En septiembre de 2011 publicamos el artículo Blindaje genital, pélvico o inguinal: una solución a un problema real, que explicaba el sistema de protección que las FAS estadounidenses y británicas estaban entregando a sus soldados para salvaguardar la zona genital, pélvica o inguinal frente a los efectos de los IEDs.
Este sistema incluye una prenda interior de protección Tier I, denominada PUG [Protective Under-Garment] y una prenda exterior de protección Tier II, denominada POG [Protective Outer-Garment]. Este sistema de dos capas protege la pelvis, las ingles, las arterias femorales y los órganos del bajo vientre del combatiente.
Recientemente la oficina ejecutiva del programa Soldado [Program Executive Office Soldier (PEO Soldier)] del Ejército de Tierra estadounidense ha hecho públicos dos vídeos explicativos que recogen las instrucciones para ponerse y estibar la prenda exterior de protección POG, tanto la del fabricante Crye como la del fabricante Hawk. Esta prenda se viste sobre el pantalón del uniforme de campaña y está diseñada para reducir la penetración de fragmentos de munición y otros fragmentos de metralla más grandes.
Es necesario insistir en el dicho «un tío listo aprende de sus propios errores, pero un tío inteligente aprende de los errores de los demás». Quiere esto decir ¿a qué estamos esperando para dotar a nuestros soldados de este sistema de protección? En mi opinión, nuestros soldados bien merecen la misma protección que los soldados de otros ejércitos, ni más ni menos.
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A mí sin embargo, me parece más práctico el Crye, que además, queda más alto y protege mejor el abdomen. Por contra, el sistema hawk, parece que abarca más extensión en la zona inguinal y… ¿aparenta ser más robusto?
Saludos!
Daniel.
Efectivamente creo que va a ser que no y como dice el dicho «que cada bípedo que se lama su cipote». Vamos, que cada uno tendrá que buscarse la vida como pueda para mejorar su protección.
Después de ver los vídeos, parece más práctico el sistema de Hawk.
Me temo que en estos tiempos de recortes, en los que los militares tienen que pagarse la comida en los cuarteles (bajada de sueldo encubierta), no hay combustible para maniobras, horas de vuelo, salidas de mar, ni gasto en munición siquiera, pretender que alguien piense en la protección de las «joyas de la corona» de nuestros militares suena a utopía.
Me parece a mi que cada cual tendrá que velar por sus tesoros… muy lamentablemente.
Un saludo!
Juan Pedro.
PD. Si fuera el fabricante, pensaría una versión para proteger las femorales de los toreros para llevar bajo los trajes de luces, y no es una coña.