Aire comprimido: barato, de fácil acceso e ideal para iniciarse en el tiro, incluso antes de ser mayor de edad.

En el ámbito de las armas de fuego, existe una extraña obsesión por impresionar, en lugar de progresar paso a paso y dejar que los resultados impresionen por sí mismos. No es necesario empezar por las armas de fuego, ni el airsoft tiene que ser la única opción. Ya sabemos cómo funciona el Reglamento de Armas, al menos en España, restrictivo a más no poder con cualquier tipo de arma, sea de fuego, blanca, o de aire comprimido. Sin embargo, siempre es más sencillo guiar y utilizar armas de aire comprimido, que las de fuego real. No solo eso, sino que el aire comprimido ha representado para muchos, desde muy jóvenes ─incluso antes de cumplir la mayoría de edad─, el bautismo en el uso y manejo de un arma, por seguridad, precio, accesibilidad y excelentes propiedades para afianzar los principios básicos del tiro y las normas de seguridad con las armas ─de fuego o no─.

No sé tú, pero muchos recuerdan con cariño la primera vez que aprendieron a usar un arma, cuando sus padres, tíos, abuelos, etc. les enseñaron a tirar con lo que se conocía como «escopeta de balines», ¿te suena? (en realidad, habitualmente se trataba de una carabina de aire comprimido de palanca). Años ha, únicamente existían las típicas escopetas de balines y las armas de aire comprimido para tiro deportivo. Hoy día, la variedad es más amplia que nunca y se pueden encontrar todo tipo de armas de aire comprimido ─de balines, no de airsoft─, tales como réplicas (fusil, carabina, pistola) de armas de fuego reales ─que muchas veces quedan fuera de alcance por precio o por restricciones de acceso «normativas»─. Hablemos de escopetas de balines y otras armas de aire comprimido, y sus ventajas.

Por aquello de buscar una definición, el Reglamento de Armas (RdA) establece en su artículo 2.9 que un «arma de aire u otro gas comprimido» es aquella «que utiliza como fuerza impulsora del proyectil la originada por la expansión de un gas comprimido», a diferencia de un «arma de fuego», que utiliza como fuerza impulsora del proyectil la originada por «la acción de un combustible propulsor» (art. 2.12 RdA). La definición es muy amplia y recoge tanto las armas de airsoft, como las de balines, como las de CO2, de palanca, de muelle, de botella, o de lo que sea, sin importar qué dispare.

En cuanto a su clasificación, existen dos categorías de armas de aire comprimido (art.3 RdA) según la energía cinética del proyectil ─sea el que sea─ en la boca de fuego del arma, lo cual depende de la velocidad y de la masa del proyectil. De esta forma, si la energía cinética es mayor de 24,2J se clasifican en la 3ª categoría y si es menor en la 4ª categoría. Para rizar el rizo, en un hipotético alarde por clasificar estas armas según su ¿peligrosidad?, se establecen dos grupos dentro de la 4ª categoría en virtud de si se pueden realizar varios disparos seguidos con solo presionar el disparador una y otra vez (grupo 1), o si se trata de armas monotiro o revólveres de simple acción (grupo 2).

Básicamente, si es de 3ª categoría se complica la cosa. La gran mayoría de escopetas de balines y armas de aire comprimido son de 4ª categoría, por lo que se pueden vender tanto en armerías como en «establecimientos de artículos deportivos» (art. 56.a RdA) y las instalaciones para su uso pueden autorizarlas los alcaldes (art. 149.5 RdA). Asimismo, las armas de la 4ª categoría «se podrán adquirir y tener en el propio domicilio, sin otro trámite que la declaración de la venta, la clase de armas y los datos de identidad del adquirente al Alcalde del municipio de la residencia de este y a la Intervención de Armas de la Guardia Civil» (artículo 54.3 RdA). Por tanto, no requieren de licencia de armas, pero «para llevar y usar» estas armas «fuera del domicilio» «se necesita obtener tarjeta de armas» (art. 96.6 y 105.1 RdA). Además, en el caso de las armas del grupo 1 (las semiautomáticas o de repetición, revólveres de doble acción incluidos), es necesario haber cumplido 14 años de edad (art. 105.4 RdA).

En resumen, que cualquier persona mayor de 14 años puede adquirir un arma de aire comprimido de 4ª categoría para tener y usar en su casa, sin necesidad de licencia de armas ni tarjeta de armas. De ahí la popularidad de este tipo de armas para iniciarse en el tiro, por su facilidad y economía de acceso.

Como se suele decir, «el tiro es tiro», así que sus principios básicos se pueden aprender tanto con armas de fuego, como con armas de aire comprimido, con todas las ventajas que ello supone. La única cuestión a tener en cuenta es la balística de unas armas frente a otras. De esta forma, el retroceso en un arma de aire comprimido está a la par que la energía en la boca de fuego, es decir, resulta mucho menor que en el caso de un arma de fuego. Eso tiene la desventaja evidente en el momento de pasar a un arma de fuego, dado que no se aprende a controlar ese retroceso. Pero, tiene una gran ventaja, ya que permite concentrarse exclusivamente en la técnica de tiro. De ahí que estas armas sean excelentes para iniciarse y pasar más adelante al fuego real con la técnica de tiro ya dominada.

No hay que olvidar además lo sencillo y barato que resulta practicar con un arma de aire comprimido. Puedes hacerlo en tu propia casa. Existen «cazabalines» que garantizan la seguridad, en cuanto a que el balín queda contenido dentro del propio blanco y no acabamos con agujeros en la pared. Bueno, puede que alguna marca dejes en la pared si fallas el blanco. Por supuesto, las gafas de protección no dejan de ser obligatorias, por obvias razones. Y las normas de seguridad con las armas se mantienen igual que si se tratara de armas de fuego, que no queremos a propios ni extraños con agujeros o sin un ojo. No hay que subestimar este tipo de armas, por poca energía en boca de fuego que puedan tener. Luego ya es cuestión de imaginación a la hora de entrenar el tiro, incluso cuestiones más «tácticas».

En cuanto a variedad, se pueden encontrar las clásicas armas de aire comprimido para «tiro olímpico» puro y duro, otras más orientadas hacia pasar el rato pegando unos tiros, y otras más orientadas hacia la rama «táctica», que son réplicas de fusiles y pistolas reales para servicio, combate o defensa, por lo que constituyen un complemento fantástico, incluso para los que tienen acceso al arma de fuego real. Las prestaciones, precios y funcionamiento del arma abarcan un amplio abanico entre el que elegir lo que mejor se adapte a cada uno, o lo que más le guste a cada uno. Hay opciones más económicas con menos velocidad en boca de fuego y opciones más potentes con un mayor precio. Lo más económico a la larga son las armas que no requieren botellas desechables, bien porque funcionan con palanca o con un depósito interno recargable. Esta segunda opción tiene un mayor coste inicial y requiere un bomba manual, una botella de aire comprimido o un compresor para recargar el depósito interno. Este tipo de armas se denominan PCP, del inglés Pre Charged Pneumatic, que significa «neumática precargada». Destacan por su alta calidad y precisión al utilizar aire comprimido a alta presión. Al no utilizar botellas desechables de CO2, el coste por disparo se limita al proyectil, que también varía según el tipo de balín o perdigón que se utilice.

Para los aficionados a la balística, también existe una amplia variedad de perdigones y balines, con los que se pueden hacer todo tipo de pruebas, dentro de las posibilidades de este tipo de armas. No solo se trata de probar la balística exterior de diferentes diseños y materiales de perdigones y balines, sino que también se pueden hacer pruebas más o menos caseras de balística terminal ─con gelatina, con frutas, con jabón Lagarto, o con lo que tengas a mano─. En cuanto a calibre, el más habitual es el 4,5mm, aunque también existen 5,5mm y 6,35mm, donde es más fácil que se rebase el límite de los 24,2J y así pasar a armas de 3ª categoría, que requieren licencia E (art. 101.1 RdA).

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Puede que actualmente el airsoft sea más popular, que no está mal, pero el aire comprimido, sean escopetas, carabinas, fusiles, pistolas, revólveres, de balines o perdigones, es una interesante opción, tanto para iniciarse en el tiro, como para entrenar de forma económica y práctica. También sirve para jugarse el orgullo con los colegas o familiares (siempre cumpliendo las normas de seguridad). El límite lo pone la imaginación.

Recuerda, el tiro es tiro, y el aire comprimido es fantástico para aprender y desarrollar los principios básicos del tiro.

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