¿Por dónde lo agarramos [el fusil]? Por Juan I. Carrión.

Hola a todos.

Empezaré diciendo que con este título tan poco específico, en realidad a lo que me estoy refiriendo es a la colocación de la mano de apoyo en el tiro con fusil. Escribo este artículo puesto que me encuentro muchas veces con esta pregunta debido a las diferentes maneras que se ven actualmente, ya sea en las competiciones, Internet o artículos al efecto.

Las funciones que ejerce la mano de apoyo en el tiro de fusil son las siguientes:

– Encargarse de la elevación de la boca del cañón.

– Encargarse, junto con el movimiento del tronco, de los movimientos laterales de la boca del cañón.

– Controlar la elevación del cañón causada por el retroceso. Este trabajo no lo realiza en exclusiva este brazo, sino que lo hace en conjunción con el tronco del cuerpo y el hombro y el brazo de la mano armada.

Cuando se tienen todos los datos de una ecuación, es mucho más sencillo solucionarla. Sabiendo todas las opciones de una técnica determinada, se puede elegir la más acorde independientemente de que sea la de «moda».

Las maneras de sujetar el fusil con el brazo de la mano de apoyo son tres:

1. Agarrando el fusil por la embocadura del cargador. Esta manera muy típica de los años 90 fue, según dicen algunos, incorporada al tiro con fusil después de la incursión de los subfusiles (sobre todo los HK MP5) en la mayoría de los equipos antiterroristas e unidades de intervención del mundo.

Agarrando por embocadura cargador.

Ventajas: Ambas manos quedan muy próximas, lo que la hace una manera muy cómoda de llevar el fusil, ya que es fácil que los codos queden apoyados sobre el tronco del tirador, reduciendo así enormemente la fatiga.
Inconvenientes: El mayor inconveniente de esta manera es que el control de la boca de fuego del fusil es muy bajo, provocando el movimiento y el retroceso grandes oscilaciones en la bocacha. Este problema se acentúa cuando el fusil tiene en la parte delantera peso añadido proveniente de equipo adicional como son linternas, equipos láser, supresores,…

2. Agarrando el fusil por la parte más adelantada posible. Esta versión está incorporada del tiro deportivo. La mano del brazo de apoyo se coloca lo más adelantada que el tirador sea capaz, llegando en algunos casos a estar ese brazo totalmente estirado.

Agarrando de parte más adelantada.

Con el brazo totalmente estirado.

Ventajas: El control de la boca de fuego es máximo. Una metáfora válida sería compararlo con la escritura con un lápiz. La capacidad de control de lo que se escribe es mucho más alta si se agarra el lápiz de la parte delantera que si se sujeta de la parte trasera.
Inconvenientes: Trabajando de esta manera, el peso de la parte delantera del arma es soportado solamente por el hombro del brazo de apoyo del tirador, sin apoyo de otros músculos. Para la realización de un ejercicio de tiro de una competición de I.P.S.C. de fusil (que no suelen superar los 30 segundos de actuación) puede ser más que válido, pero en el terreno táctico aparecen las deficiencias, ya que la fatiga aparece rápidamente en trabajos de más larga duración.

3. Agarrando el fusil por la parte media del guardamanos (en fusiles de tamaño estándar). Esta manera conjuga un poco de las dos anteriores. El brazo de la mano de apoyo queda doblado en un ángulo cercano a los 90º y dirigido sensiblemente hacia el suelo. De esta manera se consigue que aparte del hombro, otros músculos como el bíceps y el pectoral entren a jugar en la tarea de sujetar el fusil.

Codo hacia el suelo a 90º.

Ventajas: Conjugación de resistencia muscular y control de la boca de fuego.
Inconvenientes: Algo menos de control de bocacha que el tipo 2 y algo menos de resistencia a la fatiga que el tipo 1.

Por lo tanto, conocidas las maneras con sus ventajas e inconvenientes, es cuestión del tirador decidir qué versión es la que mejor se adapta a las características del tiro que quiere hacer. Desde mi punto de vista, estaría entre la opción 2 o la 3 dependiendo de si fuera un tirador solamente deportivo o un tirador táctico. Si estuviera en ambos mundos, me decantaría por la 3 en aras de buscar la consistencia (hacer siempre lo mismo), sabiendo que estoy sacrificando algo de control de boca de cañón… la vida no es perfecta.

No quisiera terminar el artículo sin mencionar cómo agarrar el guardamanos, y con esto me refiero a si agarrarlo como se haría con una lata o un palo, o por el contrario agarrarlo manteniendo el dedo pulgar en dirección al blanco. En esto hay mucho de preferencia personal. Desde mi punto de vista, agarrándolo como un palo se hace algo más de fuerza pero se corre el peligro que al querer hacerlo así, se acabe levantando el codo hasta dejarlo paralelo al suelo, con lo que se anula el apoyo de esos otros músculos que mencionaba anteriormente. Si pasara, debe adoptarse la opción del pulgar paralelo al cañón, puesto que es más sencillo mantener la posición del codo hacia el suelo.

Agarre pulgar por encima.

Agarre con pulgar hacia delante.

En el caso de emplear un puño vertical en el guardamanos, la mejor manera de hacerlo es colocando la mano de apoyo de manera similar a como se haría en el empuñamiento de pistola, es decir, manteniendo el pulgar hacia el blanco y ejerciendo presión en la parte inferior del puño vertical. Si se agarra éste como se haría con un palo, el control del guardamanos dista mucho de ser tan efectivo como la anterior, generándose muchas oscilaciones en la boca de fuego.

Agarrando como un palo.

Agarre con pulgar hacia delante.

Los datos de la ecuación están expuestos, ahora solo queda que cada uno la resuelva a base de entrenamiento.

Un saludo.

En los siguientes artículos relacionados puedes encontrar más información:

Posición y/o postura y empuñe de un fusil, por John Shrek McPhee, subtitulado en español por Juan I. Carrión.

“El Empuñe Pinza en C [C-Clamp]”. Mike Pannone. 07JUL13.

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