¿Amok? ¡No, gracias! Llámalo simplemente «incidente de tirador activo» [Active Shooter Incident (ASI)] y no le busques cinco pies al gato.

Más que impertinentes lo que intentamos ─sin que tengamos por qué conseguirlo─ es ser rigurosos en cuanto a la terminología y eso de «amok» nunca nos ha llegado a convencer, porque ─entre otras cosas─ no nos parece para nada acertado. No llegamos a entender el origen, el significado y la justificación del uso de ese término para referirse a lo que creemos que resulta mucho más acertado y descriptivo llamar «incidente violento activo (IVA)» [active violent incident (AVI)] ─como categoría genérica─ e «incidente de tirador activo (ITA)» [Active Shooter Incident (ASI)] ─como un caso particular dentro de dicha categoría─, como explica este sencillo párrafo de un artículo anterior:

«Un incidente violento activo (IVA) [active violent incident (AVI)] […] se define como una acción violenta dirigida contra la población civil que se encuentra en curso en el momento de realizar la primera intervención» y «representa una de las operaciones del ámbito civil más exigentes para un primer interviniente. Entre los IVAs en el ámbito civil se incluyen incidentes de tirador activo (ITAs) [active shooter incidents (ASIs)], ataques con artefactos explosivos improvisados (AEIs) [improvised explosive devices (IEDs)], incidentes que supongan una acción violenta en curso a la llegada de los primeros intervinientes, etc. La propia definición de IVA implica que los planes de acción inmediata y los procedimientos operativos estándar [standard operating procedures (SOPs)] de respuesta se inicien al mismo tiempo que los intervinientes se están desplazando a la escena, dictando instrucciones tácticas, operativas y estratégicas entre las que se incluye lo relativo a colocación de los vehículos, avenidas de aproximación, gestión del público, mando unificado y respuesta unificada a los heridos para proporcionar el tratamiento óptimo y realizar la evacuación de los heridos». [Fuente]

Volviendo al término «amok», se trata de un término que escuchamos por primera vez por estos lares ─puede que no hace tanto, posiblemente hace menos de cinco años─, es decir, en España, y que no hemos encontrado en ninguno de los documentos o artículos que hayamos podido leer en inglés ─que no son pocos y nos sirven de referencia─. Eso desde un principio nos pareció una pista ─como diría Pat Rogers─ y a poco que buscamos ─y seguimos buscando─ información sobre el tema nos queda más claro que «amok» no es el término más acertado ni utilizado ─lo que no quiere decir que no se pueda utilizar─.

Pero vayamos por partes. Lo primero es comprobar la definición del término «amok».

Para empezar comprobemos la definición del término «amok» que recoge el Diccionario de la Real Academia Española: «entre los malayos, ataque de locura homicida».

Comprobemos también las definiciones del término «amok» que recoge, por ejemplo, el Diccionario Merriam-Webster, de lengua inglesa, que son las siguientes:

amok \ə-ˈmək, -ˈmäk\

variante (menos habitual): amuck \ə-ˈmək\

nombre:

episodio de agresión repentina contra múltiples personas u objetos, normalmente por parte de un único individuo tras un periodo de incubación, que tradicionalmente se ha considerado que se produce especialmente en la cultura malaya, pero que actualmente se ve cada vez más como una conducta psicopatológica que se da por todo el mundo en muchos países y culturas.

Primer uso conocido: 1665.

adverbio:

1. de forma totalmente incontrolada, salvaje, furiosa.

2. en un estado de histeria asesina.

Amok se introdujo por primera vez en la lengua inglesa a mediados de los años 1600 como un nombre con el significado de «histeria asesina». En el siglo XVI visitantes del sudeste asiático informaron por primera vez de un trastorno psiquiátrico conocido en lengua malaya como amok. Normalmente la persona afectada (habitualmente un hombre malayo) atacaba histérico a los transeúntes y mataba a todo el que se encontraba hasta que se desplomaba o lo mataban. Para el siglo XVII los angloparlantes habían adoptado el término amok, tanto en forma de nombre como  de adverbio, así como la frase run amok, traducción del verbo malayo mengamok. Actualmente se admite que la conducta psicopatológica a la que se refiere el nombre amok se produce por todo el mundo en muchos países y culturas. En cuanto al adverbio, el tiempo ha suavizado su naturaleza violenta; hoy día suele describir las acciones del rebelde y no del asesino.

Primer uso conocido: 1672.

adjetivo:

poseído o motivado por una histeria violenta o asesina incontrolable.

Primer uso conocido: 1944.

Otro dato interesante es la traducción al español del término «amok» que recogen los diccionarios inglés-español: «fuera de control, desbocado, frenético, enloquecido»; o para el término «run amok»: «correr a ciegas, correr enloquecidamente, enloquecerse, desbocarse».

Por otra parte, el trastorno psiquiátrico que se denomina «amok» viene recogido en la 10ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del año 1992, así como en el texto revisado de la 4ª edición del Manual Estadístico y Diagnóstico de Trastornos Mentales [Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV-TR)] de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría [American Psychiatric Association (APA)], del año 2002, pero fue eliminado de la última edición de este manual (DSM-5), del año 2013.

«amok Episodio disociativo caracterizado por un periodo de incubación seguido por un estallido de comportamiento homicida, agresivo o violento dirigido contra personas u objetos. Este episodio suele ser provocado por un sentido desprecio o insulto y parece que se presenta solo en varones. El episodio suele ir acompañado de ideas persecutorias, automatismo, amnesia, agotamiento y una vuelta al estado premórbido tras el episodio. Algunos casos de amok pueden producirse durante un breve episodio psicótico o constituir el inicio o una exacerbación de un proceso psicótico crónico. Los primeros informes que utilizaron este término procedían de Malasia. Un patrón de conducta similar se encuentra en Laos, Filipinas, Polinesia (cafard o cathard), Papúa Nueva Guinea y Puerto Rico (mal de pelea), y entre los Navajo (iich’aa)». [Fuente]

Llámalo simplemente «incidente de tirador activo» [Active Shooter Incident (ASI)] y no le busques cinco pies al gatoEn resumen, creemos que queda claro que el término «amok» originalmente se circunscribe a la cultura malaya y hace referencia a alguien que se le va la cabeza y la emprende con todo el mundo e intenta matar a todo el que se cruza en su camino, sin que ello suponga necesariamente liarse a tiros. Esto deja patente que el término «amok» está ligado a un diagnóstico y a una cultura, y no al hecho en sí ni al medio empleado para matar. Queremos decir con ello que ─tomando la definición al pie de la letra─ un incidente de tirador activo podría denominarse «amok» si el tirador es una persona malaya que sufre dicho trastorno psiquiátrico, datos que posiblemente NO sean conocidos cuando se produzca un incidente de este tipo. Lo mismo sucede con cualquier otro incidente violento activo ─independientemente de la motivación y medio empleado─, que teóricamente para ser «amok» su/s protagonista/s ha/n de ser de origen malayo y sufrir dicho trastorno psiquiátrico. De todas formas, que pudiera diagnosticarse como «amok» no parece algo relevante desde el punto de vista de la intervención.

De ahí que al menos a nosotros no nos parezca ni mucho menos acertado denominar «amok» a un incidente de tirador activo o cualquier otro incidente violento activo. Puede que esas sean también las razones por las que no se suele encontrar este término en documentos y artículos en inglés. Aunque parezca que hay un experto en este tema ─y casi cualquier otro─ detrás de cada árbol y debajo de cada piedra, lo cierto es que no es tan fácil encontrar buenas ─aunque haya muchas─ referencias bibliográficas sobre los incidentes de tirador activo.

Y ahora ya que cada uno lo llame como quiera, pero a las cosas si se las llama por su nombre casi que mejor ─no hace falta buscarles otro─.

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