«Mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo» viene a ser la historia de siempre en lo que se refiere a elementos del equipo. A esto habría que añadir «tanto mejor si te lo dan de dotación y no tienes que comprarlo». Eso sí, si no te lo dan de dotación, ¡cómpratelo!, porque si lo necesitas va a dar igual que no lo tengas porque no te lo hayan dado de dotación. Pero es que además, cuando se trata de algo que puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, como es el caso del torniquete, la cosa resulta más importante. Si bien en España parece que estamos empezando, en EE.UU. van avanzando en este sentido, de forma que, por ejemplo, la Policía de Detroit ─la ciudad más violenta de EE.UU. en 2016─ acaba de recibir 1.100 torniquetes para repartir entre sus agentes, donados a la Detroit Public Safety Foundation [Fundación de Seguridad Pública de Detroit] por el Detroit Medical Center. [Centro Médico de Detroi].
Un policía de Detroit que sabe muy bien lo que es necesitar un torniquete es el agente Stephen Anouti, de 29 años, que en tan solo dos años en la Policía de Detroit ha tenido que aplicar un torniquete en 15 ocasiones; la primera vez fue un herido de bala ─la cual le alcanzó la arteria femoral─ que salvó la vida gracias al torniquete que la aplicó Anouti. Con tal estadística no es de extrañar que actualmente Anouti lleve cuatro torniquetes encima cada vez que entra de servicio, dos en el bolsillo izquierdo del pantalón y dos en el bolsillo derecho del pecho de la chaqueta, donde no le estorben para hacer uso del arma.
El torniquete que utiliza la Policía de Detroit es el SOF Tactical Tourniquet, el modelo de casi 4 cm. de ancho (1’5 pulgadas), que sale por poco menos de 30 euros cada uno. Estos son los torniquetes donados por Scott Steiner ─Director del Detroit Medical Center y sus tres hospitales Detroit Receiving Hospital, Harper University Hospital y Hutzel Women’s Hospital─, según se comprometió durante un simposio sobre heridos en noviembre del año pasado tras escuchar las palabras de Sean English, un chaval de 17 años alumno del Instituto Jesuíta de la Universidad de Detroit que perdió parte de la pierna derecho un año antes después de ser atropellado por un coche cuando trataba de ayudar a las víctimas de un accidente de tráfico.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Jefe de la Policía de Detroit, James Craig, que considera que los torniquetes forman parte de la respuesta a la pregunta que siempre se plantea a sí mismo «¿y si?». Craig recordaba un incidente en febrero de 2017 en el que tres personas fueron asesinadas y dos policías resultaron heridos de bala, sin que los servicios de emergencias sanitarias pudieran llegar hasta los policías herido por lo caliente que estaba todavía la situación; así que un torniquete mantuvo a uno de los policías con vida mientras no fue posible atenderle.
Dejando a un lado el hecho de que la ciudad de Detroit tenga unos índices muy altos de delitos violentos, la posibilidad de un incidente con heridos existe en cualquier parte, de tal forma que el uso del torniquete es algo que no se escapa de la realidad y mejor tenerlo cuando sea necesario ─y saber utilizarlo─.
Ojo cuidao, porque según parece ─yo no lo he probado─ cuando se aplica un torniquete ¡duele!, y mucho, tanto como para que el herido se queje efusivamente. Tratándose de salvar la vida el dolor se convierte en soportable. Por otra parte, según parece no conviene practicar demasiado lo de ponerse el torniquete y apretarlo como si no hubiera un mañana, no solo porque no es necesario hacerlo ─ya se apretará bien llegado el caso─ sino porque su aplicación podría afectar al nervio.
Fuente: Rubin, Neal. Nice twist for Detroit police: 1,100 new tourniquets. The Detroit News. 05ABR18.
Comentarios recientes