Competencia: abatido de dos disparos en la cabeza por utilizar a un hombre mayor como escudo humano. Fairbanks (Alaska, EE.UU.). Verano 2016.

Obviamente no existe excusa para la incompetencia, de tal forma que toda persona armada es responsable de cada uno de los disparos que realiza. En esta ocasión os traemos el relato e imágenes de una situación por la que una persona recibió dos disparos en la cabeza ─supuestamente justificados, dado que parecía estar utilizando a un hombre mayor a modo de escudo humano─.

El policía que realiza esos dos disparos con su fusil reglamentario parece demostrar no sólo las cosas claras para tomar tal decisión en virtud de las circunstancias, sino además, y sobre todo, su suficiente competencia con el fusil para lograr colocar dos disparos en la cabeza de la amenaza, asumiendo el riesgo para el hombre mayor, podemos suponer que gracias a la confianza en si mismo que le nace de ese entrenamiento que le habrá conferido esa suficiente competencia. Si no tuviera tal confianza en si mismo, por falta de entrenamiento posiblemente, habría sido una temeridad realizar ningún disparo y asumir el riesgo de alcanzar al rehén, porque si la competencia no es suficiente las consecuencias puede ser peores de lo que se pretende evitar.

En fin, como dice Juan I. Carrión, «si entrenas un mojón… te sale un mojón».

(Traducción del texto que figura al pie del vídeo en YouTube)

En una rueda de prensa celebrada el viernes 24 de febrero de 2017, la policía local de Fairbanks (PLF), en EE.UU., anunció que la fiscalía no presentaría cargos por delito contra el sargento de la PLF Gregory Foster por los disparos que mataron a James Robert Richards, Jr., de 28 años, natural de Fairbanks. Richards fue abatido en el verano de 2016 tras presuntamente amenazar a varias personas, escapar de la policía y tomar un rehén.

En la rueda de prensa de la Fiscalía [Office of Special Prosecutions], los funcionarios que investigaron los hechos explicaron que no pretendían «determinar si la conducta del Sgto. Foster fue adecuada en virtud de alguna política de uso de la fuerza». Sino que la investigación se limitaba simplemente a decidir si procedía o no presentar cargos por delito. Según los investigadores no procedía. «En el momento del fatal desenlace, el Sgto. Foster creyó razonablemente que el Sr. Richards intentaba huir tras haber cometido una agresión violenta y que en su huida había tomado un rehén. En tales circunstancias no procede presentar cargos por delito», escribió en una declaración el fiscal Robert E. Henderson.

El sumario de la investigación revela más detalles respecto a la naturaleza del incidente que supuso la muerte de Richards e incluye múltiples fuentes de vídeo que muestran los disparos propiamente dichos. La PLF relató que se requirió su presencia en el lugar después de que Richards agrediera (golpeándoles con una pistola) a dos ciudadanos, disparara contra la pared y «les pidiera dinero y drogas». Acto seguido se alejó andando del apartamento, momento en el que se encontró con la PLF. En las diligencias la policía dice que le dio órdenes en voz alta pero que no respondió. Dos policías realizaron una descarga de Taser contra Richards, pero ninguna de las dos tuvo efecto y logró incapacitarle. La policía dice que la situación se complicó cuando Richards agarró del brazo a hombre mayor y continuó alejándose andando, ignorando las órdenes de la policía de que se parara. Los investigadores dicen que los policías «creyeron que el Sr. Richards estaba utilizando al hombre como escudo humano». Solomon Roberts, el hombre mayor en cuestión, dijo posteriormente que Richards no le amenazó ni tiró de él durante el encuentro.

En ese momento, Foster realizó dos disparos con su fusil reglamentario. «Ambos disparos impactaron en la cabeza del Sr. Richards, provocándole la muerte casi instantáneamente», decía la declaración. Tras el fatal desenlace, muchos vecinos mostraron su preocupación sobre la posibilidad de que la raza tuviera algo que ver en el incidente, ya que Richards era un nativo de Alaska. Durante un acto conmemorativo celebrado poco después, varios vecinos manifestaron tal posibilidad. Ricko DeWilde, uno de los organizadores del acto, decía que la comunidad nativa había tenido una relación tortuosa con la Policía Local de Fairbanks y manifestó su frustración en cuanto a la forma en la que les trataba la policía en el caso de cualquier altercado. «Nos sentamos a esperar durante años una investigación a fondo que ellos mismos realizan», decía DeWilde. «Para mi eso no tiene sentido. Como comunidad nativa hemos de dar un paso al frente y abordar los problemas y estudiarles muy de cerca».

Para ayudar a calmar los ánimos, la investigación fue llevada a cabo por la Fiscalía Especial [Office of Special Prosecution]. Además, la PLF hizo públicas las imágenes de la cámara del salpicadero del coche patrulla y de las cámaras personales de los policías, en las que se podían ver los acontecimientos que condujeron al fatal desenlace, así como los disparos en sí. En el vídeo se puede ver a Richards al lado de Roberts interponiéndolo entre él y los policías que se encontraban en la calle. Se puede ver a varios policías que siguen a Richards por detrás así como a Foster, que «se puso a cubierto tras el coche patrulla del policía [Deputy Chief] Johnson». Cuando Richards se acerca al coche Foster está detrás de pie y abre fuego. El informe concluye que basándose en las acciones de Richards, así como en la información conocida por Foster en aquel momento, «las acciones de Foster, teniendo en cuenta todas las circunstancias, fueron objetivamente razonables».

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