En la actualidad la principal amenaza a la que se enfrentan los soldados desplegados en Afganistán consiste en los, lamentablemente famosos, IEDs (Improvised Explosive Device o Artefacto Explosivo Improvisado, popularmente conocido como trampa explosiva o bomba trampa). Asimismo, esta amenaza es la que mayor número de bajas genera en las fuerzas desplegadas, principalmente heridos de diversa consideración, siendo menor el número víctimas mortales, aunque constituye una de las principales causas de muertes en combate. Pero los heridos como consecuencia de la activación de un IED, dada la naturaleza explosiva del mismo, difieren considerablemente de los heridos a causa de los disparos de armas de fuego por sus especiales características que incluyen lesiones horrorosas que habitualmente consisten en la amputación de uno o varios miembros, entre los que podemos incluir los genitales. Estas lesiones no sólo suponen minusvalías físicas sino que generan además serias secuelas psicológicas que cuesta mucho superar.
De un tiempo a esta parte se ha detectado un considerable incremento en el número de heridos en Afganistán, víctimas de un IED, que sufren heridas y lesiones de consideración en la zona de la pelvis, que comprende tanto ingles como genitales. La explicación a tal incremento se corresponde con el mayor número de patrullas a pie que se viene realizando desde hace unos años debido a la necesidad de ocupar físicamente el terreno y mantener un estrecho contacto con la población civil. El enemigo, que no es tonto, sabe cómo hacer daño y a la vista de la forma de actuar de las fuerzas desplegadas en su terreno ha optado por sembrar más IEDs orientados a su uso contra personal a pie. Estos IEDs son accionados normalmente por su propia víctima, lo que favorece que ésta reciba más directamente los efectos de la explosión y la metralla, ya que la explosión del IED se produce precisamente en el momento más oportuno, cuando se encuentra muy próximo o justo encima del artefacto.
El personal que cae víctima de un IED mientras viaja en el interior de un vehículo del tipo MRAP (Mine Resistant Ambush Protected o Protegido frente a Emboscadas y Resistente a Minas) dispone de la gran protección que le ofrece el blindaje y diseño del propio vehículo frente a los efectos de la explosión y la metralla de un IED, lo que, a pesar de la gran potencia de la explosión de los artefactos específicos contra vehículos, atenúa sensiblemente las lesiones que pueden sufrir sus ocupantes, aunque no los convierte en invulnerables y no elimina la posibilidad de heridos y víctimas mortales.
Sin embargo, el personal que constituye una patrulla a pie no dispone de más protección frente a un IED que su propio blindaje personal, que a lo sumo se compone de casco y chaleco blindados. Este blindaje personal está especialmente indicado para tratar de detener determinados proyectiles de armas portátiles y fragmentos de metralla que incidan directamente sobre él, pero casi nada puede hacer frente a los efectos de un IED cuyo origen se encuentra bajo los pies de la víctima, como es habitual. Asimismo, el único elemento del blindaje personal disponible hasta hace poco más de un año para proteger la zona genital, pélvica o inguinal consistía en una simple solapa unida al chaleco blindado y situada justo delante de esta zona, que ofrece cierta protección frente a proyectiles y fragmentos que incidan frontalmente, pero ninguna protección ofrece por la parte inferior en la que se localiza el origen de los efectos dañinos de los IEDs. Además de poca protección esta solapa resulta especialmente incómoda y restringe la libertad de movimientos de su portador.
La gran relevancia adquirida por la zona pélvica (ingles y muslos incluidos) radica en la necesidad de proteger varios tejidos blandos muy vulnerables que se localizan en dicha zona, tales como el colon, la vejiga y los genitales, que en el caso de resultar dañados pueden plantear heridas muy graves que cambiarían para siempre la vida de la víctima y que incluso podrían suponer su muerte. Es importante además tener en cuenta que las secuelas psicológicas derivadas de las posibles lesiones en los genitales, además de la evidente afectación a la capacidad reproductiva y sexual del individuo, son de por sí enormemente traumáticas.
Por otra parte, la zona pélvica también comprende el paso de la arteria femoral (una en cada ingle y pierna), que constituye uno de los vasos sanguíneos más grandes del cuerpo humano, con un grosor similar al del dedo índice, por el que fluye la sangre a una gran velocidad. Si una de estas arterias es seccionada la gravedad de la herida es tal que el cuerpo podría perder toda su sangre en tan sólo cinco minutos. Además, si la herida se produce muy próxima a la ingle su tratamiento resulta muy complicado porque no es posible realizar un torniquete para frenar la pérdida masiva de sangre. Como consecuencia de una gran pérdida de sangre la presión arterial disminuye considerablemente, el suministro de oxígeno a órganos vitales no es suficiente y la temperatura corporal desciende, lo que en el caso de sobrevivir puede suponer que determinados órganos vitales no vuelvan a funcionar correctamente por haber permanecido demasiado tiempo sin suficiente riego sanguíneo.
Ante tales evidencias, el Ministerio de Defensa de Reino Unido emitió a mediados de 2010 un Requerimiento Operativo Urgente (UOR, Urgent Operational Requirement) que dió comienzo a las investigaciones para el desarrollo de un nuevo sistema de protección personal que mitigara las heridas en la zona pélvica de los soldados desplegados en Afganistán. Los científicos del Ministerio de Defensa británico, adscritos al Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa (DSTL, Defence Science and Technology Laboratory), con la colaboración de algunos fabricantes, diseñaron este sistema que comprende tres capas o niveles denominados Tier 1, Tier 2 y Tier 3.
La primera capa o nivel, Tier 1, consiste en una prenda considerada como ropa interior que constituye la primera barrera frente a los efectos de la explosión de un IED. Su importancia es crítica ya que este elemento se viste directa y permanentemente sobre la piel, casi a diario, por lo que además de ofrecer la debida protección también ha de ser lo suficientemente cómodo como para no generar un problema adicional debido al calor ni restringir la libertad de movimientos.
El primer diseño del Tier 1, fue presentado en agosto de 2010 por la empresa británica BCB International Ltd., que habitualmente suministra equipo de protección y otro material a las FAS británicas. Este primer diseño, que posteriormente fue descartado por el Ministerio de Defensa británico en favor de otro más ligero y cómodo, consiste en los Blast Boxers, que son una especie de calzoncillos tipo bóxer, con un aspecto exterior más parecido al del culotte utilizado por los ciclistas, especialmente diseñados y fabricados para proteger las partes cruciales de la pelvis sin resultar excesivamente incómodos ni limitar considerablemente los movimientos del usuario. Para ello se han utilizado diferentes materiales y tejidos estratégicamente situados. La parte de los Blast Boxers que cubre las zonas vulnerables que han de protegerse frente a los fragmentos de metralla proyectados tras la explosión de un IED dispone de un forro a base de una doble capa de kevlar capaz de impedir la penetración de tales fragmentos. Este forro cubre tanto los genitales, las ingles y el perineo como la cara interna de los muslos, donde se encuentra la arteria femoral. El forro de kevlar se une a un tejido tipo malla que sirve de soporte al mismo tiempo que favorece la transpiración y la disipación del calor corporal. Los tejidos utilizados para su fabricación son además resistentes al fuego para evitar que el calor de una explosión pueda derretir el material y que éste se adhiera a la piel al mismo tiempo que atenúa la penetración del calor y las quemaduras. Asimismo todas las costuras son exteriores, para mejorar la comodidad y evitar rozaduras, y los tejidos disponen de un tratamiento que evita la proliferación de bacterias y microbios, causantes de malos olores. Como es lógico esta prenda está disponible en varias tallas para adaptarse correctamente a las dimensiones de su usuario y se puede lavar (de otro modo serían necesarias cantidades ingentes de esta prenda ya que posiblemente tras una patrulla bajo el sol afgano no podría volver a utilizarse debido a la excesiva acumulación de sudor y suciedad; no obstante, el fabricante recomienda vestir esta prenda con ropa interior).
Los Blast Boxers fueron sometidos a pruebas extensivas en el laboratorio y en el campo para verificar sus propiedades de protección balística. En dichas pruebas se dispararon fragmentos de diferentes tamaños a gran velocidad sin que hubiera penetración y se sometió a maniquíes vestidos con esta prenda a los efectos de una explosión. Asimismo, se realizaron pruebas para verificar la comodidad de los Blast Boxers que consistían en que personal vestido con esta prenda realizara las acciones y movimientos propios de un soldado en las mismas condiciones de calor que se podrían encontrar en Afganistán.
Durante el desarrollo e investigación del Tier 1 se comprobó que el kevlar no era el mejor material y se optó por otro diseño muy similiar a los Blast Boxers pero fabricado a base de seda y otros tejidos sintéticos. La seda convenientemente tejida se convierte en el material más ligero y resistente que los científicos pudieron encontrar para fabricar esta prenda, que además de ofrecer una buena protección frente a los fragmentos de metralla y partículas proyectados tras la explosión de un IED no resulta excesivamente incómoda ni restringe la libertad de movimientos del usuario. Este nuevo diseño de Tier 1 es fabricado en exclusiva por la empresa norirlandesa Cooneen, Watts and Stone.
Ya desde finales de 2010 cada soldado británico desplegado en Afganistán dispone de cuatro unidades del Tier 1, que visten habitualmente durante su despliegue y que lamentablemente ya ha sido probado en combate con éxito, logrando atenuar eficazmente los efectos de la explosión de un IED sobre la zona pélvica. Los propios soldados afirman que no resulta especialmente incómodo y son más los beneficios que los inconvenientes.
El segundo nivel del sistema de protección de la zona pélvica o Tier 2 consiste en lo que parece una coquillera de combate y se emplea como si de un pañal se tratara que se viste por encima del pantalón. Se compone de una funda exterior que sirve de soporte al paquete balístico interior fabricado a base de kevlar. El Tier 2 se puede portar en la espalda unido al cinturón del pantalón, enrollado sobre sí mismo, para lo que dispone de una solapa con velcro que lo sujetan sin que se desenrolle. Ésta es la forma de portarlo cuando el riesgo de IEDs en la zona no sea considerable y no sea necesario su uso. En tal posición no resulta tan incómodo ni restringe la libertad de movimientos del usuario pero permanece siempre a mano para hacer uso inmediato del mismo en caso de necesidad. En el momento en el que se haya de colocar para su uso únicamente es necesario liberar la solapa con velcro que lo sujetan enrollado en la espalda, pasarlo por debajo entre las piernas, cerrarlo con los clips que se encuentran en cada lado de la cadera y fijarlo por delante con dos cintas con velcro.
El Tier 2 es fabricado en exclusiva por la empresa norirlandesa Hawk Protection Ltd. para las FAS británicas, a las que comenzó a entregarse la pasada Primavera y actualmente se está utilizando con éxito en Afganistán. A pesar de parecer un tanto aparatoso, según sus propios usuarios, no resulta tan incómodo y restrictivo frente al gran beneficio que aporta, entre el que figura el proteger los genitales y volver a casa con ellos intactos. Parece ser que a los soldados les preocupa más perder los genitales que las piernas, lo cual parece lógico y razonable, dadas las graves secuelas y el trauma que supone perder la capacidad reproductiva y sexual. Además, entre las posibles lesiones que pueden producirse en la zona pélvica también se incluye la pérdida del colon, que supondría tener que vivir con una bolsa unida a un orificio en el vientre. En resumidas cuentas, las lesiones que pueden producirse en la zona pélvica son tan traumáticas y suponen un cambio tan radical en la forma de vida de la víctima que todos los soldados aceptan toda incomodidad en provecho de contar con una mejor protección de esta zona.
Desde el pasado mes de agosto ya está disponible el último elemento del sistema de protección de la zona pélvica, Tier 3. Este elemento lo constituyen unos pantalones cortos que protegen las piernas hasta las rodillas, la pelvis y el abdomen. El Tier 3 está indicado para su uso por aquellos soldados que realizan tareas de mayor riesgo como pueden ser aquellos que usan el detector de metales portátil para la búsqueda de minas e IEDs.
Inicialmente este sistema de protección fue utilizado únicamente por las FAS británicas en Afganistán, pero debido al estrecho contacto que mantienen con otras FAS enseguida los infantes de marina estadounidenses se fijaron en él como posible solución a este mismo problema que ellos también sufren. De este modo hace unos meses el Cuerpo de Infantería de Marina de los EE.UU. emitió un requerimiento de urgencia (Urgent Universal Need Statement) para la adquisición de este sistema de protección de la zona pélvica. Este tipo de requerimientos de urgencia se utilizan para identificar aquellos elementos fundamentales del equipo que son necesarios urgentemente y podrían salvar vidas.
Los infantes de marina estadounidenses ya disponen del Tier 1 desde principios de verano y recientemente han empezado a disponer del Tier 2. A ellos se suman ahora el resto de las FAS estadounidenses que también van a facilitar este sistema de protección a sus soldados desplegados en Afganistán. En un primero momento el Tier 1 lo fabrica únicamente la empresa que ya ha suministrado miles de unidades a las FAS británicas, la norirlandesa Cooneen, Watts and Stone, pero a partir de mediados de 2012 se hará cargo de su fabricación para las FAS estadounidenses la empresa de Arizona (EE.UU.) ArmorWorks Enterprises, que ha denominado Protective Undergarment (PUGZ) al Tier 1.
–
(NOTA DEL AUTOR: Como decía Pat Rogers «un tío listo aprende de sus propios errores, pero un tío inteligente aprende de los errores de los demás». Espero que en España sepamos aprovechar esta solución a un grave problema antes que éste se nos presente a nosotros. Creo que no existe ninguna necesidad de esperar a que nuestros soldados empiecen a sufrir este tipo de lesiones en la zona pélvica para empezar a facilitarles este sistema de protección)
http://www.youtube.com/watch?v=A4AyQcNC8XQ
BIBLIOGRAFÍA:
- RANDLE, Debbie. British Armed Forces tests blast pants for troops. BBC Newsbeat [en línea]. 18 Agosto 2010.
- BCB International Ltd. Blast Boxers promo. YouTube [en línea]. 7 Noviembre 2010.
- WYATT, Caroline. Troops back armoured underwear dubbed combat codpiece. BBC News [en línea]. 17 Diciembre 2010.
- BURTON, Scott. New pelvic body armor for U.K. troops. Bodyarmor News [en línea]. 28 Diciembre 2010.
- DSTL scientists unveil latest line of protection. Defence Science & Technology Laboratory [en línea]. Enero 2011.
- SANBORN, James. New this summer: groin armor. Marine Corps Times [en línea]. 18 Julio 2011.
- New protective clothing bound for troops in Afghanistan. United Kingdom Ministry of Defence [en línea]. 28 Julio 2011.
- U.K. troops get new body armor system. Bodyarmor News [en línea]. 2 Agosto 2011.
- ROSS, Jeremy. Improved groin armor arrives on front lines. YouTube [en línea]. 21 Agosto 2011.
- VAN DE LAARSCHOT, Ilona. The Pentagon orders ballistic boxers as groin injuries surge in combat. Bodyarmor News [en línea]. 22 Agosto 2011.
.
Gracias por tus amables palabras. Me alegra que te resulte de interés.
Espero que en España tomemos nota y antes que haya ninguna desgracia ya se le esté facilitando este material a nuestros soldados en Afganistán, ya que hasta donde yo sé, que no es mucho, los IED no saben distinguir entre españoles y anglosajones.
Muy buen artículo. Si el anterior estaba bien, este lo complementa a la perfección.
Creo que en nuestro país, una casa que fabrica chalecos, ya había tenido un encargo específico de material para protección pélvica y del torso. Era una cosa bastante concreta para una Unidad pequeña.
Desconozco si el proyecto finalmente se ha llevado a cabo, pero es un adelanto en la «forma de pensar» en aquellosque nos «dirigen».-