas nucleares», decía Kofman. «Recordemos que en realidad esta fue una creación de las décadas de 1960 y 70 cuando todo era nuclear».
Como señalaba Kofman, la capacidad nuclear requería algo más que la capacidad física para lanzar un arma nuclear. «Para realizar una misión nuclear has de disponer del mando y control, el entrenamiento, etc. que te permita llevar a cabo un lanzamiento nuclear», decía Kofman.
Como tal, el Tulip ya no es una plataforma de armas nucleares, pero supone una reincoporación muy capaz para las Fuerzas Terrestres Rusas.
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