Ni existe la memoria muscular, ni un camión de munición marca la diferencia entre un buen y un mal tirador. La clave radica en la mielinización fruto de repeticiones de calidad.

TED-Ed Lessons Worth Sharing. Cómo practicar de forma eficaz… para prácticamente cualquier cosa. Annie Bosler and Don Greene.

Pues sí, así es. Ni existe la memoria muscular, como se suele decir, dado que los músculos no tienen neuronas. Ni un camión de munición marca la diferencia entre un buen y un mal tirador, dado que el dominio de una habilidad no depende simplemente de la cantidad de repeticiones sino especialmente de realizar bastantes repeticiones de calidad.

Pero esto no resulta nada nuevo, aunque puede que hayas escuchado estos dos mitos y leyendas de boca de algún instructor que se ha quedado desfasado. La clave del dominio de una habilidad como puede ser el tiro radica en la práctica eficaz, que consiste en realizar multitud de repeticiones de calidad, lo más perfectas posibles, tanto física (bastante fuego real pero mucho tiro en seco) como mentalmente (imaginación o visualización mental).

Aquí lo tienes todo mejor explicado en esta lección en vídeo (con el audio en inglés, pero con subtítulos en español que me he tomado la libertad de preparar) realizada por Annie BoslerDon Greene, con animaciones de Martina Meštrović, para el canal TED-Ed, y cuya versión original cuenta con más de un millón de visualizaciones. Te adjunto además la transcripción en español del audio por si prefieres leerlo.

El dominio de cualquier habilidad física, ya sea realizar una pirueta, tocar un instrumento o lanzar una pelota de béisbol, requiere práctica. Practicar consiste en repetir una acción con el objetivo de mejorar, y eso nos permite actuar con mayor facilidad, rapidez y confianza. Pero, ¿qué provoca la práctica en el cerebro para que nos salgan mejor las cosas?

El cerebro tiene dos tipos de tejido neural: sustancia gris y sustancia blanca. La sustancia gris procesa la información en el cerebro, dirigiendo las señales y estímulos sensoriales a las células nerviosas, mientras que la sustancia blanca se compone sobre todo de tejido graso y fibras nerviosas. Para que el cuerpo se mueva, la información tiene que viajar desde la sustancia gris del cerebro, a través de la médula espinal, por una cadena de fibras nerviosas llamadas axones hasta los músculos.

Entonces, ¿cómo afecta la práctica o la repetición al funcionamiento interno del cerebro? Los axones que se encuentran en la sustancia blanca están envueltos por una sustancia grasa llamada mielina. Y es esta cubierta de mielina, o vaina, la que parece que cambia con la práctica. La mielina es algo parecido al aislante de un cable eléctrico. Evita la pérdida de energía las señales eléctricas que genera el cerebro y las lleva de forma más eficiente a través de las vías nerviosas. Algunos estudios recientes con ratones sugieren que la repetición de un movimiento físico incrementa las capas de la cubierta de mielina que aísla los axones. Y cuantas más capas, mayor aislamiento en torno a las cadenas de axones, que forman una especie de superautopista de la información que conecta el cerebro a los músculos.

Por tanto, aunque muchos atletas y artistas atribuyan sus éxitos a la memoria muscular, los músculos en sí mismos en realidad no tienen memoria. En su lugar, puede que sea la mielinización de las vías neurales lo que les proporcione a esos atletas y artistas la ventaja gracias a unas vías neurales más rápidas y eficientes.

Existen muchas teorías que intentan cuantificar el número de horas, días, e incluso años, de práctica necesarios para dominar una habilidad. Aunque todavía no disponemos de un número mágico, se sabe que tal dominio no depende simplemente de la cantidad de horas de práctica. También depende de la calidad y la eficacia de dicha práctica.

Una práctica eficaz es constante, intensamente concentrada y focalizada en aquellos contenidos o debilidades de las que depende la ventaja para adquirir cierta habilidad.

Así que si la clave radica en una práctica eficaz, ¿cómo podemos sacarle el máximo provecho al tiempo de práctica? Prueba con estos consejos.

Concéntrate en la tarea en cuestión. Minimiza cualquier distracción posible apagando el ordenador o la televisión y pon el teléfono móvil en modo avión. En un estudio se observó a 260 personas mientras estudiaban. De media, fueron capaces de mantener la atención durante sólo seis minutos seguidos. Ordenadores portátiles, teléfonos móviles y, sobre todo, Facebook fueron la razón de la mayoría de las distracciones.

Empieza despacio o a cámara lenta. La coordinación se desarrolla a base de repeticiones, ya sean correctas o incorrectas. Si aumentas gradualmente la velocidad de repeticiones de calidad, tienes muchas más probabilidades de hacerlas correctamente. Las repeticiones frecuentes con pausas establecidas constituyen la práctica habitual de los atletas de élite. En algunos estudios se ha comprobado que muchos de los mejores atletas, músicos y bailarines invierten entre 50 y 60 horas a la semana en actividades relacionadas con su habilidad. Muchos de ellos dividen el tiempo que dedican a una práctica eficaz en varias sesiones de práctica diarias de determinada duración.

Y, por último, practica al detalle dentro de tu cerebro. Resulta un tanto sorprendente, pero varios estudios sugieren que una vez que se ha definido un movimiento físico, se puede reforzar con sólo imaginarlo. En un estudio se dividió en dos grupos a 144 jugadores de baloncesto. El Grupo A estuvo practicando físicamente tiros libres con una sola mano mientras el Grupo B practicaba sólo mentalmente. Cuando al final del experimento dos semanas después se comprobaron los resultados, los jugadores de nivel medio y alto de ambos grupos habían mejorado casi lo mismo.

A medida que los científicos vayan desentrañando los entresijos del cerebro, iremos entendiendo mejor lo que es la práctica eficaz. Mientras tanto, la práctica eficaz es la mejor forma que tenemos de elevar nuestros límites individuales, alcanzar metas más altas, y maximizar nuestro potencial.

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