¿Qué es combatir con un arma de fuego? Pues no es solo disparar, pero incluye disparar, y por eso se trata de algo que tienes que entrenar y llegar a dominar.

 

Siempre nos ha gustado eso de llamarlo «combate con armas de fuego», en lugar de «tiro» con un sin fín de adjetivos de lo más variado ─muchas veces estupideces─: tiro tal, tiro cual, tiro pascual, etc., ¿es absurdo o necesario contar con infinitas denominaciones o tipos de tiro para hablar muchas veces de lo mismo? Lo sentimos, pero preferimos llamarlo simplemente combate con armas de fuego, una denominación que aprendimos del difunto Pat Rogers, que lo llamaba «gunfighting» ─en inglés─. Porque combatir con un arma de fuego no consiste simplemente en disparar, aunque implique disparar llegado el caso.

Puede parecer una tontería, pero tiene su importancia saber que combatir no es solo disparar. De esta forma, podremos prepararnos mejor para la realidad del combate con armas de fuego, que es de lo que se trata. Lo curioso es que hay veces en las que nos centramos demasiado en otros aspectos del combate con armas de fuego y no le prestamos atención al «disparar». Esto sucede cuando se desprecia la necesidad de darle al blanco, como exigencia imprescindible para tener éxito en un combate con armas de fuego y se utiliza como excusa todo lo relacionado con el estrés, por ejemplo, cuando «lo primero y más importante es darle al blanco». Viene siendo como querer correr, sin saber andar.

Si en condiciones normales, con toda la tranquilidad del mundo, en el campo de tiro, ante un blanco estático de papel, sin tener que tomar decisiones bajo presión, etc., ¡no eres capaz de darle al blanco!, ¿qué te hace creer que llegado el momento del combate real ─con todo lo que ello conlleva─ serás capaz de hacerlo? ¿tú crees que si entrenas con inoculación de estrés, con munición marcadora UTMSimunition, con descargas eléctricas, etc., llegarás a ser capaz de hacer lo que no has conseguido sin todas esas dificultades? Puede que todo eso sea más divertido, y está claro que se trata de algo necesario en el entrenamiento para combatir con un arma de fuego, pero eso no te va a hacer más competente a la hora de disparar. Contra la incompetencia, lo mejor es el entrenamiento.

Se puede decir que para combatir bien con un arma de fuego, hay que ser capaz de disparar bien con un arma de fuego, además de muchas otras cosas. Por eso, las mejores unidades exigen un alto grado de competencia con las armas de fuego a sus miembros. Si quieres ser un buen combatiente, tienes que ser un buen tirador.

Plantéatelo en tu entrenamiento. Entrena para darle al blanco, primero en las mejores condiciones posibles ─lo más fácil─, al mismo tiempo que te preparas en todas las demás componentes de un combate con armas de fuego. No es nada nuevo que el entrenamiento bien hecho demuestra sus beneficios en combate. Es mejor dejarse de pajas mentales y comidas de olla y dedicarse a entrenar para darle al blanco, salvo que seas de los que utilizan la técnica de rociar y rezar, o eres de los que cree que en combate no hace falta agrupar.

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