Reflexiones sobre el estrés, la puntería, y esas cosas que se reinventan continuamente.

Hace algunos años algunos artículos del blog generaban muchos más comentarios que actualmente. Parece que antes de la era de Instagram teníamos más tiempo y ganas para debatir. A veces se generaban debates interesantes. Rememorando aquellos tiempos te dejamos algunas reflexiones que se reflejaron en los comentarios de un artículo que mucho no tenía que ver con el tema.

 


 

Estaremos de acuerdo en que el tiro no es instintivo. El tiro no es nada innato, ni instintivo ─ni siquiera intuitivo, o igual un poco sí─ y ha de aprenderse. Lo mismo sucede con conducir un coche, pilotar un avión, jugar al tenis. El ser humano no nace aprendido en muchas cosas y son pocas las cosas instintivas e innatas.

De lo que no hay duda es, que a la hora de hacer algo bien, primero hay que aprender a hacerlo y que no sea el instinto lo que nos lleve a actuar de una u otra manera.

¿Te imaginas qué sucedería si la formación de un piloto de avión se basara en el instinto y de ello dependieran los procedimientos de emergencia en vuelo? Supongo que entonces todo consistiría en llevarse las manos a la cabeza y esperar el impacto. Pero, a pesar del estrés «sorpresivo» de una emergencia en vuelo, el piloto ─posiblemente gracias a que ya se ha visto expuesto a esta emergencia en vuelo en un simulador en el que le han enseñado y ha practicado el procedimiento a seguir─ consigue salvar la situación procediendo de forma totalmente contranatura, es decir, al contrario de lo que le indicaría el instinto. Ahí tienes al capitán «Sully» como vivo ejemplo.

El combate con armas de fuego no es nada nuevo y el estudio del estrés y su influencia tampoco. Se me antoja un poco osado pensar que solo existe una persona en el mundo a la que se le haya ocurrido tal o cual cosa y que todo lo demás no sirve. Sí que es cierto que en español hay poco o poquísimo, pero ello no quiere decir que no existan estudios, investigaciones, proyectos, información, …, sobre cualquier tema en otros idiomas que quizás ya hayan superado o desbancado lo poco o poquísimo de lo que disponemos en español.

A la vista de los datos recogidos anualmente por el programa Law Enforcement Officers Killed and Assaulted del FBI, quizás no haya nadie más interesado en mejorar la formación de sus policías que aquellos que más sufren en sus carnes las agresiones con armas de fuego. Cuando los enfrentamientos armados resultan tan cercanos, creo que se despierta mucho más interés por buscar la mejor forma de salir airoso y los resultados han de ser mejores y más abundantes. Si a alguien le preguntan dónde están los mejores jugadores de baloncesto del mundo, posiblemente responda que en la NBA; si le preguntan por el fútbol, quizás responda que en España; si le preguntan sobre combate con armas de fuego, ¿España?.

Por otra parte, a la hora de exponer a un determinado sujeto a un evento y evaluar su rendimiento bajo estrés, habrá que tener muy en cuenta su rendimiento cuando no está sometido a estrés. Si alguien no logra atinar a un blanco en una situación de calma en la galería de tiro, muy posiblemente tampoco logre hacerlo en una situación de estrés, pero ello quizás no se deba simplemente al estrés, sino a su propia instrucción y/o adiestramiento.

Estoy convencido que si me pongo a 120 km/h en una carretera secundaria y tomo una curva mi corazón se disparará en cuanto vea que me voy a salir de la vía. Muy posiblemente no pueda evitar el accidente. Pero si el que conduce es Carlos Sainz, se me antoja que quizás su corazón ni pestañee y actuando como bien sabe salve la situación sin sufrir un accidente. Ahí es donde la instrucción y adiestramiento resulta determinante a pesar del estrés. Y puede que si yo recibiera una instrucción y adiestramiento similar a la de Carlos Sainz también pudiera salvar la situación. Desde luego no se trata de nada instintivo y lo que habrá que hacer para salvar la situación nada tendrá que ver con mi carácter de animal mamífero, ni con el estrés, sino con las tácticas, técnicas y procedimientos de conducción más eficaces.

Los enfrentamientos reales son la prueba de fuego de la instrucción y/o adiestramiento recibida. Ahí es dónde se verá hasta qué punto determinadas TTPs resultan eficaces en la vida real ─aunque no es el momento más deseable para averiguarlo─. Hay veces en las que se puede obtener información sobre un enfrentamiento real a partir de imágenes, datos forenses, entrevistas personales con los implicados, visita al lugar de los hechos, etc. Lamentablemente no siempre están disponibles dichos datos y solo se puede disponer de una visión parcial de los hechos, lo que no deja de resultar interesante siempre que no se tergiversen las cosas. Por ejemplo, un incidente como este que quedó registrado por las cámaras de vigilancia de los propios delincuentes.

¿La amígdala? ¿el sistema límbico? ¿mito o realidad? ¿existen estudios sobre la influencia del estrés en el profesional armado? Yo creo que es mucho más sencillo: una adecuada instrucción y/o adiestramiento.

Desde antaño existen estudios respecto a la influencia del estrés. A decir verdad se trata de algo que posiblemente se conozca y haya estudiado desde que el hombre ha estado expuesto al estrés del combate, y eso se remonta a los orígenes del hombre. Porque no podemos olvidar que todo profesional busca lo mismo, que es mejorar en su rendimiento todo lo posible, especialmente cuando su vida está en juego. Son muchos los empeños que se han puesto a lo largo de los años en todo tipo de estudios sobre ello. Lamentablemente casi todos esos estudios solo están disponibles en Inglés.

Algunos de los estudios más rigurosos no se basan únicamente en meros experimentos en los que se trate de reproducir, de forma evidente e inevitablemente condicionada y subjetiva, una situación de estrés, sino que se basan en entrevistas y datos tomados de verdaderos enfrentamientos con armas de fuego. ¡Qué situación más realista que un auténtico combate! Pues bien, todo parece indicar que con una buena instrucción y/o adiestramiento SÍ se puede apuntar. Eso es lo que afirman algunos que han tenido la mala fortuna de poner en práctica las enseñanzas recibidas en lo que a combate con armas de fuego se refiere, como los alumnos de Jeff Cooper. El propio Jeff Cooper intenta desmitificar la extraña manía esa de justificar la falta de una adecuada instrucción y/o adiestramiento con la excusa por la que el estrés no permite apuntar. Y digo yo que basándose en las experiencias de combate reales narradas por sus protagonistas que afirman haber podido apuntar a pesar del estrés (lo que no quiere decir que sea fácil), quizás haya que tomárselo como una buena pista de dónde está la clave del éxito en combate: una adecuada instrucción y/o adiestramiento.

Uno de los principios básicos del tiro es la puntería y uno de los pilares fundamentales del combate con armas de fuego también es la puntería. Solo la puntería nos dará la posibilidad de acertar sobre el blanco, que es el único sentido de realizar un disparo. En entornos permisivos la situación se complica más todavía si cabe, ya que no se admite bajo ningún concepto que un disparo falle su auténtico blanco, la amenaza, e impacte sobre cualquier otro. Y para asegurar el impacto hay que apuntar, a pesar del estrés, que no servirá de excusa para poner en peligro la vida de un transeúnte. No puedes decir que el examen era difícil si ni siquiera habías estudiado.

Uno de los estudios más completos respecto a la influencia del estrés en el rendimiento del policía fue el llevado a cabo por el Federal Law Enforcement Training Center (FLETC) [Centro Nacional de Formación Policial] en 2004 ─hace ya 17 años─, cuyo objetivo era buscar la forma de mejorar la instrucción y/o adiestramiento de los policías. La directora de dicho centro explicaba el objetivo de esta investigación:

El Centro Nacional de Formación Policial se honra en presentar el Proyecto de Investigación sobre Calificaciones de la Supervivencia [Survival Scores Research Project] (no sé exactamente cómo traducir el título) como parte de nuestro esfuerzo continuo por desarrollar y proporcionar nueva información y estrategias para mejorar la formación policial. Asimismo, el FLETC se compromete a compartir esta información con la comunidad policial. El drástico impacto del estrés sobre el rendimiento es bien admitido en la profesión policial pero no ha sido bien documentado desde una perspectiva investigadora. Esta reciente investigación mejorará el creciente fondo de conocimiento sobre este área y ayudará a identificar mecanismos formativos que optimicen la eficacia de las respuestas de los policías antes enfrentamientos estresantes.

Este proyecto basado en la investigación ofrece una nueva perspectiva sobre el futuro de la formación policial. Esta innovadora estrategia combina la numerosas disciplinas que se integran en la profesión policial y las aplica a un entorno altamente estresante. La documentación obtenida de primera mano sobre la respuesta ante el estrés proporcionó novedosa y reveladora información que se puede aplicar directamente a nuestro programas formativos. Me gustaría agradecer su valioso conocimiento y apoyo en el desarrollo de esta investigación a la Universidad de Florida del Sur [University of South Florida] y al Centro de Investigación del Ejército de Tierra Walter Reed [Walter Reed Army Institute of Research]. También me gustaría agradecer a nuestras organizaciones asociadas del FLETC por proporcionar apoyo y alumnos para este proyecto. El FLETC se mantiene dedicado a explorar nuevas tecnologías y evaluar prácticas formativas al tiempo que continuamos centrados en nuestra responsabilidad de preparar policías para cumplir sus siempre evolucionando responsabilidades.

Connie L. Patrick
Directora
Federal Law Enforcement Training Center

Este proyecto de investigación contó con la ayuda y colaboración de auténticos expertos, como Charles D. Spielberger, Director del Centro de Investigación en Medicina Conductual y Psicología de la Salud [Center for Research in Behavioral Medicine and Health Psychology] del Departamento de Psicología de la Universidad de Florida, y James L. Meyerhoff, Jefe del Departamento de Neuroquímica y Neuroendocrinología de la División de Neurociencias del Centro de Investigación del Ejército de Tierra Walter Reed.

Resulta sorprendente la cantidad de bibliografía tenida en cuenta en este proyecto, lo que indica por dónde empezar a la hora de estudiar esto del estrés. Hay información para dedicarle mucho tiempo de investigación documental antes de lanzarse con una investigación que pueda aportar algo nuevo a lo ya conocido, para evitar así tropezar donde ya tropezaron otros o contradecir lo que ya está demostrado.

En este otro artículo puedes leer el análisis de resultados de aquel estudio y algunos de los detalles, que aún 18 años después no deja de ser interesante.

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