Situación táctica: incapacitación inmediata de un ladrón a mano armada de un solo disparo de pistola. 8 de enero de 2018.

En este vídeo, que nos hemos tomado la libertad de comentar, se da un hecho muy poco habitual: incapacitación inmediata de una amenaza con un solo disparo de pistola. Hoy día, gracias a la proliferación de las cámaras de seguridad (videovigilancia) y las cámaras corporales, se pueden encontrar muchos vídeos que documentan todo tipo de situaciones tácticas. No solo eso, sino que además se trata de vídeos cada día de mayor calidad, habitualmente con un mínimo de resolución HD ─tirando hacia Full HD─, lo que permite apreciar mejor los detalles (no como antiguamente con los vídeos VHS de una calidad muy pobre). En el caso de este vídeo, la cámara de seguridad de un establecimiento de venta de móviles graba el intento de robo a mano armada de un desafortunado ladrón que acaba muerto prácticamente en el acto.

No tenemos los detalles sobre el incidente, ni su localización. Posiblemente se trata de algún país de Sudamérica, pudiera ser Brasil, pero no es más que una elucubración. Lo que sí figura en el propio vídeo es la fecha y hora de los hechos: 8 de enero de 2018, pasadas las 15:15 horas. Todo parece indicar que el ladrón pretendía hacerse con un móvil, pero en lugar de pagarlo con VISA, hace el ademán de intentar pagar con un revólver que lleva bajo la camisa, en forma de porte oculto en el apéndice (AIWB). Uno de los dependientes le tenía el ojo echado desde el principio, y sentado detrás del mostrador le esperaba con el datáfono semiautomático inalámbrico, posiblemente en calibre 9 Luger. Dentro de lo dramático del incidente, resulta curioso el detalle del guante solo en la mano izquierda.

El vídeo estuvo un tiempo en YouTube, hasta que lo retiraron por infringir los «Términos del Servicio de YouTube», así que lo hemos incluido aquí directamente.

Sorprendentemente, el dependiente realiza un único disparo que parece impactar bien centrado, pero en el abdomen. Normalmente no se trataría de un impacto incapacitante de forma inmediata, pero parece que el impacto le alcanza la aorta y puede que la médula espinal. El ladrón se va al suelo inmediatamente y la sangre brota a mansalva, antes de tocar tierra siquiera. Luego ya se aprecia la agonía del pobre infeliz, un ser humano con malas intenciones, que no lo volverá a intentar. Parece encajar en cierto modo con lo que pregona John «Shrek» McPhee sobre incapacitación y colocación de los impactos. Y es que al final eso del poder de parada no existe y todo consiste en la colocación de los impactos.

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