Situación táctica: aún herido y a una sola mano consigue abatir a una amenaza. Nueva York. 24 de octubre de 2012.

La Policía Científica investiga en la escena donde dispararon a un policía fuera de servicio en W. Burnside Ave., en el Bronx. ANDREW SAVULICH/NEW YORK DAILY NEWS.

La Policía Científica investiga en la escena donde dispararon a un policía fuera de servicio en W. Burnside Ave., en el Bronx. ©ANDREW SAVULICH/NEW YORK DAILY NEWS.

Un valiente policía local de Nueva York fuera de servicio, Ivan Marcano, mató tras recibir un disparo en el pecho en el Bronx a uno de dos sospechosos que empuñaban armas de fuego.

El Jefe de la Policía Local de Nueva York, Ray Kelly, dijo que la violencia ─al más puro estilo de una película de acción─ en Morris Heights se desató a eso de las 18:30 horas del miércoles 25 de octubre de 2012 cuando Marcano y su novia conducían por Harrison Avenue y vieron a dos individuos atracando a otra persona ─por solo 80 dólares─.

(Este artículo es una traducción de su original en inglés de  y   para NEW YORK DAILY NEWS)

Según la Policía Local de Nueva York, en la tarde del miércoles 25 de octubre de 2012 uno de sus policías fuera de servicio recibió un disparo en el pecho durante un enfrentamiento en el Bronx, pero respondió a los disparos mientras se apretaba su propia herida logrando matar a uno de los dos sospechosos que empuñaban armas de fuego.

Ivan Marcano.

Ivan Marcano.

El policía local de Nueva York Ivan Marcano, de 27 años, fue aclamado como un héroe tras haberse enfrentado valientemente a los pistoleros que vio atracando a un hombre en plena calle.

En el Hospital Bronx-Lebanon, donde Marcano estuvo ingresado recuperándose de sus heridas, el Jefe de la Policía Local de Nueva York Raymond Kelly declaró en rueda de prensa que «en una notable demostración de puntería y tranquilidad Ivan logró abatir a uno de los sospechosos».

Kelly declaró a los medios que la violencia ─al más puro estilo de una película de acción─ en Morris Heights  se desató a eso de las 18:30 horas cuando Marcano y su novia conducían por Harrison Avenue y vieron a dos individuos atracando a otra persona ─por solo 80 dólares─.

Marcano, vestido de paisano y sin chaleco blindado, salió repentinamente del coche y se acercó a los individuos, mostrándoles su placa e identificándose como policía, según declaró Kelly.

Inmediatamente uno de los sospechosos se volvió y abrió fuego. El disparo le rozó el brazo izquierdo a Marcano, entró por el lado izquierdo de su pecho ─fallando su corazón por los pelos─ para rebotar y fracturarle una costilla antes de terminar alojado en el lado derecho de su pecho, según las declaraciones de Kelly.

El policía herido retrocedió hasta el coche de su novia al tiempo que los dos agresores se subían a un Ford Mustang blanco con matrícula de Tennessee y salían a toda prisa.

En un semáforo en Burnside Avenue, la novia de Marcano ─que trataba de llevarle al hospital─ tocaba frenéticamente el claxon de su coche para abrirse paso. Tres coches por delante, el Mustang, que conducía un tercer individuo, chocó contra un taxi, golpeó a un vehículo aparcado y se subió a la acera.

Los sospechosos huyeron y Marcano, miembro del Transit District 12 en el Bronx, les persiguió. A pesar de la sangre que emanaba de su herida, Marcano ojo avizor corrió tras ellos gritando a los transeúntes «¡agáchense!». Se cubrió tras el taxi y disparó mortalmente en la cabeza a uno de los sospechosos, según fuentes policiales.

«Disparaba con una sola mano mientras con la otra presionaba su propia herida», declaró Kelly.

En la escena se encontró una pistola semiautomática calibre .380.

La policía encontró esta pistola en la lugar donde se produjeron los hechos.

La policía encontró esta pistola en la lugar donde se produjeron los hechos.

El otro sospechoso y el conductor del Mustang lograron huir. La policía estuvo rastreando la zona buscándoles durante la noche de aquel miércoles y se ofreció una recompensa de 10.000 dólares por cualquier información que condujera a su detención.

Una vez finalizaron los hechos Marcano se dirigió a una ambulancia para que lo trasladara al hospital.

«Hizo todo lo que podíamos pedir de él», dijo Kelly del heroico policía.

La tripulación de un helicóptero de la Policía Local de Nueva York localizó a uno de los sospechosos escondido en la azotea de un edificio de la calle Anthony Avenue, pero para cuando los policías en tierra llegaron al edificio ya había desaparecido.

El testigo Eddie Rivera, de 17 años, que vive cerca del lugar de los hechos, dijo haber escuchado seis disparos seguidos por otros cuatro.

«Había dos armas diferentes abriendo fuego. Cada disparo era como una bomba», declaró Rivera. «La gente gritaba y corría por todas partes».

El entonces alcalde Bloomberg declaró que Marcano, que ingresó en la Policía Local de Nueva York en 2007, estaba dolorido pero «espabilado» cuando le visitó en el hospital.

«Bromeó sobre lo afortunado, o desafortunado, que es», dijo Bloomberg, a lo que añadió que Marcano estaba acompañado por sus padres, su novia y su hermano.

El alcalde declaró que este era el duodécimo policía de Nueva York al que disparaban en 2012. Estos hechos se produjeron solo un día después que el policía local de Nassau County Arthur Lopez fuera asesinado a sangre fría en Cross Island Parkway.

El hermano de Marcano nos dijo que estaba en buena forma. «Está perfectamente», declaró Victor Marcano. «Sé que hizo bien».


Noticias y hechos como este no hacen más que demostrar lo importante que resulta la determinación, además de la instrucción y/o adiestramiento, para salir airoso de un enfrentamiento de este tipo. Como se puede comprobar, en ningún momento el estrés, del que tanto les gusta hablar a algunos falsos profetas o doctores liendres y vendehúmos, anula la capacidad de Ivan Marcano para combatir a sus amenazas, aún a pesar de haber resultado herido.

Dispara a sus amenazas con una sola mano, sencillamente porque su otra mano está ocupada presionando su propia herida. De otro modo muy posiblemente habría utilizado ambas manos para empuñar la pistola, porque en tal situación la eficacia es crítica y ya se sabe que dos manos son mejor que una.

Parece que aplica los principios básicos del tiro (posición/postura, empuñe, puntería, control del disparador) para lograr abatir a uno de los sospechosos de un disparo certero sobre la cabeza, aunque también puede haber sido casualidad y no el fruto de la correcta aplicación de los principios básicos del tiro, que en caso de haberse aplicado posiblemente haya sido de forma subconsciente, que es lo que se pretende con la instrucción y/o adiestramiento.

En cualquier enfrentamiento con armas de fuego resulta de vital importancia que los proyectiles alcancen al blanco/amenaza, de otro modo no servirán de nada, por muchos disparos que se realicen, y solo contribuirán a poner en peligro a los transeúntes. El que haya quien no se adiestre para tratar de garantizar que todos los impactos incidan sobre el blanco/amenaza supone una auténtica temeridad tanto para propios como para extraños. No solo carece de sentido, sino que es un auténtico peligro darle la espalda a una amenaza y disparar sin mirar a dónde en medio de una calle, pero mucho más grave aún es entrenar para hacerlo así. Mucho «entrena como pretendas trabajar o combatir», pero luego alguno entrena auténticas estupideces.

Solo los impactos cuentan.

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