M855A1: ¿debería ser éste el nuevo cartucho para soldados e infantes de marina? Por Jeremy Stafford.

Cualquier experto en balística que se precie podrá hablarte más en detalle sobre este asunto, cuyo origen se remonta al momento en el que tras la invasión de Irak se empiezan a recibir quejas sobre lo poco adecuado que resulta el cartucho M855 (SS109 en su denominación OTAN). Pero esta historia la dejamos para otro artículo. Mientras tanto aquí tienes un artículo que recoge algunas quejas respecto a la solución adoptada por el Ejército de Tierra estadounidense. Desde luego, la elección del Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense, el cartucho Mk318 Mod. 0, parece mejor opción.

(Este artículo es una traducción de su original M855A1: Should it be the New Round for Soldiers and Marines?, escrito en inglés por Jeremy Stafford y publicado con fecha 7 de marzo de 2012 en la página web Gun’s & Ammo)


M855A1: ¿debería ser éste el nuevo cartucho para soldados e infantes de marina?

Por Jeremy Stafford7 de marzo de 2012.

No soy ningún experto en balística, pero reconozco un montón de mierda cuando lo veo. Existen algunos elementos dentro del Ministerio de Defensa estadounidense que llevan mucho tiempo abogando negligentemente por un proyectil 5,56 «verde» mejorado. Tras quemar millones de dólares (al menos 32 millones de dólares, según el último informe), parece que finalmente han conseguido lo que buscaban con el proyectil M855A1.

El proyecto M855A1 EPR (Enhanced Performance Round) [proyectil de rendimiento mejorado] ha tenido serios problemas desde sus comienzos. Los problemas incluyen una demanda por parte del diseñador original de este proyectil y la consiguiente indemnización de varios millones de dólares. Además, en el 2009 se produjo una vergonzosa revelación según la cual el proyectil inicial de aleación de bismuto se desestabilizaría en un entorno con altas temperaturas, provocando que no le dé ni a un elefante a tres metros. ¡Buen trabajo, chicos! ¡por diseñar un proyectil que no sirve para el calor cuando nos enfrentamos a enemigos que operan en entornos calurosos! Demasiado convencidos como para desanimarse, volvieron a ponerse y «arreglaron» el proyectil, llevándonos a donde estamos ahora.

Jim Newill compara la eficacia del cartucho M855A1 EPR disparado por un fusil M4 respecto al cartucho 7.62 M80 contra una plancha de acero blando de 0,8 pulgadas de grosor en el campo de pruebas de Aberdeen. En esta demostración para autoridades, se comprobó que el M80 no penetraba esta plancha a 300 metros, mientras que el M855A1 sí.

No quiero ser un total detractor, así que hablemos sobre las ventajas de este nuevo cartucho. El proyectil describe una trayectoria más plana. Por supuesto, la razón por la que la trayectoria resulta más plana es porque le han dado más alegría al proyectil, llevándolo a velocidades de 950m/s (3.100 pies por segundo). Se trataría de un gran logro si no fuera porque para conseguirlo aumentaron la presión en recámara desde los 55.000psi (3.867Kg/cm2) hasta los 63.000psi (4.429Kg/cm2). Esa cifra se aproxima mucho a las presiones de carga. Por lo tanto, ¿se están fabricando los nuevos fusiles M4 con materiales más resistentes capaces de soportar este enérgico cartucho? No, desde luego que no. Los M4 se están fabricando según el mismo paquete de especificaciones técnicas de siempre. Esto quiere decir que no sólo se van a desgastar las piezas a un ritmo mucho más acelerado (lo cual ya constituye un problema con los M4), sino que, Dios quiera que no, en el caso de encontrarse con un proyectil embutido, el número de fusiles M4 que van a reventar supuestamente aumentará exponencialmente.

En cuanto al efecto del proyectil M855A1 sobre las armas reglamentarias, sería un gran descuido por mi parte si no mencionara que el nuevo proyectil recorta la vida útil del cañón cerca de un 50% (hace poco a los contendientes en el programa Individual Carbine de adquisición de un nuevo fusil que suceda al M4 se les suministraron 10.080 cartuchos del M855A1 EPR de forma que pudieran calibrar sus propuestas para esta nueva munición).

Pero ningún tipo de calibración va a alterar el hecho por el que el EPR tiene una precisión media de 5,5MOA. ¿5,5MOA? ¿En serio? El cartucho Mk318 SOST que el Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense ha desplegado en Afganistán se mantiene en una media de 2MOA, ¿pero el último y fabuloso cartucho por el que está siendo reemplazado no baja de una media de 5,5MOA? Además, el Mk318 ofrece una mejor balística terminal sobre blancos blandos, se mantiene más entero al atravesar barreras intermedias y cuesta la mitad de lo que cuesta el M855A1. En esta época de recortes dramáticos, resulta totalmente alucinante que insistan en adoptar un cartucho tan inferior justamente en todos los aspectos habidos y por haber frente a un cartucho que ya está en servicio, ¡y que paguen el doble!

Las razones para este incremento en el coste son fáciles de determinar. La estructura de tres elementos del EPR consiste en una base de cobre y una punta de acero dentro de una cubierta de cobre invertida (desde la base hacia la punta). Esto supone un complicado proceso de fabricación que realmente no proporciona ninguna ventaja sobre las opciones actualmente en uso. El EPR penetra el ladrillo un poco mejor que alguna de las otras opciones disponibles, pero todavía se comporta muy pobremente frente al cristal de un parabrisas y otras barreras intermedias. Tampoco penetra blindaje personal SAPI o su equivalente, lo que quiere decir que de todas formas si entráramos en conflicto con otro país bien equipado, nos veríamos obligados a recurrir a la munición perforante M995 Armor Piercing. Las especificaciones originales del M855 (SS109) que demandaban más penetración datan de los años 1970, una época en la que los cascos de acero eran algo habitual en el mundo. Pero los cascos de acero se desvanecen a lo largo de la historia y ya no constituyen la norma en un campo de batalla moderno. Nuestros enemigos de hoy día no suelen llevar casco, y nuestros enemigos de mañana no van a llevar cacerolas de acero de los 70. La incorporación en el 855A1 de una punta de acero que no penetra blindaje constituye un estúpido paso adicional en el proceso de fabricación que no sirve para ningún propósito salvo incrementar el coste. La estructura de tres elementos también aumenta la probabilidad de que algo salga mal, lo que conduce a más inconsistencias de un cartucho a otro y mayores diferencias de precisión.

Por último, lo que se refiere al aspecto «verde» (ecológico) del M855A1 EPR. Nos han aburrido con esta cuestión durante años, y parece que el Ministerio de Defensa se lo ha tomado muy en serio. En realidad, a no ser que nuestros soldados e infantes de marina se dediquen a chupar la base expuesta del actual proyectil M855 o no se laven las manos después del adiestramiento, la única fuente de contaminación por plomo que supone un problema es el plomo que se pulveriza en el aire tras la ignición de las cápsulas iniciadoras, que contienen plomo.

Vale, tengamos en cuenta los proyectiles que se hunden en el terreno durante el adiestramiento. No ha habido nunca un estudio científico que demuestre que el plomo procedente de los proyectiles disparados se haya filtrado en el suelo circundante o en algún acuífero. Ni un solo estudio. Ninguno. Todo ese concepto de un cartucho «verde» es un fraude. Si la preocupación es el plomo en suspensión en el aire, disparar al aire libre mitiga la exposición. Actualmente trabajo en un campo de tiro al aire libre en el que todos los días me expongo al plomo en suspensión en el aire. Dos veces al año me extraen sangre para analizar el plomo que contiene y nunca se me ha encontrado un alto contenido en plomo. Ni siquiera un contenido ligeramente anormal. La cuestión «verde» es una maniobra política. Se trata de una distracción.  Da respuesta a un problema que únicamente existe en las mentes de las personas que anteponen tal preocupación al hecho de hacer agujeros en las malas personas.

Así que, para recapitular: el M855A1 EPR está pésimamente concebido y pésimamente ejecutado y representa, en el mejor de los casos, únicamente una pequeña mejora a un coste exponencial. Nuestros guerreros y nuestros contribuyentes merecen algo mejor.

NOTA DEL AUTOR: Quisiera darle las gracias al Dr. Gary Roberts por su inestimable amistad y sus consejos. Si no fuera por lo que he aprendido de él este chorreo no hubiera sido posible.

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