Puede que no lo sepas, pero mires donde mires hay un silenciador. Te pasa alguno por delante continuamente. No obstante, no van montados en un arma de fuego, sino en un coche, llamándosele «silencioso». Su funcionamiento es muy similar al de los silenciadores para armas de fuego, que iniciaron su andanza en 1909 y múltiples ingenieros han agudizado el ingenio para conseguir un diseño que consiga frenar los gases del disparo en un dispositivo con el menor peso y tamaño y máxima resistencia. El pionero fue Hiram Percy Maxim en 1909, como puedes leer a continuación.
La Edad de Oro de los Supresores para Armas de Fuego nació en 1909
Hiram Percy Maxim inauguró una época
Por Matthew Moss
Este artículo fue publicado por primera vez en el sitio web Historical Firearms [Armas de Fuego Históricas] y publicado en español en el sitio web War Is Boring [la guerra es aburrida] el 8 de julio de 2017.
Los primeros supresores viables para armas de fuego aparecieron a principios del siglo XX. Entre 1909 y 1920 se patentaron una amplia variedad de dispositivos de supresión de sonido.
Hiram Percy Maxim, hijo de Sir Hiram Maxim, inventor de la ametralladora, fue uno de los primeros ingenieros en entrar en el negocio de los supresores. La casa Maxim empezó haciendo automóviles pero, hacia 1905, pasó a dedicarse a la tecnología para atenuar el sonido.
El más joven de los Maxim probó con dispositivos a base de válvulas, orificios de ventilación y canalizaciones para reducir la firma sonora de un arma de fuego. El dibujo de la patente número 916885 que registró Maxim en marzo de 1909, que figura en la cabecera de este artículo, fue su primer diseño, con el que pretendía que los gases giraran en espiral en forma de remolinos.
La Maxim Silent Firearms Company, que más tarde se convertiría en la Maxim Silencer Company, comercializó los mejores y más prácticos diseños de Maxim.
Animados por los silenciadores de Maxim, varios ingenieros y empresas de la competencia empezaron a desarrollar sus propios diseños. A principios de los años 1910 se dedicaron muchos esfuerzos en este campo. Entre los más destacados supresores de la época se encontraban los siguientes:
- Patente nº 959400 de 24 de mayo de 1910 del silenciador «Gun Mufler», de James Stinson:
- Patente nº 953943 de 5 de abril de 1910 del silenciador con cámara de expansión hemisférica, de George Childress:
- Patente nº 1017003 de 13 de febrero de 1912 del silenciador con una gran cámara de expansión, de Charles H. Kenney:
- Patente nº 971083 de 27 de septiembre de 1910 del silenciador que fue uno de los primeros en incluir el uso de respiraderos en el cañón del arma del arma de fuego, de Andy Shipley:
- Patente nº 1341363 de 25 de mayo de 1920 del silenciador con deflector en espiral, del Comandante Anthony Fiala:
- Patente nº 984750 de 21 de febrero de 1911 del silenciador para escopeta, de Harry Craven:
- Patente nº 1000702 de 15 de agosto de 1911 del silenciador con sistema de anclaje tipo bayoneta y conos deflectores, de Eugene Thurler:
- Patente nº 1080154 de 2 de diciembre de 1913 del silenciador atrapagases, de Herbert Moore:
- Patente nº 1390658 de 13 de septiembre de 1921 del «silenciador y neutralizador del retroceso», que no era más que un freno de boca poco convencional tanto para armas portátiles como piezas de artillería, de R.M. Towson:
El mayor competidor de Maxim fue Robert A. Moore, que el 3 de mayo de 1910 patentó (nº 956717) su primer silenciador para fusiles militares y de caza de gran calibre, que se caracterizaba por una gran cámara de expansión que se situaba bajo la boca de fuego del fusil. Moore compitió contra Maxim en las pruebas de un silenciador para fusil realizadas por el Ejército de Tierra estadounidense justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.
El mercado civil de silenciadores para armas de fuego entró en decadencia durante la Gran Depresión y en 1934 recibió un duro revés por parte del Reglamento de Armas estadounidense [National Firearms Act]. La norma establece una férrea regulación de los silenciadores.
Así que la empresa de Maxim acabó dejando el negocio de los silenciadores para armas de fuego y en su lugar se dedicó a los silenciosos para la industria y el automóvil. Aunque la empresa ya no pertenece a la familia, todavía se mantiene el negocio.
Actualmente los silenciadores están disfrutando de un resurgimiento en popularidad y hay muchas marcas nuevas que ofrecen una gran variedad de diseños. Se está llevando a cabo un importante esfuerzo político en EE.UU. por eliminar las restricciones que impuso el Reglamento de Armas estadounidense [National Firearms Act].
.
Prohibidos en nuestro país por complejos y estupideces, cuando en media Europa hasta los aconsejan para los practicantes del tiro y la caza.
Saludos