Hola a todos.
En este artículo voy a tratar sobre una solución para la más común de las interrupciones de pistola. Ésta se conoce como fallos en la alimentación (otros la llaman interrupción «tipo 1») o lo que es lo mismo cuando la pistola funciona normalmente pero no se produce el disparo del cartucho que se supone que hay en la recámara. El signo más característico de esta interrupción es que es escucha un “click” al presionar el disparador.
Los motivos principales por los que suele producirse esta interrupción son:
• No hay cartucho en la recámara. Puede ser porque no se ha preparado el arma adecuadamente para hacer fuego (montaje incompleto o cargador mal insertado antes de montar) o porque al realizar un cambio de cargador no se ha introducido bien el cargador de repuesto. En ambos casos, el principal problema es que no hay cartucho alojado en la recámara para que sea alcanzado por la aguja percutora de la pistola.
• El cartucho está defectuoso. En algunos casos puede ocurrir que el pistón iniciador del cartucho esté defectuoso de fábrica o por un mal mantenimiento de los cartuchos por parte del tirador.
• Existe un fallo en el sistema de disparo de la pistola. Aguja o muelle de la aguja percutora roto, muelle real del martillo percutor débil (en pistolas con martillo percutor externo). En este caso el arma está inservible y no tiene arreglo en ese mismo momento.
El método más efectivo para solucionar esta interrupción consiste en golpear la base del cargador que está introducido, al objeto de asegurar que su inserción sea completa; y posteriormente volver a accionar la corredera de la pistola y con ello “matar dos pájaros de un tiro” ya que se expulsa el posible cartucho defectuoso (si es el caso) y se introduce uno nuevo en la recámara.
Ésta es, de manera global, la forma de solucionarla, pero ahora falta una “parte B” y es la de hacerla de la manera más eficiente posible con el objetivo de reducir al mínimo el tiempo de la interrupción.
En algunos manuales se explica que la mejor manera para solucionar esta interrupción es llevar el arma al “área de trabajo”, girarla 90º hacia el lado armado (al objeto de favorecer la expulsión del posible cartucho defectuoso), golpear la base del cargador y accionar la corredera tirando de la parte estriada de la misma. Este método que si bien es muy eficaz, lo considero poco eficiente por los siguientes motivos:
• Llevar el arma al “área de trabajo” normalmente implica colocarla fuera de la línea que forman los ojos con el blanco, con lo que posteriormente hay que volver a llevar las miras dentro de esa línea tras solucionar la interrupción.
• Girar el arma 90º hacia el lado armado para favorecer la expulsión del posible cartucho defectuoso es un gesto innecesario en un arma cuyo sistema de extracción y expulsión funcionan adecuadamente. La pistola expulsa las vainas habitualmente sin tener que adoptar esta posición, por lo tanto ¿para qué hacerlo?
• Como ya he comentado en anteriores artículos, accionar la corredera agarrándola por su tercio final (el más cercano a la parte posterior de la pistola), implica que una vez realizado el movimiento de la corredera, la mano de apoyo (mano reactiva) queda alejada de la pistola y debe perder tiempo para volver a empuñar.
Por lo tanto, aunque eficaz (consigue su objetivo), la manera expuesta de solucionar la interrupción no es tan eficiente como la que a continuación relato. Esta otra forma de realizarla es, para mi, más adecuada puesto que ayuda a perder menos tiempo en poner el arma de nuevo en disposición de hacer fuego.
Aquí está el vídeo de todo el proceso al completo.
La técnica que propongo es típica en las competiciones de IPSC. Alguno se llevará las manos a la cabeza por aquello de que lo deportivo no vale para lo táctico, cosa que no es cierta si hablamos de absolutos. Ciertas técnicas empleadas en la competición tienen su total vigencia en el ambiente táctico y ésta es una de ellas. Los pasos para realizarla son:
• Primer paso: Detectado el “click” característico, el tirador manteniendo los brazos en la misma posición, gira la pistola 90º hacia el lado armado, golpea la base del cargador con la mano de apoyo (mano reactiva) para asegurar su inserción completa en la pistola.
• Segundo paso: Manteniendo los brazos en la misma posición, gira la pistola en sentido contrario para ofrecer la corredera a la mano de apoyo que la agarra por el primer tercio de la misma (entre el punto de mira y la recámara). Si existía un cartucho defectuoso, será expulsado sin problemas por la pistola.
• Tercer paso: La mano armada empuja hacia delante la pistola para accionar la corredera e introducir un cartucho nuevo en la recámara. Realizándolo de esta manera, la mano de apoyo queda colocada a la altura de la armada conforme suelte la corredera.
Realizando de esta manera el proceso de solucionar la interrupción se ahorra tiempo de varias maneras:
1. La pistola no pierde nunca la altura de la línea formada entre los ojos y el blanco con lo que los disparos posteriores a la resolución del problema son mucho más rápidos y efectivos.
2. No hay movimientos innecesarios como el de girar la pistola hacia el lado armado para favorecer la expulsión del posible cartucho defectuoso.
3. El movimiento de volver a accionar la corredera agarrando por la parte delantera de la misma favorece a un empuñamiento más rápido y efectivo de la pistola.
En conclusión, la base de cualquier técnica de tiro debería estar formada por la eficiencia y la consistencia principalmente. Un análisis minucioso de las técnicas que habitualmente se estén utilizando permite depurar movimientos innecesarios y adquirir pautas de movimiento que hagan al tirador rápido y efectivo en todos y cada uno de sus disparos, porque en situaciones que se definen en pocos segundos, cada centésima tiene un valor incalculable.
Un saludo.
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