Nos encontramos este artículo sobre «estrategia» por casualidad, como seguidores habituales que somos en LinkedIn del señor Matt L. Cavanaugh ─que ya anteriormente nos había cautivado con sus artículos (por ejemplo, cómo matan los militares la meritocracia)─. Consideramos que estrategia y combate con armas de fuego guardan cierta ─si no mucha─ relación, así que bien puede encajar aquí como una lectura interesante. Aquí te lo dejamos.
(Este artículo es una traducción NO autorizada de su original en inglés What is Strategy?, de M.L. Cavanaugh, publicado con fecha 10 de noviembre de 2016 en Modern War Institute)
¿Alguna vez has tenido la sensación de que algo no es del todo correcto? Un sentimiento, un pálpito, un escalofrío. Eso le pasa a una madre cuando sus hijos se separan de ella, a los animales cuando se acerca el mal tiempo, y, por lo visto, a mi me pasa cuando leo definiciones de «estrategia».
Para mayor confusión, existen muchas definiciones que repasar. El libro de texto que utilizaba como referencia para impartir mis clases en West Point, la cuarta edición de Strategy in the Contemporary World [Estrategia en el Mundo Contemporáneo], está repleto de definiciones variadas de «estrategia».
Y no se trata simplemente de múltiples paráfrasis de una u otra definición. Cuanto más de cerca lo lees, más te das cuenta de grandes diferencias en su filosofía y especificidad. En cuanto a su filosofía, varias definiciones resaltan un enfoque de la estrategia basado en el diseño científico, en el planeamiento y en el resultado, mientras que otras describen un proceso muy diferente de adaptación ingeniosa y ajuste dinámico. Respecto a su especificidad, las diferencias se encuentran en la limitación de la definición ─si estrategia está directa o exclusivamente relacionada con el combate y la guerra─ frente a un enfoque más amplio y general que suele hacer referencia a conceptos más ambiguos como el «poder». Veamos algunos ejemplos (no todos los citados a continuación proceden del anteriormente mencionado libro de texto).
Enfoque en el planeamiento…
«La estrategia es un plan de acción diseñado para lograr algún fin; un propósito junto con un sistema de medidas para su consecución» (J.C. Wiley).
«La estrategia ha de entenderse actualmente como nada más y nada menos que el plan total para utilizar la capacidad de la coacción armada» (Robert Osgood).
Art Lykke impulsó el concepto de planeamiento de la seguridad nacional «stool» [taburete], que consiste en el equilibrio predecible de fines, maneras y medios (siempre dejando algo de riesgo residual).
…frente a un enfoque en el proceso y la adaptación continua.
La estrategia es «el arte de la dialéctica de la fuerza, o, más exactamente, el arte de la dialéctica de dos voluntades opuestas que utilizan la fuerza para resolver su conflicto» (Andre Beaufre).
«La estrategia es un proceso, una adaptación continua a las condiciones y circunstancias cambiantes en un mundo dominado por la casualidad, la incertidumbre y la ambigüedad» (Williamson Murray y Mark Grimsley).
Enfoque en el combate…
«La estrategia es el uso de enfrentamientos para el propósito de la guerra» (Carl von Clausewitz).
«La estrategia es la adaptación práctica de los medios puestos a disposición de un general para la consecución del propósito de la guerra» (Helmuth von Moltke).
…frente a una relación ambigua con la guerra.
«La estrategia es el arte de crear poder» (Sir Lawrence Freedman).
«La estrategia consiste básicamente en ejercer poder de forma eficaz» (Gregory D. Foster).
Gran estrategia [Grand strategy] es la «relación calculada entre medios y grandes fines». Aunque gran estrategia es conceptualmente diferente, el enfoque de la definición es representativo y, por tanto, relevante. (John Gaddis).
Entonces, ¿qué no es del todo correcto de estas definiciones? ¿qué es lo que le eriza el pelo de la nuca al estratega? Si representamos en una gráfica, sin rigor científico, cada una de estas definiciones basándonos en su relación con estas dos características clave (diseño planeado frente a adaptación ingeniosa, y específica del combate frente a ambigüedad con el combate), podemos ver cómo aparece un vacío ─y se materializa una potencial solución─.
Necesitamos una definición que comprenda ambas características: la estrategia como un producto (es decir, documentos preplaneados) y la estrategia como un proceso (es, decir, cambios y contras). La estrategia es ambas cosas, simultáneamente. Toda persona que haya ejercido cualquier tipo de mando sabe que la estrategia requiere tanto un diseño a largo plazo como una adaptación a más corto plazo. No se trata meramente de un plan, sino también de un enfoque ágil, preparado en todo momento para introducir ajustes que saquen el máximo rendimiento a las circunstancias cambiantes (como dicen en las carreras de coches, «se gana en las curvas»). La definición también tiene que tener en cuenta el combate y la guerra, pero no ha de sufrir miopía de combate y olvidarse de incluir aquellas cuestiones más allá del campo de batalla que influyen en el resultado de un conflicto. La guerra es algo más que solo el conflicto armado. Necesitamos una definición que pueda englobar todas estas cosas con concisión y precisión. Así que ahí va eso:
La estrategia es la orientación deliberada hacia el éxito en un conflicto competitivo y complejo.
Esta definición comprende seis palabras clave, cada una cuidadosamente seleccionada, descrita a continuación.
- Orientación: como enfoque o inclinación. El Diccionario Oxford de Inglés lo define como el «acto de orientar a alguien o algo respecto a los puntos de una brújula u otras posiciones específicas; posición relativa o dirección de algo; actitudes, creencias o sentimientos básicos de una persona en relación a un tema o asunto particular». La metáfora de la brújula es fundamental, como instrumento que ayuda a encontrar la dirección al mirar el plano, así como al recorrer un terreno desconocido. La brújula te guía igualmente cuando estás quieto o te desplazas rápidamente.
- Deliberada: como consciente, escogida o concienzuda; ha de haber cierta decisión para la acción (o decisión para la inacción). La estrategia es el juicio que precede a la actividad. Sin una voluntad decidida, no puede haber estrategia.
- Éxito: en el fondo, eso está siempre en la cabeza del estratega. Se puede definir de muchas formas; la estrategia fabiana busca evitar la derrota, mientras que en la historia de Melos se arriesgan a una alianza* ─ambos son objetivos de éxito válidos─. Respecto a nuestros días, he defendido que un hito de nuestra era es la derrota de la victoria militar; en mi opinión, actualmente, todo lo que podemos esperar es una ventaja estratégica, una ganancia relativa y una marginación sostenible. *La estrategia fabiana sencillamente busca evitar la derrota a toda costa, mientras que los melios fueron exterminados por los atenienses tras haberse arriesgado con una alianza para permanecer neutrales sin necesidad de luchar para no ser conquistados (diálogo de los melios).
- Conflicto: en la guerra está en juego algo valioso. Encima, los problemas de la estrategia suelen ser problemas humanos y problemas perversos/retorcidos [wicked problems]. Si se elimina el derramamiento de sangre propio del combate, este término se podría aplicar también a otros campos como los negocios, la Política y el Derecho.
- Competitivo: la guerra siempre se libra contra un enemigo o un entorno. Puede ser uno contra uno o uno contra muchos, pero la característica importante es que hay alguna fuerza oponente que puede ocasionar daños. Aunque cada interacción no implica necesariamente que uno gana lo que otro pierde (juego de suma cero), en el largo plazo uno de los contrincantes saldrá beneficiado habiendo asegurado una posición ventajosa.
- Complejo: como multivariable, con muchos factores. Lawrence Freedman escribió en una ocasión, «un general que entra en batalla» ha de tener en cuenta: Política, Ingeniería, Sociología, Psicología, Geografía, Historia y Economía. Eso es mucha tela y el entorno de la guerra suele ser fluido, dinámico y no lineal. Lo que entra no es igual a lo que sale. En la guerra, uno más uno es igual a manzana, porque las realidades de invertir sangre y dinero en el objetivo de alguna política lleva las matemáticas al absurdo. En resumen, es complejo.
El Teniente Coronel y doctorado ML Cavanaugh, es miembro del Modern War Institute en West Point y profesor en la Universidad Estatal de Arizona, y coeditó, con el autor Max Brooks y otros, el libro Winning Westeros: How Game of Thrones Explains Modern Military Conflict [Ganar Poniente: cómo explica Juego de Tronos el conflicto militar moderno], de Potomac Books.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan la posición oficial de la Academia Militar de Estados Unidos, el Ejército de Tierra o el Ministerio de Defensa estadounidenses.
.
Comentarios recientes