Rodilleras tácticas Combat Knee Caps, de Arc’teryx.

Para cualquier persona resulta evidente lo doloroso y lesivo que puede resultar un golpe en la rodilla. Asimismo, no es difícil que esta circunstancia ocurra, ya que estamos en permanente movimiento y nuestro entorno está repleto de salientes, esquinas, objetos, muebles, con los que es probable que se pueda golpear nuestra rodilla.

Sin lugar a dudas, las posibilidades de golpearse en la rodilla se incrementan considerablemente al realizar determinadas actividades profesionales, tales como el tiro táctico en campos de tiro al aire libre. En el ámbito profesional los efectos que puede llegar a producir un simple golpe en la rodilla son tales que podrían suponer una merma considerable en la eficacia del combatiente, producto del dolor y consecuencias del golpe, pudiendo llegar incluso a producir lesiones duraderas de cierta gravedad.

Además de los posibles golpes de carácter involuntario existen determinadas situaciones en las que resulta inevitable golpearse la rodilla contra el suelo, lo cual resulta considerablemente molesto, especialmente si justo en el lugar donde apoyas la rodilla siempre te encuentras alguna piedra puntiaguda esperándote. Tal es el caso del tiro táctico cuando echamos la rodilla a tierra en campo abierto.

Para minimizar, o incluso anular, los efectos de un golpe en la rodilla podemos optar por utilizar rodilleras, que protegen la rodilla y contribuyen así a la eficacia del combatiente.

El problema de las rodilleras es que la inmensa mayoría de marcas y modelos no parecen haber sido diseñadas para su uso en el tiro táctico, ya que resulta habitual que en lugar de permanecer en la rodilla desciendan paulatinamente con el movimiento hasta ir a parar a los tobillos. Además, el uso prolongado de las mismas suele resultar tremendamente incómodo debido a la estrangulación en torno a la rodilla que producen las correas de sujeción de las rodilleras, que han de ajustarse con tensión suficiente para intentar que no se deslicen «patas abajo». No queda ahí la cosa, sino que incluso llegan a resultar tremendamente incómodas cuando se flexiona la rodilla y suelen ser excesivamente voluminosas y pesadas.

Afortunadamente, hace tres o cuatro años, la prestigiosa marca canadiense Arc’teryx lanzó al mercado un novedoso diseño de rodilleras que posiblemente constituyen lo mejor que existe hasta la fecha. Arc’teryx es conocida por la alta calidad de sus productos, que consisten fundamentalmente en prendas de vestir «técnicas» especialmente diseñadas para su uso en condiciones extremas, es decir, todo tipo de ropa para escalada/alpinismo/trekking.

Inicialmente estas rodilleras fueron diseñadas para su uso por esquiadores, destacando por su ligereza, flexibilidad y forma anatómica, que garantizaban su comodidad y eficacia al mantenerse permanentemente sobre las rodillas. Pero su éxito fue tal que pronto empezaron a ser utilizadas por profesionales tácticos, lo que llevó a la marca a ampliar la selección de colores disponibles, pasando a denominarlas Knee Caps. Recientemente el diseño ha sido optimizado con una serie de modificaciones que mejoran aún más las cualidades de estas rodilleras tácticas.

Anteriormente al lanzamiento de este nuevo diseño de Arc’teryx, Black Diamond, marca estadounidense de material de escalada/alpinismo/esquí, lanzó al mercado las rodilleras Telekneesis Kneepads, con características muy similares, lo cual hace sospechar sobre una posible relación entre ambos diseños. En mi opinión, la calidad de estas rodilleras es inferior a las de Arc’teryx, aunque la funcionalidad es la misma. La espuma utilizada es de menor grosor y densidad que en las rodilleras de Arc’teryx, lo que supone una menor amortiguación de los golpes, y no dispone de las mejoras que incluye el nuevo diseño de Arc’teryx.

Las rodilleras Arc’teryx Knee Caps pesan tan sólo 226 gramos el par, lo que posiblemente las convierte en las más ligeras del mundo, y tienen un perfil tremendamente bajo, lo que junto a su forma anatómica, permite su uso tanto sobre el pantalón como por debajo del mismo, aunque no me parece recomendable llevarlas directamente sobre la piel.

Las rodilleras están fabricadas con espuma Evazote EV®50 de la marca inglesa Zotefoams. Esta espuma, de copolímero de etileno reticulado de célula cerrada, se moldea anatómicamente a la forma de la rodilla y absorbe los impactos sobre la rodilla. En su cara  interna las rodilleras disponen de un forro en un tejido suave directamente pegado sobre la espuma. Por la cara exterior la espuma está recubierta por un tejido de malla sobre el que se adhiere una cubierta de plástico Kydex®. Entre esta cubierta, por debajo, y la espuma discurren las correas de sujeción, que se fijan con pegamento para evitar que puedan deslizarse.

Para comprobar cómo afecta el agua a las rodilleras las he mantenido sumergidas completamente en agua dulce durante más de una hora de forma que pudiera observar si la espuma absorbía agua en mayor o menor medida. Completamente secas ambas rodilleras tienen un peso de 223 gramos, que asciende a tan sólo 281 gramos tras la inmersión, es decir, poco menos de 60 gramos más, lo que  demuestra que la espuma no es especialmente absorbente y favorece que las rodilleras se sequen rápidamente tras pasar por el agua.

Las correas de sujeción consisten en dos cintas de 1 pulgada de ancho (2,5cm): una superior que rodea la rodilla, de tejido elástico, y una inferior que rodea la parte superior del gemelo justo por debajo de la rodilla, de tejido rígido. Este diseño favorece que las rodilleras se mantengan permanentemente sobre las rodillas sin restar comodidad al conjunto, ya que la cinta elástica superior cede lo suficiente para adaptarse a la flexión de la rodilla y la cinta rígida impide que la rodillera pueda descender de su posición original.

Las correas de sujeción terminan en uno de sus extremos en una hebilla con suelta rápida que permite ponerse y quitarse las rodilleras sin necesidad de enhebrar la cinta por la hebilla como sucede en otras rodilleras y como sucedía también en el diseño original de éstas, el cual disponía de una hebilla diferente. Desde mi punto de vista, esta es una de las mejores características de estas rodilleras, ya que agiliza y facilita considerablemente el ponerse y quitarse las rodilleras. No obstante, una posible mejora a introducir en futuras versiones consiste en dotar a cada correa de un anillo elástico por el que pase a través la correa y que sirva para mantener recogido el sobrante de la correa una vez ajustada.

Inicialmente sólo estaba disponible el modelo original en color negro con el borde de la espuma en amarillo, pero actualmente las Knee Caps están disponibles en cuatro colores: negro, coyote, cocodrilo y verde (foliage green). Asimismo, todos los elementos de las rodilleras son mate, para evitar brillos.

En cuanto a funcionalidad todo son bondades. Las rodilleras son realmente cómodas, ligeras, anatómicas y eficaces. Tras haber probado de forma extensiva las rodilleras Arc’teryx, tanto el modelo original como el más evolucionado, y las rodilleras Black Diamond, puedo asegurar que todas ellas permanecen en su posición independientemente de los movimientos que se realicen. Personalmente he probado cada modelo en diferentes actividades para comprobar su eficacia y no tengo ninguna queja: marcha a pie de 20Km y 30Km, ejercicios de tiro, subir y bajar escaleras, sentarse y ponerse de pie, moverse en el interior de un vehículo, etc…

Por otra parte, en cuanto al precio, las rodilleras Arc’teryx cuestan $70 en la web de la marca. y se pueden encontrar ─aquí, por ejemplo─ por unos 64€. Puede parecer caro, pero se paga por la calidad y funcionalidad del producto en una relación directamente proporcional. El éxito que han tenido estas rodilleras, que si no son las mejores sin duda pertenecen a la categoría de «de las mejores existentes», implica que no resulte nada fácil encontrarlas ni dentro ni fuera de España. Sin embargo, parece que actualmente puedes encontrar estas rodilleras más habitualmente que en el momento de su lanzamiento hace ya unos cuantos años.

Tras más de 8 años de uso (a fecha 2 de enero de 2020), con unos cientos de horas en la rodillas (incluso para pintar), las Arc’teryx Knee Caps continúan en perfecto estado y a pleno rendimiento. No las cambiamos por otras (salvo que encontremos unas mejores, claro). Cuando algo perdura tanto en el tiempo (en uso, no guardado en el armario) el retorno de la inversión no hace más que aumentar. Te aseguramos que merecen la pena.

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Dadas las excelentes características de las rodilleras Arc’teryx, desde un inicio constituyeron la elección de muchos profesionales y podían verse en rodillas en cualquier parte del mundo.

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