La Ley de Hick aplicada al combate es una tontería ya obsoleta.

Para los que no lo sepan ─o no se acuerden─ la Ley de Hick dice que «el tiempo que le lleva a una persona tomar una decisión es el resultado de las posibles opciones que tiene: incrementar el número de opciones incrementará logarítmicamente el tiempo a la hora de tomar la decisión». Por lo tanto, esta ley aplicada al combate implica que solo aprendas un par de técnicas, porque si no llegado el caso te vas a quedar atascado. Evidentemente la Ley de Hick aplicada al combate es una tontería ya obsoleta que te impide alcanzar tu máximo potencial. Nadie con dos dedos de frente se va a plantear esta dichosa ley a la hora de aprender TTPs para combatir, con o sin armas de fuego. Hubo una época en que esta ley se daba por buena ─nosotros incluidos, claro─, pero las cosas cambian, hoy se sabe más que ayer, y a fin de cuentas de lo que se trata es de tener, más que unas pocas o muchas opciones disponibles, las mejores opciones disponibles. La Ley de Hick data de 1951 y en la investigación que dio lugar a esta ley no hubo estrés, adrenalina o sujetos adiestrados. Estudios posteriores refutaron esta ley y demostraron que no hay problema para elegir entre 20 opciones complejas en menos de 340 milisegundos. «La Ley de Hick no es realmente aplicable a incidentes de uso de la fuerza. Las personas sencillamente no consideran todas las opciones que tienen disponibles. Eligen su opción favorita o la que está más disponible, limitando efectivamente las opciones
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