Republicado desde IG @let_n_ec
Entrenamos por dos razones: para cumplir o para rendir.
Rendir puede incluir cumplir.
Cumplir nunca incluye rendir.
La mayoría de entrenamiento es entrenamiento para cumplir: pasas por un entrenamiento en concreto para «saber» de algo y marcar la casilla de empleado responsable. Todo es por responsabilidad de la persona y de su unidad.
El problema es que ese «entrenamiento» para cumplir no tiene nada que ver con el rendimiento. El entrenamiento para cumplir siempre se basa en los requisitos mínimos. Cumplir con el entrenamiento que atiende los requisitos mínimos no tiene nada que ver con el rendimiento o con mejorar el rendimiento.
Cumplir no tiene nada que ver con la competencia.
Ya cumple con el mínimo, que es «esto es lo mínimo que tienes que hacer para seguir contratado». Eso no es rendir, sino cumplir una exigencia para no ser despedido.
El entrenamiento para rendir consiste en mejorar el rendimiento en una competencia exigida. No solo hacer lo suficiente para no ser despedido, sino hacer lo suficiente para ser competente en la materia.
La competencia es una mayor exigencia que cumplir. La competencia es una exigencia de que las personas sean BUENAS en su trabajo, continúen realizando la misión y actuando responsablemente, en lugar de evitar esa responsabilidad.
El entrenamiento para rendir incluye cumplir. Si haces bien tus cometidos, también cumples. Sin embargo, cumplir no implica que hagas bien tu trabajo.
Hasta que las personas no empiecen a centrarse en rendir competentemente, todo el entrenamiento solo servirá para la mínima exigencia de cumplir.
El entrenamiento para rendir sube el nivel de exigencia. El entrenamiento para cumplir se limita a atender la menor exigencia posible.
Podemos identificar fácilmente quiénes se centran en rendir o en cumplir. Las unidades reflejan lo mismo en las personas a las que dejan quedarse. Los empleados que rinden quieren trabajar con otros empleados que rindan.
Solo los que se limitan a cumplir están dispuestos a trabajar con otros como ellos. Hasta que no se acepte, siempre habrá disparidad en la calidad de unidades y personal.
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