Fundas de pierna. A veces lo «cool» no es lo más adecuado. Por Juan I. Carrión.

Hola a todos. En esta ocasión os traigo este artículo que versa sobre uno de los conceptos que más he cambiado a lo largo de los años, el del empleo de la funda de pierna (o de pernera como la llaman otros). Mi concepto ha variado mucho tanto en el «cuándo» como en el «cómo», valga la redundancia.

Al principio de mi carrera profesional consideraba que el empleo de este tipo de funda era mucho más adecuado que la de cintura. Mucho de ello estaba motivado por el «estatus» asociado que daba el llevarla. La funda pegada al muslo era lo que molaba («cool»), porque era lo que te hacía distinto de las otras unidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y porque la gran mayoría de las unidades especiales, tanto de ejércitos como de fuerzas de policía propios y extranjeros, las llevaban. También estaba motivado por la deficiente calidad de las fundas de cintura disponibles, y puestos a gastarse una buena cantidad de dinero, se solía buscar la opción más atractiva, aunque en muchos casos no era la más adecuada operativamente.

Creo que sigue habiendo mucho de eso. Observo en numerosas fotos y vídeos a personal de las FFCCS en servicios ordinarios sin protección balística o llevando una de características normales (nada voluminosa), con su fundas de piernas relucientes que además suelen estar en una disposición como mínimo, poco adecuada para trabajar con ellas de manera eficiente. Ello me hace pensar que la llevan más «cara a la galería» o alimentando su ego que por motivos operativos, lo cual, cuando menos, es triste.

Ejemplo de funda de pierna mal llevada.

Que nadie se ofenda, no escribo este artículo con el ánimo de meterme con ellos/as, sino que va más encaminado a que la persona que decida hacerlo lo haga con total conocimiento de los «pros» y «contras» de la decisión que ha tomado, siendo consecuente con lo que ello implica.

Mala colocación.

Desde mi experiencia, la mejor manera de portar un arma corta de servicio uniformado es en una funda de cintura, entendiendo por ésta a la funda cuya empuñadura queda a la altura del cinturón. El lugar donde colocarla debería ser el punto donde el brazo de la mano armada, estando en su posición relajada, cruza con el cinturón. ¿Motivos?, los siguientes:

– La distancia desde la funda hasta la total presentación del arma (a la misma altura que el ojo dominante) es menor que de la otra manera. En un enfrentamiento, todo el tiempo que se ahorre va en nuestro favor, y esas décimas de segundo más cerca, suman.

– Una funda de cintura permanece en el mismo sitio independientemente de la posición o movimiento que realiza el tirador, mientras que en las fundas de pierna no se cumple esta condición. La orientación de las últimas cambia si se está sentado, de rodillas, corriendo, etc., lo que dificulta el proceso de desenfunde, al impedir al tirador realizar el movimiento habitual del desenfunde «de pie-estático».

Funda de cintura colocada correctamente.

Si se lleva protección balística, aquellas fundas de cintura que no permitan un desenfunde fluido, deberían sustituirse por otras que se separen algo más de la línea del cuerpo por medio de separadores o de una pala de sujeción de la funda algo más baja (como algunos modelos de Safariland, por ejemplo).

Funda altura estándar.

Funda con pala baja.

En el caso de no encontrar una funda de cintura adecuada, por llevar un chaleco demasiado voluminoso (como pueden ser los del Ejército en ZO), la solución pasa por una de pierna, pero teniendo en cuenta una serie de consideraciones:

– La distancia de la funda a la cintura debe ser la mínima imprescindible para permitir el correcto desenfunde. Alargar esta distancia (cosa que se ve muy a menudo) conlleva unos inconvenientes:

1.- Aumenta el momento de fuerza que ejerce la funda ante los movimientos de la pierna. En muchas ocasiones he observado como maneras incorrectas de llevar la funda (algunas casi en la rodilla) empeoran su condición después de una carrera vigorosa de quien la porta, haciendo que ésta se desplace de su posiciona original y acabando, en algunos casos por detrás o por delante del muslo.

2.- Enlentece el desenfunde. He visto la funda a la altura de la mano armada cuando el brazo esta relajado. Alegan que así les es más fácil alcanzar la pistola en el momento del desenfunde. Eso podría valer a 50 pulsaciones, «tirando de buen rollo», pero es un craso error si se piensa en cómo actúa el cuerpo humano ante una situación de combate real. Los brazos tienden a encogerse y adquirir tensión como preparación para lo que pueda venir (empujar, estirar, correr, golpear, protegerse…), por lo tanto van a alejarse del punto donde se encuentra la funda, teniendo el tirador que obligarse a bajarlo para llevar la mano armada hacia la empuñadura de la pistola. Tiempo perdido. Si añadimos que cuanto más abajo, más tarda en subir al ojo dominante, pues peor que peor.

Funda demasiado baja.

Mi referencia para saber que la funda está la altura adecuada es llevando la cinta que la sujeta al muslo lo más pegada posible a la ingle (en el caso de llevar 2, la de más arriba). De este modo los desplazamientos con el movimiento de la pierna son mucho menores, además de quedar a una altura muy poco por debajo del cinturón, permitiendo un desenfunde casi tan eficiente cómo el que hago con una funda de cintura.

La funda debe bajarse lo mínimo para permitir un buen desenfunde.

Si para una misión considero necesario su uso, intento que haya un entrenamiento previo para habituar a mi cuerpo a la nueva ubicación. Es necesario realizar una serie larga de desenfundes para “enseñar” a la mano dónde se encuentra ahora la empuñadura del arma (parece que no es importante, pero por experiencia me he dado cuenta de que sí lo es). En mi caso, unos 100 desenfundes me dan la confianza que la encontraré si tengo prisa por hacerlo.

¿Qué entrenamiento prepara mejor a los policías para un cambio de funda pistolera?

Conclusión: Analizar las características operativas de la misión que se desempeñe habitualmente, determinar la mejor funda para hacerlo (si se puede) y PRACTICAR con ella para un desenfunde eficiente en situaciones de urgencia. La eficiencia y el realismo son dos condiciones importantísimas para ello.

Safariland, líder en fundas pistoleras para servicio [duty holster], y los niveles de retención (ni antihurto ni antirrobo.

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