Primera demanda colectiva contra L3 Communications por los problemas ocultos en sus visores holográficos EOTech. ¿Desaparecerá EOTech de la escena próximamente?

EOTech 552 (© EOTech Inc.)Todo producto suele tener sus ventajas y desventajas, más o menos conocidas por sus usuarios. El problema surge cuando se tratan de ocultar no las desventajas de un producto si no sus problemas, por pequeños que pudieran ser. Si de tal producto pudiera depender la integridad física de propios y extraños esos problemas ocultados a sabiendas por el fabricante suponen un fraude además poco ético. Esto es lo que ha sucedido con los visores EOTech, que no solo cuentan con sus ventajas y desventajas frente a otros visores como los visores de punto rojo de Aimpoint (leer el artículo Visores de Combate Cercano: Aimpoint vs. EOTech), sino que han generado problemas que el fabricante ha intentado ocultar hasta que el asunto le ha explotado en los morros y han tenido que pagar una indemnización de 25’6 millones de dólares al Ministerio de Defensa para evitar ir a los Tribunales por fraude (leer el artículo Problemas reales con los visores holográficos EOTech).

Tras ese acuerdo y el abono de semejante indemnización, posiblemente en previsión de lo que les podría acarrear el hecho de que otros usuarios ajenos al Ministerio de Defensa estadounidense se decidieran a demandarles, L3 Communications (empresa madre de EOTech) inició una campaña a finales del año pasado (diciembre 2015) por la que se les ofrecía (y ofrece) a todos aquellos usuarios de visores EOTech que así lo deseen devolver sus visores EOTech y recibir un cheque por su importe. Parece ser que el volumen de devoluciones ha sido tal que desde la oficina de Correos que se encarga de la correspondencia para EOTech han tenido que fletar en alguna ocasión un camión al completo. Lo único que hace falta para devolver cualquier visor EOTech es solicitarlo a través del formulario correspondiente en su página web y una vez autorizada la devolución ellos corren incluso con los gastos de envío (15 dólares). Ni siquiera es necesario que el visor funcione y da igual lo antiguo que sea, se devuelve el importe íntegro correspondiente al precio de venta del modelo devuelto, aún sin disponer de la factura de compra. Desde mediados de febrero de este año los primeros en acogerse a esta campaña ya están recibiendo sus cheques.

Pero toda esta campaña de devoluciones voluntarias parece que no ha servido de nada y y finalmente ha ocurrido. Para algunos usuarios descontentos no era suficiente con que les devolvieran el dinero y se sienten estafados, así que se ha presentado una demanda colectiva en EE.UU. contra L3 Communications no sólo por los defectos de sus visores holográficos EOTech sino por haberlos estado ocultando a sabiendas (lee el artículo Class Action Lawsuit Filed Against L3 Communications for EOTech Sight Issues. SoldierSystems. 24MAR16). Se le reclama a L3 Communications una indemnización por daños y perjuicios que va más allá del importe de cada visor, ya que ¿y si los defectos que ocultaron pudieran haber supuesto lesiones o incluso la muerte? Ya veremos si los Tribunales aceptan la demanda y cómo prospera la misma, pero pinta bastante mal para EOTech.

Esto puede significar la próxima desaparición de EOTech por las pérdidas millonarias que están sufriendo y el descenso en las ventas. No solo están pagando a miles de usuarios descontentos que están devolviendo sus visores para comprarse otro de otra marca, sino que ya pagaron unos cuantos millones de dólares al Ministerio de Defensa estadounidense.

Mientras tanto no sabemos cómo va a afectar todo esto a los usuarios españoles de visores EOTech, entre los que se encuentran las Fuerzas Armadas. ¿Se van a devolver los visores como está pasando en EE.UU.? ¿se va a demandar a L3 Communications por los mismos motivos? ¿acabarán en España los visores EOTech que se están devolviendo en EE.UU.? Ya veremos cómo evolucionan los acontecimientos. Desde luego, habiendo tanto donde elegir, no parece demasiado sensato utilizar unos visores que están sujetos a tanta controversia, por si acaso.