«La comunicación no verbal es la herramienta del combatiente más ignorada y malinterpretada. En el mundo de hoy día dices lo que quieres y lo consigues. Empieza a una temprana edad; todos sabemos que cuando se le pregunte a un niño qué quiere comer este responderá verbalmente. Sin embargo, a medida que nos hacemos mayores empezamos a utilizar indicaciones no verbales.
Por ejemplo, en el caso de verte implicado en un combate podrás observar cómo el combatiente a tu izquierda dispara. ¿Qué te está indicando tal observación? «Que tu compañero se está enfrentando al enemigo». Ahora miras a tu derecha y observas cómo un combatiente se encuentra tumbado en el suelo mientras otro está arrodillado junto a él. Enseguida deduces que el combatiente que yace en el suelo posiblemente esté herido o aún peor. Todas esas observaciones te proporcionan una imagen mental inmediata de lo que sucede a tu alrededor y lo que debieras hacer, o lo que tienes que hacer, a continuación. No es necesario intercambiar palabras ni hay tiempo para ello, pero incluso en el caso que sí hubiera tiempo para ello, no escucharías ni una sola palabra por culpa de la distancia o los sonidos del combate.
Esta comunicación no verbal, mediante una buena instrucción y/o adiestramiento, puede resultar, sin lugar a dudas, mejor que la comunicación verbal. A pesar de todo, generalmente nos adiestramos con, y utilizamos, la comunicación verbal debido a nuestra falta de conocimientos y experiencia. Además, resulta más fácil hacerlo así. Triste pero cierto, así que ¡mucho cuidado, jefes débiles y vagos!¡Os estoy vigilando!
Prepárate para utilizar la comunicación no verbal porque en un combate no tendrás tiempo para tonterías. Las armas de fuego hacen mucho ruido, así que en cualquier caso no serás capaz de escuchar nada. Y si estás esperando que alguien te diga algo es porque no estás centrado en el combate. Esta falta de atención pone en jaque tu vida, mi vida y las vidas de los combatientes que te rodean. No se trata de una broma, así que presta atención.
Recuerda que tienes que llevar protección auditiva en todo momento. De lo contrario «en un enfrentamiento hoy serás un combatiente y mañana serás un sordo por su culpa». Y si te quedas sordo, ¿cómo vas a contarles tus batallitas a las chavalas para impresionarlas mientras te tomas una cerveza con ellas? Así que ponte protección auditiva. Además, todos los jefes se adiestran con protección auditiva, así que eso de «háblame» queda fuera de lugar.
Cuando era un joven Ranger estaba en el pelotón de Sniper, que como bien sabes se encuadra en la misma sección que los tiradores contracarro. Esos chavales disparaban a diario el cañón sin retroceso de 90mm y posteriormente pasaron al Carl Gustav de 84mm. Estos cañones de mano hacen MUCHO RUIDO, ¿ME OYES? Por lo que los tiradores contracarro no podían utilizar la comunicación verbal por dos motivos diferentes:
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- Tanto el cañón sin retroceso de 90mm como el Carl Gustav hacen demasiado RUIDO como para escuchar absolutamente nada.
- Todos los tiradores contracarro estaban totalmente sordos debido al motivo número uno.
Eso es completamente cierto, estaban todos sordos. La cosa estaba tan mal que antes de un reconocimiento médico preceptivo esos chavales llevaban tapones en los oídos durante todo el fin de semana, o incluso más tiempo, sólo para poder superar la prueba de oído. CONOCÍAN LA COMUNICACIÓN NO VERBAL. ¿PUEDES OÍRME?
Adiéstrate en el uso de la comunicación no verbal. Empieza hoy mismo. Es fácil y no se trata de «cirugía espacial» [rocket surgery]*.
*Cirugía espacial [rocket surgery] es un Shrekismo creado al combinar los mejores elementos de la ciencia espacial y la neurocirugía en un nuevo campo de estudio que Shrek dominaba como joven Ranger. Hoy día muchos aspiran a aprender los secretos de esta arcana forma de ciencia marcial bajo la tutela de Shrek.
Si ves a un posible enemigo o una amenaza dirige tu fusil hacia él. Si todos los combatientes de tu equipo de fuego, patrulla, o lo que sea, te ven hacerlo, sabrán que has visto a un posible enemigo. Cuando bajes tu fusil, la amenaza se habrá ido. Fácil, ¿no? Tiene todo el sentido.
Fusil «arriba» = amenaza, fusil «abajo» = no hay amenaza. Cierto, lo repito otra vez para los chavales no tan brillantes de la última fila (los mejores chavales en un combate, los de la última fila).
Entonces, estamos por ahí fuera de patrulla, levanto mi fusil y empiezo a disparar. Esto quiere decir «marrón a la vista». A continuación dejo de disparar, bajo mi fusil y espero… Espero que… «pase el marrón». Así de sencillo. ¿Todavía me sigues? Bien.
Ahora estamos en medio de un combate y avanzamos por saltos (fuego y movimiento). Correcto, eso quiere decir un sprint de entre 3 y 5 segundos, ¿te acuerdas? Estoy arriba (de pie, erguido), el malo me ve, estoy abajo (en posición, tendido). Cuando tú estás abajo, como tu binomio que soy, yo me estoy moviendo. Cuando yo estoy abajo estoy cubriendo tu movimiento. Lo que viene siendo fuego y movimiento, que se puede hacer con un elemento de cualquier entidad/tamaño.
El antiguo método convencional de esperar en una posición sirve para utilizar la comunicación verbal y decir tonterías tales como «¡cúbreme!, ¡me muevo!, ¡preparado!, ¡despejado!, ¡afirmativo!, ¡cojones!, ¡mierda!» o cualquier otra cosa.
Mira, si me muevo me verás correr y acto seguido entrar en posición (abajo, tendido). ¿Cuánto tiempo tardaré en poder cubrirte? Dos segundos después de perderme de vista. Así que espera dos segundos y muévete. Y, una vez más, si hay tiros no escucharás todas estas tonterías de todas formas. Dentro de y en medio de edificios, coches y zonas urbanas, incluso sin tiros, no escucharás nada. Así que ¿por qué intentarlo?
Otra vez tú y yo somos binomio y no me escuchas decirte «muévete», ¿esperas 10 minutos, o para siempre, antes de moverte? Pues ni lo uno ni lo otro. Miras a tu alrededor, compruebas que te estoy cubriendo y sales corriendo. Y después vuelta a empezar otra vez. Salvo que probablemente te hayas convertido ya en víctima por permanecer erguido a la espera que tu compañero que se encuentra tendido te diga que avances cuando él lleva ya 10 minutos esperando que alguien le diga que avance.
Esto no es más que una señal por la que tus métodos y adiestramiento ¡apestan! Inténtalo y lo verás. Si tienes cualquier tipo de experiencia en combate te darás cuenta que de todas formas no puedes escuchar tonterías. Además, esto también te ahorra velocidad (¡oh!, si, ventaja). Vale, Rangers, a mi me enseñaron que velocidad no es seguridad, pero cuando se trata de batirse el cobre, ¡cuanto más rápido mejor! Amén.
Creo que empiezas a captar lo que quiero decir, así que pondré otro ejemplo más. Limpieza de habitaciones y edificios, combate cercano [Close Quarters Battle (CQB)], ese tipo de trabajo.
Cuando entras y despejas una habitación los chavales dicen «¡despejado!, ¡zona caliente!, ¡la cagaste, capullo!» o lo que sea, ¿verdad? Si es que esta tontería es habitual, ¿eh? Bien, escúchame con atención. Entras en la habitación con el fusil arriba y despejas tu sector de tiro. Fusil abajo quiere decir que mi sector está despejado y estoy listo para avanzar. Por tanto, cuatro tipos en una habitación con los fusiles abajo quiere decir habitación «despejada» sin necesidad de decir ni una sola palabra. Lo mejor de todo es que de todas formas bajarás tu fusil para avanzar, ¿verdad? Así que eso lo hace todo mucho más fácil.
Piensa en la siguiente situación táctica. Estás tomando una habitación a pie de calle para salir de una situación peor. Todavía continúan los tiros fuera de esta habitación porque en la guerra se hace mucho ruido. Por esa razón llevas protección auditiva. Pero protección auditiva y hablar no se llevan bien. ¿Estoy en lo cierto? Entonces NO ESCUCHARÁS los cuatro «despejado» que necesitas para avanzar, así que no pierdas el tiempo y hazlo al estilo «sin palabras».
Adiéstrate para ello con calma (si, con calma). ¡Hazlo y empieza ya! Ponte con ello ahora mismo. Resulta más fácil de lo que crees si te adiestras para ello. Pero sobre todo, déjate de excusas. ¡No seas tonto!»
John «Shrek» McPhee
Suboficial Mayor retirado del Ejército de Tierra estadounidense
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El Suboficial Mayor retirado John McPhee realizó una distinguida carrera profesional durante más de 20 años en unidades de operaciones especiales del Ejército de Tierra estadounidense antes de retirarse en 2011.
John se ha pasado toda su vida adulta en Unidades de Operaciones Especiales y Unidades Especiales, siendo instructor en todos los aspectos de las operaciones, misiones y actividades especiales. Ha pasado más de 6 años dedicado a actividades especiales de consultoría en el sector privado y es todo un experto en la materia en lo que se refiere a actividades especiales, preparativos operativos, operaciones de bajo perfil [Limited Signature Operations], reconocimiento, operaciones en solitario [Singleton Operations], servicios de protección de personas en entornos de alto riesgo [Hight Threat Dignitary Protective Services], operaciones de largo alcance [Extreme Long Range], tirador selecto [Designated Marksman], tiro de precisión avanzado con fusil, tiro de combate, combate cercano con fuego real [Live Fire CQB/CQC], tiro avanzado con pistola, tiro avanzado con fusil, asalto aéreo [Aerial Gunnery], tripulación de vuelo, interdicción de vehículos, apertura de brechas (explosiva, balística y mecánica), paracaidismo apertura manual, técnicas de infiltración/exfiltración, movilidad en tierra [Ground Mobility], adiestramiento pre-despliegue de unidad e investigación y desarrollo de sistemas para el soldado, armas, munición y visores térmicos y nocturnos.
Ha instruido a innumerables unidades de operaciones especiales estadounidenses, miles de operadores de primer nivel internacionales y unidades de operaciones especiales de todo el mundo. Además es uno de los pocos operadores que cuentan con más de una década de experiencia real en combate en múltiples teatros de operaciones desde Bosnia y Suramérica hasta los recientes Irak y Afganistán.
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego consiste en una breve reseña semanal para SoldierSystems. Cada semana un maestro te dedica unas palabras de sabiduría para tu consideración. En EBdT2 hemos sido autorizados para reproducir una traducción al español de esta serie de reseñas.
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La primera vez que fuí al campo de tiro me acerqué a la ambulancia y le pedí al Teniente médico un poco de algodón para taparme los oídos, me lo dio pero por la cara que puso me imagino que debía de pensar que yo era cualquier cosa menos un paisano de pelo en pecho.
Eran otros tiempos, año 89 y supongo que las cosas han tenido que ir cambiando, a mejor.
Muy buen artículo.
Este tema, tan desconocido, ignorado y desatendido en todos los Cuerpos e Instituciones poco a poco se va arreglando y se empiezan a proporcionar protecciones auditivas y oculares.
Eso sí, en el entrenamiento en este tipo de comunicación queda mucho por hacer, pero poco a poco el personal se va concienciando.
A nivel policial creo que este tema es más complejo, ya que por las reducidas dimensiones de los lugares de actuación o por el contrario por la necesidad de hacernos oir, es difícil que nos limitemos únicamente a la comunicación no verbal.
Lo que no quita que los que actualmente tienen el oído «tocado», con ello se queden.
UN SALUDO
Con pitido y 30 años….IM
Creo que hay gente por ahí que aún en el más absoluto silencio no deja de escuchar ese pitido característico que no cesa cuando te expones a un sonido de alta intensidad.
En una ocasión, disparando con una G19C (G19 con compensador de boca), obvié la necesidad de los tapones de oído. Aún al aire libre cada disparo era todo un sufrimiento para el oído, tal que podía notar un pinchazo en el oído interno. Cuando terminé tenía tal pitido en el oído izquierdo que me llevó más de una semana deshacerme de él. Incluso tuve que hacerle una visita al otorrino, que tras una audiometría me confirmó una leve pérdida de audición en el oído izquierdo. Desde entonces utilizo algún tipo de protección auditiva dispare lo que dispare.
Si es que en el fondo todo esto tiene sentido, aunque quizás sea ese sentido el menos común de los sentidos. Por más que lo repitas hay quien no está dispuesto a escuchar y al final nos atrancamos en lo que manda el jefe simplemente porque lo manda.
Sólo espero que poco a poco vayamos evolucionando y captando la realidad del combate para adaptar a ello nuestra instrucción y/o adiestramiento.
Y ahora se reparten tapones y la tropa se compra protección, que recordaréis no hace mucho aquello de «hay que se un hombre y aguantar el tiro», resultado de ello hipoacusias bastante graves, en fin, me gusta lo que dice este hombre.
Cuantas veces explicaba esto mismo, en combate no hay voces que valgan, en un edificio un simple petardo te deja sordo por horas, en un tiroteo es cierto que no sientes los disparos como en un relajado campo de tiro en adiestramiento, pero tambien es cierto que tus disparos y los de los tuyos y los adversarios harán imposible cualquier «discurso» o arenga.
Cuantas veces he comentado que en combate lo que vale es el ejemplo y la acción, eso si, como muy bien dice y recalca con un adiestramiento esmerado y continuado, y evidentemente ese adiestramiento que te hace conocer y saber donde, como y que hace tu compañero sin necesidad de verlo de forma continua.
Cuantas veces….