Desde hace ya algunos años se viene hablando normalmente de «Manual de Tácticas, Técnicas y Procedimientos» para designar lo que anteriormente se conocía simplemente como manual. Habitualmente esta tríada es más conocida por su acrónimo «TTPs», que la abrevia considerablemente, siendo bastante común encontrarnos con títulos tales como «Manual de TTPs de …». Curiosamente esta denominación guarda una gran similitud con la denominación anglosajona «Tactics, Techniques and Procedures», de la que originariamente procede.
La distinción entre un simple manual y un manual de TTPs parece bastante fundada y radica principalmente en el contenido de uno u otro texto. Mientras que en un manual, a secas, tiene cabida todo lo relacionado con el tema del manual, es decir, prácticamente cualquier cosa, un manual de TTPs contiene exclusivamente TTPs relacionados con el tema del manual, lo que hace necesario definir primero qué son TTPs para comprender el contenido de estos manuales.
Por lo general, los manuales versan más sobre temas genéricos, doctrinales y teóricos, sin entrar al detalle ni profundizar en los aspectos relativos a la forma de actuar, proceder, manejar, usar, emplear, … Sin embargo, los manuales de TTPs constituyen una guía en la que se detalla la forma de actuar, proceder, manejar, usar, emplear, …
Si analizamos independientemente cada uno de los conceptos «táctica», «técnica» y «procedimiento» podremos entender mejor qué tipo de información tiene cabida en los manuales de TTPs.
Por definición, una táctica es una forma planeada, un método o un sistema para hacer, ejecutar o conseguir algo. También se puede definir de una forma más técnica como el proceso en el que se combinan todas las posibilidades para alcanzar inmediatamente una solución idónea (la táctica en sí) ante las diferentes situaciones imprevistas y cambiantes propias de cualquier enfrentamiento en el que interviene uno o más adversarios.
Por otra parte, una técnica consiste en una forma de realizar una actividad que requiere cierta habilidad o bien en un procedimiento o recurso del que se sirve una ciencia o un arte. Dicho de un modo más detallado, una técnica se define como la realización de determinados movimientos según un patrón preestablecido por el que se busca la eficacia en el resultado de dichos movimientos.
A juzgar por las definiciones anteriormente reseñadas de táctica y técnica, ambos conceptos guardan cierta similitud y podrían llegar a confundirse. No obstante, existen ciertas diferencias aclaratorias que contribuyen a diferenciar uno y otro concepto. Una táctica viene determinada por las acciones del contrario, mientras que una técnica se define por un patrón preestablecido a seguir. Asimismo, la finalidad de una táctica es lograr un objetivo en concreto, mientras que en el caso de una técnica su finalidad es simplemente la ejecución de una acción determinada. En lo que se refiere a la evaluación del resultado, una táctica se evalúa por su eficacia frente a una determinada situación y una técnica se evalúa en virtud del número de errores cometidos en su ejecución. Además, una táctica requiere acciones lógicas inmediatas y una técnica únicamente supone su ejecución en base a un patrón preestablecido. En resumidas cuentas, una táctica representa una solución a un problema y una técnica supone la realización de una acción.
En cuanto a un procedimiento, este se define como un método de ejecutar algunas cosas, que consiste en el conjunto de acciones o pasos a seguir, que constituyen la forma oficial o aceptada de hacer tales cosas. En otras palabras, se trata de una serie estandarizada de pasos perfectamente definidos, que permiten realizar una acción con la garantía de obtener el mismo resultado. La ventaja de todo procedimiento es que este puede aprenderse y reproducirse fácilmente, de forma que para obtener el resultado deseado en determinadas situaciones basta con seguir el procedimiento. Prácticamente en cualquier ámbito podemos encontrarnos procedimientos: procedimiento judicial, procedimiento administrativo, procedimiento científico, procedimiento operativo, procedimiento médico, procedimiento de emergencia, procedimiento de seguridad, etc.
A la vista de las definiciones de cada uno de estos conceptos, podemos concluir que aún siendo diferentes están íntimamente relacionados entre sí y van cogidos de la mano. Por ejemplo, ante una situación táctica en la que hay que registrar una habitación en la que se encuentran varias amenazas que estamos obligados a neutralizar, una táctica que podría utilizarse consiste en batir primero la amenaza más inmediata y a continuación las restantes amenazas; para ello se utilizarán las técnicas convenientes en lo que se refiere a fuego en movimiento, puntería, empuñe del arma, etc…; y se seguirá el procedimiento de registro de habitaciones por puntos de dominación.
Las técnicas son las herramientas, la táctica es la forma de combinar esas herramientas para hacer un determinado trabajo y el procedimiento es la guía a seguir para hacer el trabajo.
Podemos utilizar una analogía para intentar explicar estos conceptos. Pensemos en un fontanero. Todo fontanero tiene una caja de herramientas, normalmente grande para poder albergar todas las herramientas posibles, ya que no se sabe con qué tipo de tubería se podría encontrar. De este modo, en esta caja tendrían cabida todo tipo de llaves para tuberías de todos los diámetros (llaves fijas, llaves de tubo, llaves inglesas, etc…), teflón, cinta adhesiva, varios tipos de aceites lubricantes (3en1, WD40, etc…), destornilladores (planos, estrella, etc…), alicates (de punta fina, de punta gruesa, cortaalambres, etc…), juntas de tuberías, estaño de soldadura, soldador, etc… Todas estas herramientas, junto con las diferentes formas o técnicas para utilizarlas, vendrían a ser las técnicas en tiro táctico. Quizás la herramienta sea el arma de fuego y las técnicas las diferentes formas de utilizarla.
No resulta extraño que cada fontanero tenga sus propias preferencias para emplear una u otra herramienta con la que realizar un trabajo determinado, pero todos disponen en su caja de herramientas comunes, que conocen y saben manejar, siguiendo técnicas comunes, y otras herramientas no tan comunes para casos particulares. Lo mismo sucede en tiro táctico, en el que cualquier tirador conoce y sabe emplear una serie de técnicas (unas más comunes y otras menos comunes más específicas para situaciones particulares). Domina especialmente esas técnicas comunes que utiliza con más frecuencia, porque son las que resultan más eficaces.
Cuando un fontanero se encuentra con un problema tal como una tubería totalmente oxidada que no logra aflojar con una llave fija normal, puede optar por aplicar 3en1 en abundancia de forma que el aceite penetre por las juntas y empape la rosca oxidada para tras dejarlo actuar durante unos minutos proceder con una llave alargada con la que poder ejercer mayor palanca. Esta forma de trabajar con las herramientas y técnicas de fontanería para solucionar un problema vendría a ser una táctica en tiro táctico.
Llegado el momento de instalar una cisterna de última generación que proporciona un importante ahorro de agua, el fontanero sigue los pasos perfectamente explicados y que siguen un orden tal como vienen en la guía de instalación de la cisterna. Esta guía de instalación con una serie de pasos a seguir según un orden vendría a ser un procedimiento en tiro táctico.
Algo así se podría decir.
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Magnífico.
Recomiendo la lectura 100%.