Imaginación o Visualización Mental, por Tom Givens, de RangeMaster.

Tom Givens de RangeMaster

No hay ninguna duda que el estrés acompaña al ser humano desde que nace y probablemente desde los mismísimos orígenes de la raza humana ha sido así. Por tanto, no supone ninguna novedad que aquellos cuya profesión exige estar en disposición de entablar combate, bien sea con las manos vacías, con un arma blanca o con un arma de fuego, tengan muy presente la influencia del estrés al hacer frente a una situación táctica que plantee graves riesgos para su vida. Pero lejos de considerar tal estrés como una excusa, sus esfuerzos se centran en evitar que pueda anular su capacidad para actuar adecuadamente en busca de la victoria. No constituye ningún secreto que la práctica reiterada y continua de toda táctica, técnica y procedimiento (TTP) constituye cierta garantía de éxito ante una determinada situación táctica, a pesar del dichoso estrés. Quizás la parte más importante y lamentablemente a menudo olvidada de la preparación para el combate sea la preparación mental.

En el siguiente artículo, uno de los grandes maestros del combate con armas de fuego de nuestro tiempo, Tom Givens, de RangeMaster, nos recuerda algunas de las herramientas de las que disponemos para prepararnos mejor para el combate. Nada nuevo, pero no por ello deja de estar vigente y resultar de vital importancia.

(Artículo traducido y publicado con la autorización de su autor original)


La imaginación o visualización constituye una de las herramientas más eficaces de las que dispones para tu preparación mental, lo que resulta de vital importancia para tener éxito en un combate. En situaciones de estrés tu mente subconsciente tomará el mando inmediatamente y llevará tu cuerpo a hacer aquello para lo que el subconsciente haya sido programado. Si a través del adiestramiento has sido programado para responder correctamente, así lo harás. El pánico es simplemente la ausencia de una respuesta pre-programada. Como tu subconsciente no sabe qué hacer, no hace nada (Cuando estés en peligro, o lo dudes, ¡corre en círculos, llora y grita!). Obviamente, tus probabilidades de sobrevivir aumentan drásticamente si antes de una crisis tienes pre-programadas las respuestas tácticas correctas.

¿Cómo programamos estas respuestas correctas hasta llegar a automatizarlas? Existen tres formas de hacerlo. En primer lugar, podrías participar en una docena de combates con armas de fuego, tras lo que estarías versado en la toma rápida de valiosas decisiones tácticas, ¡si todavía estás vivo! No recomendamos este método porque el examen se hace primero y la lección se aprende después, lo cual plantea una forma de aprender demasiado cara y dolorosa.

Bismarck dijo en una ocasión «un hombre listo aprende de sus propios errores, pero un hombre inteligente aprende de los errores de los demás», lo cual es especialmente cierto en este negocio, en el que los errores pueden resultar fatales. La forma más sencilla de aprender de los errores de los demás consiste en desayunar todos los días con el periódico de una gran ciudad. Busca en las noticias locales y selecciona dos sucesos en los que se informe sobre la victimización criminal de algún desafortunado. Tómate cinco o diez minutos para leer estos dos sucesos y analizarlos concienzudamente. Hazte estas dos preguntas y elabora por ti mismo una respuesta.

La primera pregunta es «¿qué hizo la víctima para verse envuelta en tal situación?». En cuanto aprendes cuatro cosas sobre conducta criminal te das cuenta que por encima de todo los criminales son oportunistas. Se aprovechan de las circunstancias creadas por víctimas desatentas, complacientes, descuidadas y distraídas. Muy pronto aprenderás a reconocer la conducta o actividad por parte de la víctima que facilitó o que incluso precipitó el crimen, lo que resultará cierto probablemente en el 95% de los casos de estudio. En cuanto hayas identificado la conducta específica de la víctima que desencadenó el ataque estarás reforzando en tu subconsciente que esa es una conducta negativa o perjudicial. Día tras día, al hacer esto, estarás programando tu subconsciente para evitar ese tipo de conducta. Si tú no le ofreces la oportunidad el criminal no puede aprovecharse de ella.

La siguiente pregunta es «de acuerdo, me despisté y me metí en la boca del lobo, ¿y ahora cómo salgo de ésta?». Ponte a pensar por tí mismo en una solución para tal situación táctica. De esta forma estarás practicando todos los días la toma de decisiones tácticas. Si tomas decisiones tácticas todos los días de tu vida éstas vendrán a ti fácilmente si alguna vez te encuentras en peligro. Si nunca has practicado este proceso de toma de decisiones, ¿cómo esperas hacerlo bien en situaciones de mucho estrés?

La última técnica de visualización mental que trataremos tiene que ver con ensayar mentalmente enfrentamientos para prepararse de antemano para un enfrentamiento. En tu mente, como persona sana normal, existe una línea muy fina que separa  realidad y fantasía. Un psicópata ya no dispone de esta diferenciación en su mente y sus fantasías se convierten en su realidad. Una mente normal confunde esta diferenciación en algunas circunstancias. Si eres un ávido lector, por ejemplo, «ves» cómo la acción de una buena novel o relato histórico se desarrolla en tu mente a medida que lees. Generas imágenes mentales de los personajes y los acontecimientos como si los hubieras visto por ti mismo. ¿Cuántas veces te has despertado de un sueño intenso y has necesitado unos segundos para orientarte? Éstos son algunos ejemplos de esa diferenciación confundida entre realidad y fantasía.

Los pilotos de transporte de líneas aéreas reciben periódicamente adiestramiento en un simulador de vuelo, el cual consiste en una caja cerrada montada sobre unos gatos hidráulicos. Al entrar en el simulador el piloto se sienta en un asiento como el de la cabina de un avión, frente al que se le presenta un panel de instrumentos como el de un avión y un «parabrisas» como el de un avión tras el que se proyecta una imagen que representa la vista que tendría desde un avión de verdad. Cuando el piloto realiza cualquier acción sobre los mandos de vuelo o el panel de instrumentos el «avión» responde con algún movimiento. Por unos momentos el cerebro del piloto está plenamente convencido que está pilotando un avión de verdad, aunque intelectualmente sepa que ese avión está atornillado al suelo de la escuela de pilotos. En cierto punto el panel de instrumentos le advertirá de una emergencia en vuelo y el «avión» simulará el movimiento correspondiente a la misma, como en el caso de un picado repentino. El piloto debe realizar inmediatamente acciones correctivas de cara a evitar «estrellarse». Aunque no se enfrentan a un peligro real esta gente sale del simulador con la cara pálida y sudando porque su mente confunde la diferenciación entre realidad y fantasía. Si en un futuro el piloto se enfrenta a esa misma emergencia en una aeronave real responderá automáticamente con rapidez y corrección, porque su cerebro ha aprendido que las acciones correctas le salvarán la vida.

Puedes hacer lo mismo con tu mente en un contexto de defensa propia utilizando ejercicios de visualización mental. Vete a una habitación tranquila y siéntate en una silla cómoda. Relájate y despeja tu mente de cualquier pensamiento (¡fácil para alguno de nosotros!). Ahora imagina en tu mente un escenario táctico con todo el realismo posible. Tómatelo como si soñaras despierto si te gusta más pero métete en el papel. Por cada acción imaginable del malo piensa en una reacción adecuada por tu parte. «Si él hace esto yo haré esto otro». Lleva siempre la acción hacia un resultado de éxito para ti.

Permíteme que me tome la libertad de ponerte un par de ejemplos. Si trabajas en una tienda pregúntate a ti mismo «¿qué voy a hacer cuando atraquen la tienda?». Visualiza tu puesto de trabajo y su entorno. ¿Dónde hay una cubierta o parapeto? ¿En qué dirección podrías disparar sin poner en peligro a tus compañeros de trabajo? ¿Hay alguna vía de escape disponible? No esperes a que un atracador se plante delante de ti frente al mostrador para pensar en ello. Si eres una de esas personas que tiene empleados a su cargo, es decir, si eres un jefe, pregúntate a ti mismo «¿qué voy a hacer si un empleado despechado avanza lentamente por el vestíbulo con una escopeta?». ¿Hay alguna otra salida de tu oficina? ¿Dispones de alguna auténtica cubierta o parapeto? ¿Dónde está tu secretaria? Con este ejercicio puede que te des cuenta que tienes que cambiar la distribución de tu oficina. ¡Date cuenta ahora! ¡no cuando estés bajo el fuego de un empleado despechado!.

Realmente sólo existen una docena, más o menos, de formas para que un rufián te victimice criminalmente. Los criminales de guante blanco disponen de un sin fin de oportunidades para la innovación, pero los criminales callejeros son muy sencillos. En un corto periodo de tiempo puedes visualizar mentalmente tu forma de lidiar con prácticamente todas las formas posibles de crímenes callejeros y tener respuestas pre-programadas archivadas en el fondo de tu mente (el subconsciente) listas para su utilización en caso de hacer frente a una circunstancia similar.

Un último aspecto que tratar es el que se refiere a los blancos utilizadas para practicar. Cuídate de realizar todas tus prácticas de tiro sobre blancos de precisión o blancos sólo ligeramente humanoides que parecen más una botella de leche que una amenaza. Realiza alguno de tus ejercicios de tiro sobre blancos que parezcan un ser humano real, vivo, armado y amenazante. Tu subconsciente necesita acostumbrarse a ver tus elementos de puntería superpuestos con tal imagen, de lo contrario puede bloquearse la primera vez que pongas tus elementos de puntería sobre una amenaza real.

Si te enfrentas a una crisis en la que tu vida corra peligro con una forma que nunca has considerado seriamente o a la que no le has dedicado un minuto probablemente dudarás lo suficientemente poco como para perder. Si, por el contrario, dedicas unos minutos a practicar estas «simulaciones» puedes programar respuestas adecuadas y ser capaz de mantener el control de ti mismo y de tus acciones. Tu mente necesita saber que existe una salida y que tú sabes cuál es. Ello evita el pánico y te permite actuar de forma decisiva, lo cual es tu salvación.


Antes de formar parte de RangeMaster a tiempo completo en 1996 Tom trabajó durante 25 años como policía y especialista en seguridad.

Durante más de 35 años Tom ha participado en la enseñanza de las armas de fuego. Ha formado tanto a vigilantes de seguridad como a policías a nivel nacional, autonómico y local, así como a policías extranjeros.

Tom ha llevado a cabo cientos de detenciones, entre las que se incluyen numerosas detenciones de delincuentes armados, y ha utilizado con éxito una pistola para defenderse a sí mismo y a otros frente a criminales armados. Tom diseña y supervisa todos los cursos de formación en RangeMaster y es el principal instructor de los cursos de pistola nivel 3-5 y cursos especializados. Además de los cursos en Memphis (sede de RangeMaster) Tom enseña durante todo el año en otros lugares a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

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