Appendix Carry y descarga involuntaria/negligente: un chaval muere tras pegarse un tiro en la femoral, presuntamente al intentar meter la pistola en una funda Appendix Carry.

Los accidentes con armas de fuego ocurren, de eso no cabe la menor duda, y no entienden de títulos. Le pueden pasar a cualquier mortal, porque es de humanos equivocarse (por ejemplo, la descarga negligente de Aaron en su propia casa). Normalmente los accidentes con armas de fuego se atribuyen a la negligencia, imprudencia o falta de pericia del usuario, pero independiente de los motivos, no se puede evitar que sucedan accidentes (por eso son accidentes, porque suceden sin querer, que si fueran queriendo serían otra cosa), y toda precaución es poca. La cuestión es intentar minimizar el riesgo, o bien reduciendo la potencialidad de un accidente, o bien reduciendo las posibles consecuencias en el caso de que suceda.

Se empieza por intentar cumplir consciente y estrictamente las cuatro normas de seguridad de Jeff Cooper, para las que a veces se buscan excusas, como el hecho de vulnerar las reglas número 1 y número 2, aludiendo a que el arma no está cargada, o lleva algún dispositivo que la inutiliza, para a continuación apuntar a alguien sin necesidad (por ejemplo, la aberración de seguridad de apuntarnos unos a otros).

Además, se trata de evitar el uso de cualquier elemento que sea proclive a generar accidentes (por ejemplo, la problemática funda pistolera BlackHawk SERPA, prohibida por algunos instructores y escuelas por considerarla relacionada con diversos accidentes similares al de Tex Grebner).

Pero también es importante no hacer nada para lo que no se esté preparado por mucho que se haya observado, escuchado o leído. La imitación es una buena y habitual forma de aprendizaje pero en el caso de las armas de fuego hay que tener mucho cuiado.

El viernes 21 de agosto de 2015, Timothy B. Phonisay, un chaval de 22 años natual de Milwaukee (EE.UU.), fallecía en la mesa de operaciones del Hospital Froedtert en torno a las 01:00 horas de la madrugada a consecuencia de las heridas que se había autoinfringido con su propia pistola. Sin que haya confirmación oficial, parece ser que en torno a las 2300 horas Timothy se disponía a posar para hacerse un shelfie con una pistola Springfield en calibre .45 ACP que había adquirido legalmente tres meses antes. En el momento de ir a introducir la pistola en la funda se produjo un disparo que le seccionó la femoral de la pierna derecha, ocasionándole una gran hemorragia de forma que aún habiendo sido trasladado al hospital fallecía horas más tarde.

Presuntamente estaba utilizando una funda pistolera tipo AIWB [Appendix Inside the WaistBand], utilizada para portar el arma por dentro del pantalón en la parte delantera del cuerpo, más o menos sobre el lugar donde se encuentra el apéndice (Appendix Carry o porte en el apéndice). De esta forma la boca de fuego se encuentra dirigida hacia la zona inguinal con el consiguiente riesgo de sufrir graves lesiones en el caso de producirse un descarga involuntaria/negligente, lo que con otro tipo de fundas pistoleras ubicadas en la típica posición del costado (a las 3 o a las 4, siendo las 12 el ombligo) no suelen entrañar graves consecuencias, como en el caso de Tex Grebner.

Este tipo de descargas involuntarias/negligentes se pueden producir por varios motivos, tales como: que sea el propio usuario el que presione inadvertidamente el disparador, bien por llevar el dedo sobre el mismo al llevar el arma a la funda o bien por una contracción involuntaria del mismo tanto al introducir como al extraer el arma de la funda (como en el caso de los problemas detectados con las fundas SERPA); que al llevar el arma a la funda algo se aloje en el guardamontes, como el tirador de una cremallera o una doblez de la ropa, y presione contra el disparador mientras el usuario hace fuerza hacia abajo.

Estas descargas involuntarias/negligentes al llevar el arma a la funda se pueden prevenir en cierto modo de algunas formas: bien utilizando el seguro de aleta (si éste se encuentra disponible en tal modelo de pistola), como sucede con las pistolas tipo 1911, que tradicional y habitualmente se portan en condición 1 («cocked and locked», montada y con el seguro de aleta activado); bien manteniendo presionado el martillo con el pulgar mientras se introduce el arma en la funda, en el caso de pistolas de doble acción con martillo a la vista (esta es la TTP que se pretende trasladar a las pistolas Glock, que no llevan martillo a la vista, ni son precisamente de doble acción, mediante el dispositivo creado por Tom Jones y Todd Green y que se ha venido a llamar Gadget); mirando cómo se introduce el arma en la funda y comprobando que nada obstruye su camino o se introduce en el guardamontes; procurando dirigir la boca de fuego hacia fuera para intentar que en el caso de que se produjera una descarga involuntaria/negligente el proyectil no alcanzara ninguna parte del cuerpo del usuario; por supuesto, manteniendo el dedo índice alejado del disparador, no sólo fuera del guardamontes; practicando en seco hasta familiarizarse con la funda pistolera e intentando asegurarse de que se hace todo bien y no existe ningún problema antes de lanzarse a la condición 1 o 2; etc. Y aún así, los accidentes ocurren.

Por otra parte, no se ha especificado el modelo de pistola utilizado, por lo que tanto podría ser una pistola de aguja lanzada de polímero del popular modelo XD de la marca Springfield, o una pistola del modelo 1911, u otro modelo de pistola, de esa misma marca. Tampoco se sabe si el usuario llevaba el dedo sobre el disparador, si algo se introdujo en el guardamontes, si el usuario no activó el seguro de aleta (si lo tuviera, como en el caso de una 1911).

Aún menos mal que el arma en cuestión no fuera una Glock, que si no alguno ya estaría condenando a estas pistolas por no llevar seguro de aleta y por no ser de doble acción, aunque ahora la moda es que los de Glock difundan que las SIG Sauer P320 se disparan solas ─el éxito hace mucho daño y crea enemigos, y la P320 es un best-seller que le ganó a Glock un contrato de muchos millones─. En realidad, las descargas involuntarias/negligentes no entienden de modelos de pistola ni de doble acción, y pueden producirse con cualquier arma de fuego. De hecho, cuando lo habitual era el revólver de doble acción también se producían descargas negligentes/involuntarias. Además, aunque en España (creo que) las pistolas de dotación más habituales son de doble acción también se producen descargas involuntarias/negligentes.

La cuestión de fondo tras este incidente radica en la forma de portar el arma de Timothy: Appendix Carry o porte en el apéndice. Se trata de una forma de portar el arma cada día más habitual por las ventajas que ofrece en cuanto a mejor ocultación y disimulo del arma, pero que requiere formación, práctica y precaución adicional para minimizar potenciales accidentes como el que se ha llevado la vida de Timothy. De ahí que afamados instructores de tiro como Larry Vickers o Mike Pannone hayan prohibido recientemente con carácter general este tipo de porte y fundas (AIWB) en sus cursos. No pueden permitirse un accidente de este tipo en uno de sus cursos y teniendo en cuenta que el perfil del alumno es muy variado resulta difícil conocer inicialmente si todos y cada uno de ellos están realmente preparados para afrontar el Appendix Carry o porte en el apéndice.

Personalmente todavía no utilizo este tipo de porte porque no se dan las circunstancias para ello, principalmente porque no lo necesito, pero es que tampoco lo conozco bien ni tengo práctica. Sinceramente, de momento prefiero evitar este tipo de porte mientras no lo necesite y sintiéndolo mucho para este tipo de porte preferiría no utilizar una Glock y contar con seguro de aleta, aunque el Gadget podría ser una buena opción. No obstante, son muchos, muchísimos, los que utilizan el Appendix Carry o porte en el apéndice sin ningún problema (mientras se tomen las debidas precauciones).

Fuentes:

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